Greenpeace lamenta que en España el sector editorial no apueste por el papel reciclado y continue usando en grandes procentajes el papel blanco de fibra virgen. Lo peor para la asociaicón ecologista es el aumento del número de toneladas de dicho papel traído de Indonesia, si bien la mayoría de la celulosa usada en nuestro país proviene de Finlandia.
El principal problema se queda en Indonesia, pues la tala descontrolada de sus propios bosques para la plantación de palma aceitera y acacia (la última es la destinada al papel) destruye la biodiversidad única del país, y la industria que rodea la tala y procesamiento de la madera es de las más contaminantes del mundo, hecho que contribuye a situar a Indonesia como el tercer país emisor de C02 del planeta, sólo superado por Estados Unidos y China.
Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques y Clima de Greenpeace, ha alertado sobre el precio ambiental que tiene que pagar Indonesia: "La demanda de papel barato por parte del sector editorial está alimentando la destrucción de las selvas tropicales de Indonesia, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad y al cambio climático". Soto también ha pedido responsabilidad a las editoriales españolas para que compren celulosa sostenible: "El sector editorial debe comprometerse con el futuro de los bosques y la producción sostenible y consumir preferentemente productos papeleros con altos requisitos ambientales, como son el papel de fibras recicladas o el papel de fibra virgen con el certificado ecológico FSC”.