Reportaje > 01/07/2024

Las cadenas de suministro, a examen

El pasado 24 de abril, el Parlamento Europeo aprobó la Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad (CSDDD, por sus siglas en inglés), un paso más en el compromiso de las compañías europeas hacia la sostenibilidad. La normativa, que se prevé que afecte a más de 5.000 empresas, promueve que todas ellas apliquen un enfoque responsable a lo largo de su cadena de suministro, haciendo especial hincapié en el cumplimiento de unos estándares mínimos en lo que a sostenibilidad y derechos humanos se refiere. En estas páginas, repasamos algunas de las best practices que varias empresas españolas ya han implementado en sus operaciones y cadenas de valor.

La nueva Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad afectará a las grandes empresas de la UE y de fuera de la UE. Todas ellas dispondrán de un periodo de entre tres y cinco años para incorporar plenamente las obligaciones y requisitos que esta contempla, lo que ayudará a incrementar la responsabilidad corporativa y a proteger a las víctimas de posibles situaciones abusivas y creando, por ende, un renovado marco de actuación, mucho más claro, para las organizaciones. Así, la Directiva de diligencia debida establece procesos y medidas para detectar, prevenir, mitigar y eliminar impactos negativos en el medio ambiente y los derechos humanos en toda la cadena de valor, lo que a partir de ahora obligará a las empresas a recopilar información cualitativa y cuantitativa a través de informes independientes y el procedimiento de reclamación. Todas ellas deberán llevar a cabo asimismo evaluaciones periódicas de sus operaciones y en cierta medida, la de sus filiales y cadenas de valor al menos una vez al año.
Entre las obligaciones que contempla la CSDDD para que las empresas cumplan una debida diligencia en materia de derechos humanos y medio ambiente, destacan…
• Contar con una política de diligencia debida.
• Determinar los efectos negativos reales o potenciales en los derechos humanos y el medio ambiente.
• Prevenir y mitigar los posibles efectos negativos.
• Establecer y mantener un procedimiento de reclamación.
• Supervisar la eficacia de la estrategia y las medidas de diligencia debida.
• Comunicar públicamente sobre diligencia debida.
• Adaptar un plan de transición climática conforma al Acuerdo de París y con el objetivo de limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5ºC.


España progresa adecuadamente


Toda nueva normativa implica un gran desafío para las empresas que deben aplicarla. El tejido empresarial español no es ninguna excepción, si bien es cierto que, según el estudio “IBEX 35: análisis de las memorias de sostenibilidad 2023”, el 77% de las empresas de nuestro país realizan procesos de diligencia debida y un 71% detalla los principales impactos de sus operaciones. España progresa adecuadamente en la materia, pero todavía le queda margen de mejora en algunos aspectos, puesto que solo el 54% de sus empresas dispone de medidas de reparación ante impactos negativos probados y solo un 51% de ellas informa sobre los impactos en su cadena de suministro.


La tendencia en lo que respecta al compromiso del empresariado español con los derechos humanos también es positiva. Así lo recoge “ODS Año 8: Rentabilidad económica y Agenda 2030”, que revela cómo el porcentaje de empresas españolas comprometidas a respetar y apoyar los derechos humanos en su seno pasó del 47% de 2016 al 89% de 2021. Otro dato que destaca ese mismo informe y que sorprende muy gratamente es que, en esos cinco años, las empresas españolas cotizadas que adoptaron procesos de diligencia debida pasaron del 7% al 48%. La concienciación de las empresas españolas es evidente y la nueva directiva representa una oportunidad para promover una cultura empresarial todavía más ética y responsable.



El rol del equipo de Sustainable Procurement


Bayer España mantiene un firme compromiso en su estrategia de sostenibilidad, integrando estos valores en la organización y, tal como señala su Lead Sustainable Procurement, Félix Zink, “en el acompañamiento a nuestra cadena de valor teniendo en cuenta el desempeño medioambiental, pero también de derechos humanos y en relación con el Programa de Diversidad de Proveedores”. Para ello, la compañía desarrolla indicadores que le ayudan a supervisar el progreso en diversas áreas de sostenibilidad y definir objetivos adecuados. “Además prosigue Zink-, evaluamos a todos los proveedores estratégicamente relevantes y de riesgo sobre su rendimiento en este sentido y trabajamos conjuntamente en el desarrollo de buenas prácticas de sostenibilidad”.


