La revista Sciencie ha publicado un estudio que corrobora que 'varias especies migratorias de murciélagos que habitan en árboles están muriendo en números sin precedentes'.
Asimismo, la investigación señala que gran parte de las poblaciones de murciélagos de Estados Unidos sufren una enfermedad infecciosa llamada síndrome de nariz blanca, lo que unido al peligro al que se ven sometidos por los molinos de energía eólica, está produciendo 'una rápida y simultánea disminución de la especie a una escala pocas veces vista en el caso de los mamíferos'.
A pesar de que la mayor parte de las investigaciones se han hecho en territorio americano, -donde en algunos casos se han registrado cifras de cientos de murciélagos muertos en sólo una noche- en Alemania y en Francia se han encontrado cifras similares.
Según informa la BBC, los daños podrían ir más allá de la disminución de las poblaciones de murciélagos: la agricultura podría verse muy afectada ya que estos animales consumen una gran cantidad de insectos que atacan las plantaciones.
Chloe Long, una experta de la Universidad de Loughborough, ha confirmado en el estudio que las consecuencias económicas podrían ser considerables. Se estima que una sola colonia de 150 murciélagos morenos (Eptesicus fuscus) en el estado de Indiana consume 1,3 millones de insectos cada año.
El estudio plantea diversas preguntas que todavía no tienen respuesta: ¿por qué vuelan los murciélagos en zonas cercanas a los molinos? ¿se sienten atraídos por estos aparatos? ¿por qué lo hacen con estos molinos y no con otras estructuras de igual tamaño?
La investigadora explica que el problema es que algunas especies de murciélagos no logran identificar la velocidad con la que se mueven las aspas, o inculso si están paradas. Asimismo, se está investigando si el color del que están pintadas las aspas de la gran mayoría de los molinos -blanco y gris claro- influye en la atracción que puedan sentir estos animales hacia ellos.
