El etiquetado actual, que ya puede verse en muchos aparatos, está compuesto por siete letras con sus respectivos colores, siendo la A de color verde el extremo más eficiente y la G de color rojo la menos. Con el nuevo etiquetado se irán introduciendo paulatinamente las categorías A+, A++ y A+++, en el momento en que la tecnología alcance cotas de eficiencia superiores a las más avanzadas a día de hoy. Conforme vaya añadiéndose más categorías de eficiencia, se suprimirán las de menor efectividad, y así, el día en que el extremo positivo sea A+++, el negativo será el D, nivel intermedio en la actualidad.
Esta información deberá ir incluida en la publicidad de los productos, así como en el material técnico, todo para contribuir a una información completa sobre las características de los productos de cara al cliente. Además de indicar el consumo energético, los fabricantes también deberán incluir el consumo de agua, el ruido que generan y el calor que desprenden sus aparatos.
Por último la norma establece que los órganos nacionales de contratación deberán comprar siempre los modelo más eficientes, y podrán incentivar a consumidores e industria para que compren también este tipo de productos.