El proyecto, de cuatro años de duración, ha sido desarrollado con la colaboración del Ministerio de Industria de Alemania, dentro del proyecto Aktiv, cuya finalidad también es el desarrollo de la comunicación entre vehículos y con el entorno.
En concreto, el sistema puesto en marcha se basa en un dispositivo W-LAN y UMTS, similar al de las redes locales de Internet o sistemas de telefonía móvil, que debe ir incorporado tanto en el coche como en puntos de la infraestructuras vial. De este modo, la carretera en cuestión "explicará" al coche los posibles problemas de restricciones u obras, así como el límite de velocidad permitido en esa vía, entre otros. La información se podrá consultar en una pantalla situada en el cuadro de mandos de los automóviles. Esa información proporciona al conductor la capacidad de poder gestionar su trayecto con antelación, respecto a posibles atascos o problemas con la carretera.
Esa información de antemano es la solución, según la empresa, para evitar los problemas de inseguridad y de estrés para los usuarios de los coches. Los atascos suponen uno de los motivos de mayor nerviosismo en la carretera, y poder evitar en la medida de lo posible dicha situación supondría un "ahorro" de nervios, además de recursos, pues las interrupciones en la carretera suponen el consumo de combustible más elevado en los vehículos. Por otra parte, conocer información sobre velocidad, obras e inclemencias meteorológicas facilita adaptar la conducción a las condiciones de la vía, reduciendo el riesgo de accidente.