Como parte de su estrategia de descarbonización, Bayer se ha comprometido a alcanzar un objetivo de reducción de acuerdo con los requisitos de la iniciativa Objetivos Basados en la Ciencia (SBTi), en consonancia con el Acuerdo de París. En este objetivo, está siendo fundamental la labor del equipo de Sustainable Procurement que, desde España, presta servicio global para acompañar a los cerca de 100.000 proveedores de la compañía en todo el mundo, habiendo contribuido de forma esencial a la reducción de un 14% de las emisiones de CO2 de Bayer en España en 2023 y a la reducción de su huella de carbono de cerca del 30% que acumula desde 2019.


 



El desempeño económico y el sostenible, al mismo nivel


La sostenibilidad forma parte de manera integral de la estrategia de Bayer y es que, destaca Zink, “entendemos esto como clave para el avance y el refuerzo del compromiso”. En el marco de la compañía, existe asimismo un grupo de trabajo que, de forma transversal y sistémica, incluye a todos los centros, áreas de actividad y funciones relevantes para ello dentro de Bayer. “Dentro de sus compromisos empresariales y en coherencia con todo ello, la compañía pone en el mismo nivel el desempeño económico con el sostenible como única forma de seguir avanzando y aportando a la sociedad del futuro”, remarca Zink. El reto pasa, pues, por “encontrar soluciones integrales basadas en innovación que nos permita perseguir objetivos que sean beneficios para el planeta, la sociedad y el beneficio de la empresa”.


En BBVA, la estrategia de sostenibilidad también tiene carácter transversal dentro del grupo. Tal como apunta su ESG Senior Procurement Manager, Francisco Lucas Jiménez, “es responsabilidad de todas sus áreas incorporarla progresivamente en su agenda estratégica y en sus dinámicas de trabajo”. Por eso, desde hace años, “Compras trabaja con el equipo de Sostenibilidad en la definición de varias líneas de trabajo”, puntualiza Jiménez. Y no solo eso, ya que, durante 2023, la compañía implementó un módulo de sostenibilidad dentro del proceso de evaluación de proveedores y publicó por primera vez la huella de carbono correspondiente a las emisiones de la compra de bienes y servicios y de bienes de capital.


“Adicionalmente -señala Lucas Jiménez-, en determinadas negociaciones relevantes estamos incorporando criterios ESG en el análisis de las ofertas de los proveedores concursantes.” Todo ello, sin olvidarse de la formación, una pieza en palabras de Jiménez “clave para incorporar la sostenibilidad en la función”. Su importancia es tal que el 90% de la plantilla de Compras del grupo ha realizado una formación básica en sostenibilidad.


Estándares mínimos de comportamiento


A nivel normativo, BBVA cuenta con dos elementos fundamentales: el código ético de proveedores y los principios generales del aprovisionamiento. El primero, explica Lucas Jiménez, “establece los estándares mínimos de comportamiento en materia de conducta ética, social y medioambiental que los proveedores deben respetar cuando proporcionen productos y servicios”, mientras que los segundos “establecen los principios y valores en los que se basa el modelo global de aprovisionamiento de Grupo BBVA, así como las pautas de comportamiento que deben seguir todas las personas que participan en el proceso de aprovisionamiento”.


En esa búsqueda conjunta de buenas prácticas entre la organización y sus proveedores, BBVA está impulsando, asimismo, por segundo año consecutivo, la formación en sostenibilidad de sus pymes proveedoras. “Lo hacemos a través del programa de capacitación de Proveedores Sostenibles del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, en colaboración con el ICEX y la fundación ICO”, matiza Lucas Jiménez.


Cabe señalar que la firma ha sido reconocida por el propio Pacto Mundial como la entidad impulsora -de las 37 grandes empresas participantes- que más pymes ha formado en el programa, el cual es gratuito, tiene una duración de siete meses y, tal como revela el directivo, “pone el foco en solventar las barreras a las que se enfrentan las pymes en la transformación sostenible: el conocimiento, la falta de herramientas y otros recursos de formación”.




