Las ventajas de la nueva sede de Kyocera son diversas en el sentido estructural y de equipamientos. Se ha aumentado el espacio de las oficinas y de las salas de reuniones y formación, que han pasado de ocho a más de 20.
Por otro lado, la cantina ha pasado de ser un comedor para unos 50 comensales a convertirse en una sala polivalente con cabida para más de 150 personas, donde pueden organizarse todo tipo de eventos; los empleados podrán practicar deporte y relajarse en los ratos de descanso, para lo cual se ha instalado un relax center que, junto con la pista de pádel construida, serán de libre uso por parte de la plantilla dentro de unos horarios marcados. Por último, se ha ampliado el jardín y se ha reformado para ser del estilo Zen.
En cuanto a beneficios sociales, Kyocera ha expuesto que los empleados cuentan con una importante subvención en el menú diario y en los campamentos de verano para sus hijos (más del 50%) y, de forma gratuita, disponen de seguro médico con cobertura para toda la familia y de clases de inglés semanales, así como cursos que facilitan y aportan mejoras en sus puestos.
La ampliación de la infraestructura y las condiciones laborales responde a un doble compromiso de Kyocera, según la empresa: Tener motivada a la plantilla y confirmar la trayectoria ascendente de la empresa en el mercado español.