La inversión media que venían realizando las compañías españolas en acciones relacionadas con la conciliación, según los datos de PeopleMatters, era de unos 40 euros por empleado y año. El abanico abarca desde las compañías que suplen la falta de presupuesto con una mayor imaginación en las medidas, que puede invertir solamente tres euros por trabajador, hasta las que ofrecen servicios como guarderías, tiques de comida y otras ayudas que podrían elevarse hasta los 200 euros anuales por trabajador.
Las medidas de conciliación en nuestro país alcanzan tan solo al 30% de los trabajadores ocupados. Esto significa una inversión global cercana a los 213 millones de euros el año pasado en este tipo de acciones, por lo que la reducción supera los 85 millones de euros.
“La situación de crisis actual está provocando que las organizaciones aumenten sus medidas de austeridad. Sin embargo, las empresas tienen que ser conscientes de que esto repercute negativamente en el clima laboral y en la productividad de los empleados”, afirma Enrique Arce, socio de PeopleMatters.
“Además, marginar la conciliación supone la pérdida de puestos de trabajo en empresas que se ocupan de los niños o de los dependientes, como guarderías, centros de día y residencias, entre otros. Son actividades que demanda la sociedad española pero muchas de las pymes que han nacido en este sector no van a poder continuar prestando sus servicios si la inversión empresarial no se mantiene”, insiste Arce.
Así, PeopleMatters está apreciando que las empresas están basando sus estrategias a corto plazo básicamente en indicadores como la productividad, de manera que prescinden de otros datos de cara a su actividad. Sin embargo, muchas veces, el “salario emocional” no requiere una gran inversión económica sino que se traduce en medidas sin coste que buscan la satisfacción de los empleados. Hay empresas que han sabido paliar la falta de presupuesto con ideas imaginativas como los walking meetings (reuniones tomando un café, dando un paseo, etc.); o la posibilidad de que los trabajadores tengan flexibilidad en sus vacaciones, de manera que puedan cambiar una jornada festiva a cambio de tomarse libre el día de su cumpleaños o variarlo si la fiesta patronal de su localidad no coincide con la ciudad de su empresa, etc.
Aún así, un 70% de la población no disfruta de las medidas más elementales, como la flexibilidad en la organización del horario de trabajo. Una de las soluciones más demandadas es el teletrabajo durante algunos días de la semana.
En este sentido, desde PeopleMatters recuerdan que la reciente Reforma Laboral pretende dinamizar y flexibilizar las relaciones con medidas de teletrabajo, trabajo a tiempo parcial y crear un mercado en el que esté muy presente la llamada “flexiseguridad” que, en esencia, pretende proteger más a las personas que a los puestos de trabajo. En un mercado flexible, la persona gana empleabilidad.
Por el lado de las empresas, está demostrado que es más rentable trabajar por objetivos con personas que se benefician de la flexibilidad de sus compañías. Sobre todo, en aquellas de mediano o gran tamaño. “El teletrabajo tiene el ‘efecto Martini’: los empleados están dispuestos a asumir su responsabilidad en cualquier momento, en cualquier lugar”, insiste Enrique Arce.
De este modo, hay que organizar la actividad pensando en las personas, no sólo en los puestos de trabajo. Las empresas del IBEX 35 están demostrando una mayor sensibilidad en este sentido y están logrando incrementar la productividad de sus equipos. Todas cuentan con medidas de conciliación. Eso sí, sólo el 40% de ellas gestionan de manera correcta estas medidas y disponen de equipos profesionalizados para gestionar las acciones de conciliación.