 


Plan de Banca Sostenible


“En CaixaBank pedimos a nuestros proveedores compartir los mismos principios éticos, de compromiso social y medioambiental que nosotros desempeñamos, esto es, respetar los 10 principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas relativos a derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción; aceptar el Código de Conducta de Proveedores y aplicar la política interna de los Principios de Derechos Humanos de CaixaBank y los Principios de Compras de CaixaBank en el proceso de homologación”, explica César Chaves, referente de Sostenibilidad en Compras del grupo. A través de los Principios de Compras de la entidad, aprobados en 2023, se establecen criterios para evaluar el desempeño de los proveedores teniendo en cuenta sus compromisos ambientales, sociales y éticos, y para evitar la contratación de aquellos que hayan incurrido en algún incumplimiento legal, fiscal, laboral o de derechos humanos o en cualquier forma de corrupción, entre otros.


La sostenibilidad en la cadena de suministro es un elemento del Plan de Banca Sostenible y uno de los pilares del Plan Estratégico 2022-2024 de Caixabak y es que, tal como refiere Chaves, “una de nuestras ambiciones es liderar el impacto positivo e impulsar la economía real”. Desde el área de Compras y Financiera se lleva tiempo trabajando en diferentes iniciativas dentro de su Plan Estratégico totalmente alineadas con los objetivos del Plan de Banca Sostenible. Iniciativas como las Fichas Verdes que, para diferentes taxonomías, fijan los criterios de determinados productos en factores ambientales, la consideración de criterios de sostenibilidad en la matriz de decisión de los concursos, o el compromiso de pago de facturas en un máximo de días son, en palabras de Chaves, “ejemplos de este compromiso por parte de estas áreas”.


Transposición progresiva


“CaixaBank trabaja asimismo para entender los impactos en los Derechos Humanos derivados de su actividad”, prosigue Chaves. Para ello, tiene implantados procesos periódicos de diligencia debida para valorar el riesgo de incumplimiento, a partir de los cuales propone medidas de prevención o remedio de los impactos negativos y medidas para maximizar los impactos positivos. Se trata de un proceso que se inició en 2017 y que lleva de forma periódica cada tres años, con lo que, en 2023, el proceso de debida diligencia y evaluación en materia de Derechos Humanos, apunta Chaves, “ya tomó en consideración los requerimientos de la nueva Propuesta de Directiva Europea sobre debida diligencia en materia de sostenibilidad y el resto de los requerimientos de sus grupos de interés clave”.


En El Corte Inglés ya están trabajando de cara a la entrada en vigor de la Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad. Para ello, la compañía ha definido ocho pasos estratégicos en sintonía con las buenas prácticas en la que se basa la directiva. Tal como detalla su responsable de Cadena de Suministro, Juan José Gómez, el primero será la integración: “La diligencia debida está totalmente integrada en la acción estratégica de la empresa a través de la política corporativa de Sostenibilidad en la que el Consejo de Administración formula el mandato de ejercer esta diligencia debida a lo largo de su cadena de valor.” Una obligación que “aplica notablemente a las áreas de Sostenibilidad, de Compras y financiera”, puntualiza.


 


Prevención, mitigación y reparación de riesgos


En este impase, el Corte Inglés también aplicará pasos como la detección de posibles riesgos y, en función del resultado, priorizará su actividad en materia de diligencia debida. También trabajará en la prevención y mitigación de riesgos potenciales. Lo hará, describe Gómez, a través de tres herramientas, “la práctica de compra responsable por parte de nuestra central de compras; la introducción de una cláusula de Sostenibilidad por la cual nuestros proveedores se adhieren al Código Ético de El Corte Inglés y a nuestras políticas corporativas, y la formación en materia ASG, tanto a nivel interno a nuestro departamento de compras, como a nivel externo a nuestros proveedores”. La firma realiza asimismo más de 2.500 auditorías ASG al año a las fábricas de sus proveedores de marcas propias, las cuales, destaca Gómez, “son el instrumento de detección y verificación de los riesgos potenciales”. En base a ellas, continúa, “determinamos los planes de acciones correctoras que forman parte de la mitigación e incluso reparación”.


La reparación, de hecho, sería el cuarto paso estratégico en el que está trabajando la compañía, a los que cabe añadir el trabajo que realiza con sus grupos de interés -a través, por ejemplo, de la celebración anual de las Jornadas Abiertas de Partes Interesadas-; los canales de denuncias -uno interno y dos externos, el del International Accord y el Speak For Change de amfori-; la supervisión de la eficacia de los procesos y la publicación del desempeño de la diligencia debida a través de herramientas como la Memoria anual de Sostenibilidad, aprobada por el Consejo de Administración de ECI y por su Junta de Accionistas.


