La propuesta de la nueva ministra se centra en potenciar las políticas medioambientales en un esfuerzo por reconciliar el Gobierno con los grupos ecologistas, quienes esperan una vuelta a la ecología de la primera legislatura de la mano de Aguilar.
La nueva ministra, licenciada en derecho por la universidad de Sevilla, asume una cartera muy menguada, con un recorte de un 31% de su presupuesto para 2011, pero sin embargo se manifiesta convencida de que "aun así, vamos a encontrar soluciones y medidas concretas”. También ha afirmado que va a poner en marcha acciones sustanciales contra el cambio climático y que “no todo es dinero (…), hace falta más voluntad que recursos".
Rosa Aguilar Rivero destaca por sus credenciales progresistas y verdes; ha sido durante muchos años emblema de Izquierda Unida (IU), aunque esta no es la primera vez que forma parte de un gabinete del PSOE, siempre como independiente. De hecho, ha pertenecido a tres gabinetes socialistas distintos en menos de un año y medio.
Según ha declarado Aguilar a Expansión, su nombramiento como ministra independiente es un guiño a la izquierda: "un guiño siempre es un gesto cálido, cariñoso, de complicidad, que dice mucho y habla por si solo. Está bien que sea así".
En el discurso de toma de posesión, Aguilar también mostró su voluntad de "impulsar como señas de identidad el diálogo y la participación social con las comunidades autónomas, organizaciones agrarias, pesqueras, sindicales, organizaciones que apuestan por la lucha contra el cambio climático", así como de "abrir el ministerio a la ciudadanía".
Arropada por Manuel Chaves (vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial), José Blanco (titular de Fomento), Cristina Garmendia (ministra de Ciencia e Innovación) y Marcelino Iglesias (inminente número tres del PSOE), Aguilar habló de su "identificación plena" con el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero y le prometió responder "con ilusión, trabajo y lealtad".
