Desde que la empresa de cosméticos francesa conoció el proyecto en 2007, la Fundación Yves Rocher ha trabajado para recolectar fondos entre sus clientes y así financiar asociaciones especialistas en reforestación. La iniciativa promueve la plantación de árboles autóctonos, variados y aclimatados al medio local, por lo que las diversas organizaciones beneficiarias de las donaciones se han elegido en función de su implicación con el terreno. Para asegurar la preservación de la biodiversidad, se plantarán más de 60 especies de árboles en todo el mundo, llegando hasta las más de 300 en el caso de Brasil.
Yves Rocher ha desarrollado su proyecto de plantación en 19 países distintos, en dos de los cuales (Rusia y Francia) se han creado varios focos de plantación. Los árboles, que se plantan en semilleros y después son trasladados a la tierra por voluntarios locales, tienen una tasa de supervivencia superior al 70%.
La Fundación Yves Rocher se ha comprometido a hacer un seguimiento preciso de las operaciones, a través de la agencia Bioforest-jpbd consultants, un equipo de expertos que supervisa cada operación.
Rehabilitación de los bosques de manglares en Tailandia
Uno de los proyectos más destacados de la iniciativa “Plantemos por el Planeta” de Yves Rocher es el de la rehabilitación de los bosques de manglares en la provincia de Trang, en el sudeste de Tailandia. Esta zona quedó totalmente devastada tras el tsunami de 2004, por lo que la reforestación es una necesidad ecológica y económica: los manglares son una de las principales fuentes de alimentación y de materias primas para la población costera, pero además, protegen la costa de las tormentas.
En colaboración con la Universidad de Chulalongkorn y todos los voluntarios locales que deseen participar, la fundación Yves Rocher prevé plantar en esta zona 100.000 manglares, en un plazo de 2 años y un territorio de 38 hectáreas. Su majestad el rey Bhumibol Adulyadej ha apoyado personalmente este proyecto, afirmando estar convencido de su valor ecológico y humano.