 


Suministro responsable


La sostenibilidad es muy importante para Henkel. Por eso, señala su director de Compras, Manuel Delgado, “las políticas de compra, que implican a toda la cadena de suministro, están incluidas en nuestra estrategia y objetivos y podemos confirmar que realizamos un suministro responsable”. Henkel está comprometida con los ODS del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y forma parte de “Together for Sustainability” para compartir su responsabilidad con nuestros proveedores, partners, clientes y consumidores. A nivel global, apunta el también Head of IMS Purchasing Europe de la compañía, “la cadena de suministro de Henkel incluye a socios de más de 115 países, donde impulsamos todos juntos la sostenibilidad a lo largo de toda la cadena de suministro, promovemos prácticas que cuidan del medio ambiente y respetan los derechos humanos, y siempre vamos más allá del cumplimiento de las normativas a nivel local”.


La compañía lleva tiempo trabajando el cuidado del medio ambiente a nivel integral, así como más de 30 años publicando su informe de Sostenibilidad, que detalla su compromiso con la transparencia y las prácticas sostenibles. “Queremos asegurar la calidad, eficiencia e impacto positivo para el medio ambiente tanto de nuestros productos como de nuestros procesos”, destaca Delgado. En ese sentido, reconoce, “aplicar nuestra estrategia de suministro responsable sería imposible sin la colaboración de todos, tanto de nuestros socios comerciales como de nuestros empleados alrededor de todo el mundo”. Por ello, el objetivo es “integrar plenamente nuestros objetivos sostenibles en nuestras unidades de negocio y en nuestros proveedores”.


Prácticas sostenibles y equitativas


Henkel exige a todos sus proveedores cumplir con unos requisitos mínimos, entre los que destacan conocimiento sobre políticas y estándares actualizados. “Teniendo en cuenta las distintas regulaciones internacionales y locales, contamos con nuestro Marco de Ambición de Sostenibilidad 2030+, que utilizamos como eje para hacer posible un futuro climáticamente neutro, con un abastecimiento circular y unas prácticas tanto sostenibles como equitativas”, subraya Delgado. Este también hace hincapié en que la compañía evalúa y forma constantemente tanto a sus empleados, a través de programas como “Sustainability at Heart”, como a sus proveedores. Un ejemplo de ello es el programa “Climate Connect”, lanzado recientemente, explica Delgado, “con el fin de evaluar las emisiones de CO2 a lo largo de toda la cadena”.


“En ILUNION tenemos una política de compras responsable y sostenible que define los criterios de compra del grupo, basados en principios de ética, transparencia e integridad en la relación con los proveedores, en la evaluación de riesgo de la cadena de suministro y en la incorporación de criterios sociales, medioambientales y de buen gobierno a la gestión de las compras, garantizando en todo caso un equilibrio entre idoneidad técnica, calidad y precio.” Así describe la cadena de suministro de la compañía su directora de Compras y Patrimonio, Nerea Bidaurrázaga, quien añade que, en esta política, “también se definen los estándares que todos los proveedores de productos y servicios de ILUNION deberán asumir para poder tener una relación contractual con la compañía”.


Relaciones a largo plazo


En palabras de Bidaurrázaga, uno de los principales desafíos al que se enfrenta el área de Compras es “consolidar un modelo de compras responsable y sostenible que nos permita generar un impacto positivo en nuestra cadena de suministro y en el entorno, incorporando criterios ambientales, sociales y de buen gobierno tanto en la selección como en la negociación y evaluación de proveedores, alineándonos siempre con la estrategia de sostenibilidad de ILUNION”. El otro, obviamente, es adoptar la recién aprobada Directiva de debida diligencia, ya que la normativa, puntualiza Bidaurrázaga, “aborda uno de los desafíos más complejos, que es la falta de datos precisos y completos sobre el origen real de nuestras cadenas de suministro”. En ese sentido, avanza, “nos tocará implementar sistemas robustos de recopilación de datos, utilizando tecnologías como la inteligencia artificial para asegurar esa trazabilidad e integridad, así como colaborar con proveedores para desarrollar relaciones más estrechas para mejorar esa transparencia”.


