07/03/2012 09:38:30

Brasil 2014 quiere ser el primer mundial verde de la historia

Brasil se esfuerza en la construcción del primer estadio de fútbol con certificación LEED platinum

Según informa la revista Forbes, Brasil está construyendo nada menos que 12 nuevos estadios de cara al mundial de 2014. A unos pocos kilómetros de la capital de Brasil, Ian McKee y Vicente Mello se concentran en construir en 200 días el primer estadio del mundo que podrá obtener el certificado LEED Platinum, la calificación más alta en construcción sostenible.

El “Estádio Nacional de Brasilia” tendrá más de 50.000 metros cuadrados de paneles solares, la instalación de energía solar más grande del país, que generará energía suficiente como para dar electricidad a 1.000 hogares. La construcción abierta mediante pilares, resultado de un intensivo análisis bioclimático, maximizará la ventilación y la sombra natural; y el tejado del estadio, cubierto con una membrana fotocatalizadora, neutralizará la contaminación del aire. Además, el nuevo estadio reutilizará todos los materiales del viejo. También se utilizarán luces LED, y al estar todo automatizado podrá ponerse en suspensión mientras no se utilice, lo que ahorrará unos 4 millones de dólares anualmente.

Los más de 760 kilómetros cuadrados de zonas verdes que rodearán al Estadio Nacional incluirán humedales, fauna autóctona y un amplio parking para bicicletas. Pero teniendo en cuenta que los hoteles de Brasilia están en un radio de más de 3 kilómetros, las emisiones que causen los transportes de los fans supondrán buena parte de las emisiones de CO2 del estadio.

En declaraciones a la revista Forbes, McKee afirma que su objetivo es “construir un estadio que reúna las necesidades de la FIFA, que sirva para cualquier otra propuesta de Brasil y que obtenga la calificación en construcción mejor considerada y más difícil de obtener del mundo, la LEED Platinum”. McKee y Mello decidieron desarrollar este estadio verde cuando, en 2007, una grada del estadio de la ciudad de Salvador, abarrotada, cayó y provocó siete muertos y más de 40 heridos. La tragedia les movió a fomentar la mejora de la infraestructura de los estadios brasileños, llegando a captar la atención del Banco Brasileño de Desarrollo (BNDES), que abrió una línea de crédito con intereses más bajos para todos los estadios que quisieran ajustarse a cualquier calificación LEED. Sin embargo, la calificación LEED sólo puede obtenerse una vez finalizada la construcción, así que cabe plantearse cómo reaccionará el BNDES si alguno de los estadios que está financiando no la obtiene.

De los doce estadios que se están construyendo, once pretenden conseguir la calificación LEED. El único que no aspira a ello es el de Sao Paulo, que curiosamente es el que la FIFA ha elegido para empezar los juegos. McKee declaró a Forbes que “la mayor parte de la gente que está trabajando en esta iniciativa en Brasil nunca había desarrollado un proyecto LEED”, lo que complica el esfuerzo pero, en su opinión, sirve por sí solo como agente de cambio.

Pero desde que se empezó la construcción se han dado retrasos, casos de presupuestos agotados, desahucios ilegales y edificios colapsados; así como una huelga policial y de los trabajadores de la construcción. Los cargos por corrupción contra las tres personas más poderosas del fútbol brasileño (el ministro de deportes, Orlando Silva; un miembro del Comité Olímpico Internacional, João Havelange; y el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira), que menciona Forbes, plantean la cara más oscura del proyecto de “mundial verde” de Brasil.

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