Por si fuera poco, la petrolera aún tendrá que invertir más dinero en sellar la fuga de crudo de lo que era la plataforma Deepwater Horizon, hasta alcanzar los 32.000 millones de dólares, según lo convenido entre la propia BP y el gobierno estadounidense. Los datos negativos en el resultado final de la compañía contrastan con su cifra de negocio, de 75.871 millones de dólares (un 34,1% más que en 2009), y su facturación, de 150.288 millones de dólares (un 43,6% más que el pasado año). La situación en bolsa también es negativa, pues la petrolera ha perdido un 40% de su valor desde que se inició el caso del Golfo.
Para poder paliar en la medida de lo posible los efectos del pago del vertido, BP ha confirmado sus planes de liberarse de activos por valor de 30.000 millones de dólares en el próximo año y medio, donde se incluye la última venta del grupo británico a Apache Corporation de unos pozos en Alaska, por valor de 7.000 millones de dólares.
Precio institucional
Este panorama tanto en resultados económicos como de marca ha provocado la salida del Consejero Delegado de BP, Tony Hayward, que se hará efectiva el próximo 1 de octubre, para pasar a formar parte de TNK-BP, consorcio entre la empresa británica y la rusa TNK. Su sustituto será el estadounidense Robert Dudley, actual encargado de dirigir las labores de limpieza en el Golfo de México. Hayward no se marchará con las manos vacías, pues por contrato recibirá una indemnización de un millón de libras (1,2 millones de euros) y una pensión de 10,8 millones de libras (12,8 millones de euros), a razón de 584.000 libras anuales (696.109 euros).