Y es que, para Bidaurrázaga, el compromiso de ILUNION con la gestión responsable y sostenible en toda su cadena de valor no es posible sin la colaboración de los proveedores: “Para nosotros es fundamental establecer relaciones a largo plazo basadas en la confianza y en el compromiso mutuo.” Un compromiso que también contempla ofrecer a sus proveedores programas de formación como, por ejemplo, el desarrollado por Pacto Mundial de la ONU España, la Fundación ICO e ICEX España Exportación e Inversiones y que, como explica Bidaurrázaga, “tiene como objetivo formar a pymes proveedoras de grandes empresas, distribuidas alrededor del mundo, en ámbitos específicos de la sostenibilidad”.


Mejora del desempeño de los productos


En Leroy Merlin son conscientes de que la sostenibilidad debe ser transversal a toda la cadena de valor. Por ello, tal como apunta su directora ejecutiva de Impacto Positivo, Cristina Sánchez, “colaboramos desde todas las áreas de la compañía, de la mano con nuestros proveedores, para mejorar el desempeño de los productos a lo largo de todo su ciclo de vida”. La compañía apuesta cada día por contar con una oferta de productos responsable y sostenible, de productos positivos. En el marco del compromiso, incide Sánchez, “medimos y certificamos el grado de cumplimiento de cada uno de nuestros productos según cerca de 30 criterios de sostenibilidad y ecodiseño”. Entre esos criterios, clasificados en ocho objetivos relacionados con el ciclo de vida de un producto, destacan seis basados en aspectos medioambientales y otros dos que se han fijado para la mejora del impacto ético y social de la compañía. Así, ilustra Sánchez, “se tiene en cuenta desde el proceso de fabricación a sus materias primas, pasando por sus características de reparabilidad y durabilidad, la huella de carbono de su transporte o si es fácilmente reciclable al final de su vida útil”.


Según la Agencia Federal Alemana del Medio Ambiente, el 80% de los impactos ambientales y sociales de un producto pueden mitigarse ya desde la fase de diseño. Un punto de partida que, en el caso de Leroy Merlin, ha servido para mejorar productos como el césped artificial sin látex, las pinturas Biobase a base de ingredientes naturales o el uso de madera sostenible en todos los productos que contienen este material. Para la firma es clave asimismo impactar positivamente allí donde operan. Por ello, señala Sánchez, “fomentamos las compras a proveedores nacionales, lo que también nos ayuda a hacer más sostenible nuestra cadena de valor”. En ese sentido, en 2023 la compañía realizó un 75% de sus compras a proveedores nacionales. Y no solo eso, ya que se ha marcado como objetivo de alcanzar un 90% próximamente.




 


Impacto positivo


“Nuestro trabajo en sostenibilidad no tendría el mismo desempeño sin la participación de todos nuestros proveedores”, matiza asimismo Sánchez, para quien, “al implicar a toda la cadena de valor y trabajar mano a mano con ellos a través de palancas como los criterios de ecodiseño, se consigue desarrollar más productos con un impacto positivo para ponerlos después a disposición de los clientes”. La compañía cuenta con distintos momentos de encuentro con sus proveedores, en los que les traslada su apuesta por la sostenibilidad. “Además -sigue Sánchez-, en 2024 hemos invitado a participar a nuestros proveedores pyme en el programa “Proveedores Sostenibles”, una iniciativa del Pacto Mundial de la ONU España para capacitar a pequeñas y medianas empresas en sostenibilidad, con acceso a cursos y sesiones, guías y casos prácticos”. Sánchez tampoco se olvida del rol de los equipos en el desafío que supone la sostenibilidad, por lo que “sabiendo que el asesoramiento experto a nuestros clientes es uno de los atributos que nos distingue, hemos comenzado a impartir formaciones en sostenibilidad para todos nuestros empleados, en materias asociadas por ejemplo a productos o a gestión de residuos”. En 2023, el 94% de la plantilla recibió la formación, con una media de 29,3 horas por empleado.


