Al acto de presentación, que tuvo lugar ayer en Madrid, asistieron el director general de Economía Social del Trabajo Autónomo y del Fondo Social Europeo, Juan José Barrera; el vicepresidente 1º ejecutivo de la Fundación ONCE, Alberto Durán; el presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño; el director del estudio, José Luis García Delgado; el presidente del Centro Internacional de Investigación e Información sobre la Economía Pública, Social y Cooperativa (CIRIEC), José Luis Monzón; y el director de Relaciones Sociales e Institucionales y Planes Estratégicos de la Fundación ONCE, Miguel Ángel Cabra de Luna.
El estudio resalta la calidad del empleo generado por estas empresas, entre las que se incluyen centros especiales de empleo, asociaciones, fundaciones, cooperativas y sociedades laborales. El perfil de las personas empleadas es una mujer con estudios superiores y un contrato fijo.
Estructura "robusta" para afrontar la crisis
En este sentido, García Delgado, señaló la "robusta" estructura del sector que le ha permitido "afrontar con solidez" la actual situación de crisis económica y afirmó que, en estos últimos años, éstas empresas se han consolidado "sin desnaturalizarse, con eficacia y solidaridad".
Por su parte, Pedreño destacó que este estudio muestra "una realidad cualitativa" de la economía social que se caracteriza por una forma de hacer empresa en la que se apuesta por la cohesión social y el empleo de calidad. Además, no aporta deslocalización, al estar arraigada en su entorno.
Durán resaltó la vertiente de la acción social de éstas empresas a través del epígrafe de "Servicios sociales". Reúnen a, aproximadamente, 23.000 entidades con unos 284.000 trabajadores asalariados y casi un millón de voluntarios que atienden actividades asistenciales que el Estado del Bienestar no alcanza a cubrir y que ahorran a los servicios públicos cerca de 10.000 millones de euros.
