La campaña para impulsar este impuesto solidario se ha articulado en torno a una potente estrategia multimedia que incluye perfiles en Facebook -donde ya suma 152.855 fans- y Twitter, canal en Youtube, cuenta de fotos en Flickr, etc.
La tasa Robin Hood consiste en un pequeño impuesto 0,05% que se aplicaría a las transacciones que realizan las entidades financieras entre sí. La recaudación serviría para que el sector financiero compensara a la sociedad por haber causado la peor crisis económica en 80 años y, también, para combatir la pobreza y salvaguardar el medio ambiente en los países en desarrollo.
Está inspirada en la Tasa Tobin y se calcula que podría generar miles de millones de euros para paliar los efectos de la crisis económica y combatir la pobreza dentro y fuera de Europa. Más de 350 economistas de todo el mundo, Jeffrey Sachs y Joseph Stiglitz, entre ellos, y figuras del mundo de la cultura e incluso la Iglesia apoyan la creación de este impuesto.