El ministro de Industria, Miguel Sebastián, fue el encargado de presentar el plan nacional Movele, de impulso a la movilidad eléctrica, hace unos meses y ahora ya es una realidad. Aparcar el vehículo privado actualmente en las zonas reguladas de la ciudad, cuesta a los ciudadanos entre 0,50 y 2,10, dependiendo si la plaza se ocupa durante 20 minutos y hasta una hora, periodo de tiempo máximo permitido en las plazas señalizadas con la franja verde.
La exención de los pagos de los parquímetros no será la única ventaja que, afirmó Gallardón, tenga los conductores de vehículos eléctricos. Las políticas fiscales también beneficiarán a los eléctricos. El alcalde garantizó que habrá una bonificación del 75% en el impuesto sobre vehículos eléctricos durante toda su vida útil. Un incentivo similar al que se aplica en Barcelona. La idea es, argumentó el alcalde, que el impuesto de cada vehículo se determine de acuerdo con su nivel de contaminación.