La alarma saltó hace unos meses cuando los sindicatos denunciaron que la tasa de suicidios entre los trabajadores de la compañía energética era tres veces superior a la media de la zona y dobla la media nacional, según publica el diario El Mundo en su edición digital.
En la actualidad esta planta es el primer centro de gestión de residuos radioactivos de Europa y en ella trabajan un total de 3.000 personas. Pero además, según el periódico La Tribune, en 1997 un estudio reveló que el porcentaje de casos de leucemia en la zona era superior a la media nacional, lo que los expertos achacaban al flujo de la basura nuclear.
Ahora es el Gobierno francés el que ha puesto en cuarentena al centro, ya que el elevado porcentaje de muertes voluntarias entre sus trabajadores "pone en riesgo la seguridad de las instalaciones", dice la nota de advertencia a la que ha tenido acceso AFP. Concretamente, el Ejecutivo galo ha pedido a Areva que ponga en marcha un plan de acción para remediar el problema, según el periódico francés La Presse de la Manche. Los sindicatos alegan un exceso de horas extra y la dirección general del Trabajo ha exigido a la compañía que evalúe la "carga física y psicológica" que soporta la plantilla y se ajuste a los "límites máximos legales" en cuanto a horarios laborales.