Generar un impacto positivo en el planeta y la sociedad es el reto que también persigue L’Oréal a través de su compromiso integral con la sostenibilidad. Tal como dice el Procurement Director Spain & Portugal de la firma, Pablo Crespo, la compañía “puede decir que gestiona su cadena de suministro de forma sostenible y socialmente responsable”. La compañía, prosigue “dispone de políticas de compra responsable y, para asegurar el cumplimiento, los equipos de Compras llevan implementando el programa L'Oréal for the Future (L4TF) desde el año 2020”. A grandes rasgos, este programa de sostenibilidad establece 26 compromisos públicos concretos para el año 2030, con el fin de transformar las actividades de L’Oréal y su ecosistema, y así contribuir a un futuro más sostenible e inclusivo. “De esos 26 compromisos, siete son directamente responsabilidad de Compras”, señala Crespo, quien apunta asimismo que, antes de 2030, la firma debe asegurar, entre otros objetivos, que sus proveedores estratégicos reduzcan un 50% sus emisiones directas en comparación con las de 2016 o que el 100% de los ingredientes de base biológica para fórmulas y materiales de embalaje sean trazables y provengan de fuentes sostenibles.


 


Medición de huella ambiental


“En 2030 el 100% de nuestra PLV será asimismo ecodiseñada, teniendo en cuenta los principios de economía circular al final de su vida útil”, prosigue Crespo, quien destaca cómo L’Oréal “se ha convertido en la primera compañía en usar EcoDesignCloud para medir su huella ambiental en la fabricación de PLV, demostrando así que la sostenibilidad no está reñida con el coste”. Crespo asevera cómo la sostenibilidad “forma parte de la cultura de L´Oréal y va intrínseco en el ADN del equipo financiero y el de compras”, lo que “facilita un alto grado de adopción de las políticas”. Como ejemplo, cita el compromiso Inclusive Sourcing, con el que la firma ayudará a 100.000 personas de comunidades desfavorecidas a acceder a empleo a través de sus proveedores.


Pese al gran despliegue, Crespo reconoce que “no todo está siendo un camino de rosas”, pues la implementación de L4TF también se enfrenta a desafíos. Crespo cita dos en particular: “Asegurar la sostenibilidad en toda la cadena de suministro, un proceso complejo que requiere la colaboración de múltiples actores y crea carga de trabajo adicional para los equipos, y el desarrollo de nuevas tecnologías y soluciones que requiere alcanzar algunos de los objetivos del programa.”


Evaluaciones y homologaciones


“En Mutua Madrileña promovemos que nuestros proveedores compartan los mismos principios de ética y responsabilidad que exigimos a nuestros empleados. Por ello, todos los proveedores y colaboradores deben comprometerse a llevar a cabo su actividad con la máxima diligencia y respeto y cumplir con unos principios de responsabilidad y ética empresarial”, destaca Conchita Navarro, directora de Sostenibilidad y RSC de la compañía. La firma cuenta con una Política de compras que, primero, contempla un proceso de registro de proveedores en un Portal de Compras donde se recopila información básica y se realizan unos primeros filtros para garantizar el cumplimiento de nuestras políticas. “También existe un proceso de homologación que incluye diversos criterios de evaluación (legales, económicos, técnicos, de responsabilidad social corporativa, de prevención de delitos penales y de eficiencia energética, etc.”, añade Navarro, quien además cita la actualización del Código Ético de Proveedores realizada en 2022 “y que se difundió entre los proveedores y colaboradores del portal de compras a principios de 2023”. A lo largo del año pasado, Mutua Madrileña realizó asimismo una evaluación del 64% de sus proveedores de bienes y servicios que son susceptibles de pasar por el proceso de homologación desde la perspectiva de sostenibilidad (criterios ambientales, sociales y de buen gobierno).


Tal como explica Navarro, el área de Compras Corporativas de la compañía “es la encargada de garantizar el cumplimiento de las políticas, la transparencia de los procesos de contratación y la racionalización de costes de la compañía”. Además, el Plan Director de Sostenibilidad 2022-2026 tiene como uno de sus objetivos alinear al 100% de los proveedores con el nuevo Código Ético de Proveedores para 2026, un hito al que la compañía se va acercando poco a poco. Y es que, revela Navarro, “durante 2023 hemos avanzado significativamente en el alineamiento de los proveedores de bienes y servicios y hemos comenzado el de los proveedores de prestaciones”. Un compromiso por parte de los colaboradores de la firma con la gestión responsable que a ellos les permite “apoyar el cumplimiento de la legislación vigente, evitar impactos sociales negativos y cualquier otra práctica que vaya en contra de los derechos fundamentales de las personas”.


