Para ello, cada uno de los temas será trabajado desde el análisis, la interacción y el intercambio de experiencias y conocimientos. Esta escuela permitirá que cualquier persona pueda conocer conceptos y herramientas del sistema económico con los que pueda construir sus propuestas de solución a sus propios problemas y a los de la comunidad. Asimismo, se expondrán las propuestas alternativas de economía solidaria en los respectivos campos. Se trata, por lo tanto, de un enfoque orientado a la acción. “Podemos, entre todos, poner a la herramienta, la economía, donde siempre tuvo que estar, al servicio de las personas”, subraya Raúl Contreras, responsable de Nittúa y del proyecto Okonomía.
El objetivo es extender la red de escuelas de Okonomía por otros barrios de Valencia, así como llevar el modelo a otras regiones. La previsión es que estén funcionando al menos dos más en Valencia en 2013.
El proyecto cuenta con el respaldo de asociaciones de vecinos, culturales, comerciantes y autónomos. Para cubrir los gastos de puesta en marcha y funcionamiento del proyecto, Nittúa ha abierto una campaña de crowfounding (microdonaciones). El objetivo es contactar con particulares y pequeñas empresas, de manera que pueda garantizarse la sostenibilidad económica del proyecto manteniendo al mismo tiempo su independencia respecto a grandes compañías e instituciones públicas o privadas.
El sistema financiero, protagonista
Las materias sobre las que se articulará el curso son el mundo financiero y su relación con el sistema económico global, Impuestos y contribuciones públicas y los retornos que reciben los ciudadanos en forma de servicios desde las administraciones y consumo responsable.
“El sistema financiero y su funcionamiento tiene mucho peso en los contenidos, porque hay una realidad muy cruda en la calle, con mucha gente afectada por hipotecas y desahucios, pérdidas de ahorros por inversiones en productos como preferentes…”, dice Contreras.
El objetivo de Okonomía es aplicar una metodología dinámica, flexible, multidireccional, constante, integral e integrador, basada en los principios de la ‘educación popular’ de Paulo Freire. De esta manera, se busca que sean los propios participantes los que gestionen, ejecuten y controlen todos y cada uno de los procesos educativos, y que actúen, a su vez, como agentes difusores y formadores en sus entornos más cercanos, para llegar al máximo número de familias posible.