En este sentido, casi la cuarta parte de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) que se tiran podrían ser reutilizados. De hecho, Lucy Keal, gerente de proyectos de productos y materiales de WRAP, explicó recientemente que "el 23% de todos los RAEE recogidos en centros de reciclaje podría haber sido vendido de inmediato o revendido después de una pequeña reparación". Keal añadió que "la reutilización de estos objetos podría suponer un ahorro económico de más de 200 millones de libras al año".
Por su parte, la directora ejecutiva de WRAP, Liz Goodwin, constató que el estudio también demuestra que los 22,5 millones de teléfonos móviles comprados en el Reino Unido cada año contienen casi una tonelada de oro, 9,4 toneladas de plata y 322 toneladas de cobre. En consecuencia, la reutilización y el reciclado de aparatos electrónicos podría reducir significativamente el impacto ambiental.
¿Por qué reciclar móviles?
La mayoría de los teléfonos móviles contienen una cantidad de materiales, incluyendo metales, que se pueden reciclar. El reciclaje de estos aparatos ahorra recursos y protege el medio ambiente porque no es necesario extraer metales nuevos. Además, algunos de ellos contienen altos niveles de ciertos materiales, como plomo, cromo o cadmio, que los convierte en residuos peligrosos cuando son desechados, lo que se soluciona al establecer métodos de reciclaje viables y eficaces.
Siguiendo esta línea, WRAP confirma que está investigando la manera de optimizar los procesos para la extracción de materias primas fundamentales de los RAEE, al mismo tiempo que busca mejorar su potencial para la reutilización.