"La mayoría tienen que cumplirse en este ejercicio, pero algunos necesitan más tiempo y lo que deben hacer es empezar a ponerlos en marcha", explica José Manuel Sedes, mánager de Responsabilidad Corporativa de Vodafone.
Vodafone ha denominado a estos nuevos criterios "oportunidades de mejora”, y los ha clasificado en distintos campos de actuación. Mientras que la mayoría están asociados con las medidas para frenar el cambio climático, un 24% se refiere al informe de responsabilidad corporativa. Otro 18% exige tomar medidas en la cadena de suministros, lo que significa que las medidas extienden su radio de acción más allá de los proveedores: también afectan a las empresas que estos tienen a su vez contratadas para prestar un servicio o fabricar un producto para Vodafone. Otra buena parte de las medidas tiene que ver con la consecución de certificaciones y el resto con el código de compras éticas, que obliga a los proveedores a cumplir determinados parámetros si quieren trabajar para la operadora.
Las nuevas medidas son consecuencia de la última evaluación realizada a los proveedores; este exámen anual se viene haciendo desde hace tres años, cuando Vodafone implantó esta política en España, que supone un examen anual del grado de cumplimiento de los proveedores.
El examen se basa en un cuestionario de múltiples aspectos, muchos de ellos relacionados con la responsabilidad social corporativa, el respeto de los derechos humanos y laborales y las cuestiones medioambientales. Claro que no basta con la respuesta del proveedor: "nos tienen que enviar evidencias del cumplimiento", precisa Sedes.
La máxima calificación para los proveedores es un 100% de cumplimiento, y el aprobado se logra con el 70%. Por debajo de esa nota, el proveedor tiene que asumir unas pautas de mejora y sólo podrá reincorporarse cuando las cumpla. Todo ello, después de que, para ser aceptado como proveedor, se deba pasar en primer lugar un examen de homologación, también con la ética como una de las prioridades.