Para Ana Blanco, jefa del área de Planificación y Participación de la DGT, la implicación de las empresas con la seguridad vial es una inversión. Según ha declarado para Europa Press, “en 2010, el 35% de los accidentes laborales fueron de tráfico, y además, representan el 10% de los accidentes de tráfico en general”.
Puesto que la movilidad de los trabajadores supone un riesgo, Blanco considera que es necesaria una política de prevención con objetivos claros y medibles, para lo que se necesita la implicación de todos los agentes de la empresa. Asimismo, en su ponencia aseguró que iniciar la gestión de la seguridad vial en la empresa no requerirá elevadas inversiones, puesto que es posible diseñar y acometer iniciativas que sumen e integren a los distintos colectivos que componen la organización.
Para lograr la reducción de este tipo de accidentes, las empresas podrían realizar cursos de formación, elaborar un manual sobre prevención de accidentes u organizar jornadas, entre otros. En opinión de Blanco, también pueden gestionarse servicios de autobús de ruta, lanzaderas o programas de coche compartido, así como fomentar el uso de la bicicleta. Por último, Blanco señaló que es importante que se realice un seguimiento de todas las medidas tomadas.