Los españoles somos, junto con los franceses, los ciudadanos más preocupados por el impacto medioambiental de nuestras actividades, y nos situamos muy por encima de la media del estudio en cuanto a acciones para reducir ese impacto. De esta idea se desprende el dato de que el 76% de los consumidores del país tienen como una de sus prioridades conocer la eficiencia energética de los electrodomésticos, y en muchos casos este dato se convierte en el aspecto principal a la hora de comprar.
El estudio de Electrolux también informa de las ventajas de tener electrodomésticos modernos y eficientes, tanto para el bolsillo familiar como para el medio ambiente. Actualmente existen 188 millones de frigoríficos, congeladores, lavadoras y lavavajillas con más de diez años de antigüedad, y sustituyendo estos aparatos por otros eficientes, se evitaría la emisión de 20 millones de toneladas de C02 al cielo europeo en un año, el equivalente a 11 centrales térmicas.
Evolución constante
En tan sólo 15 años, la eficiencia energética de las lavadoras se ha incrementado en un 30%, la de los lavavajillas en un 40%, mientras que los frigoríficos y congeladores han mejorado sus consumos desde el año 1993 en un 43%, gracias a las mejoras en los compresores, aislamientos más eficientes y otras innovaciones.