Creación de valor compartido


Nestlé plasma sus valores y principios en varios documentos internos que comparte con todos los proveedores de su cadena de suministro, entre ellos los Principios corporativos empresariales de Nestlé y el Estándar de Suministro Responsable de Nestlé (Nestlé Responsible Sourcing). La compañía, explica su Local Sourcing Strategic Buyer en España, José Carlos Bueno, “espera encontrar idénticos principios en las empresas con las que se relaciona y en sus proveedores de materiales, bienes y servicios”. Por tanto, prosigue, “les pedimos a todos ellos que lean y nos den su conformidad al cumplimiento de dichos principios generales de actuación empresarial”. Para muestra, el Estándar de suministro responsable de Nestlé, que, tal como apunta Bueno, define “la forma en la que obtenemos nuestros suministros, basado en el cuidado y el respeto por las personas, las comunidades y el planeta”. Y es que, subraya, “el enfoque de Nestlé respecto al suministro responsable constituye un pilar fundamental de nuestra misión: mejorar la calidad de vida y contribuir a un futuro más saludable.


En esta visión, no es de extrañar, pues, que la sostenibilidad esté considerada “como uno de los pilares de la estrategia de Nestlé en la creación de valor compartido” y que, por tanto, “todas y cada una de las áreas de la empresa estén directamente implicadas en su desarrollo y completamente alineadas en la consecución de los objetivos”, sigue Bueno. De hecho, la creación de valor compartido es la manera que tiene la compañía de gestionar sus negocios y, tal como apunta Bueno, “se basa en crear valor a largo plazo para los accionistas, a la vez que crear valor para la sociedad”.  Para ello, se centra en “áreas básicas para las actividades de negocio de la compañía, como son el agua, la nutrición y el desarrollo rural”, añade. Una estrategia, asimismo, que contempla prácticas empresariales sostenibles a lo largo de esa cadena de valor, de las que hacen partícipes a todos los actores que intervienen en ella. Así lo resume Bueno: “A lo largo del ciclo de vida del producto, involucramos a todos los participantes a lo largo de toda nuestra cadena de valor, desde los agricultores hasta los consumidores, con el objeto de reducir al mínimo el impacto medioambiental de nuestros productos y nuestras actividades”.


Acompañamiento de proveedores


Ramón Luengo, Senior Vice President Procurement de Minor Hotels, afirma que, para asegurarse de que los criterios de sostenibilidad que guían la forma de trabajar de la compañía se aplican dentro de su cadena de valor, implementan procesos de monitorización de los proveedores que les ayuden a prevenir posibles riesgos y establecer medidas correctivas. “Nos hemos apoyado en las directrices establecidas por la directiva europea para definir estos procesos, mejorarlos y actualizarlos para cumplir con CSDDD y alinearlos con nuestra Política de Sostenibilidad y nuestro Compromiso de Compras Sostenibles”, señala. De esta forma, prosigue, “aseguramos un mayor cumplimiento del Código de Conducta de la compañía en sus diferentes aspectos: ambientales, de gobernanza y sociales”. El proceso de monitorización se realiza, como mínimo, una vez al año y concluye con un informe comparativo para el proveedor. “De esta forma -puntualiza Luengo-, los acompañamos en este proceso de mejora para hacia un camino más sostenibles.”


“La forma en la que trabajamos la sostenibilidad con nuestros proveedores es a través de la monitorización y el diálogo”, insiste. La compañía también les comparte un manual formativo con ejemplos prácticos y qué necesita que les reporten (huella de carbono, consumo energético y de agua…) “De esta forma, pueden entender qué información deben empezar a recopilar y, una vez cuenten con ella, podremos identificar áreas de mejora”, afirma Luengo.




 


Acciones de sensibilización


Internamente, Minor Hotels también lleva a cabo acciones de sensibilización de sus equipos, como el desarrollo de programas de formación destinados a las personas que más contacto tienen con los proveedores, “para que puedan identificar nuevas oportunidades; priorizando alianzas clave y aumentando el consumo a proveedores locales y organizaciones responsables”, sostiene Luengo. Las diferentes áreas que participan del proceso de compras de la compañía se encuentran asimismo alineadas con estos objetivos. “De hecho -puntualiza Luengo-, significan un refuerzo en el análisis de riesgos que puede existir en la relación con un proveedor, y les ayuda a tomar mejores decisiones”. En la mayoría de los casos, añade, “sirve también de autocrítica y ayuda a abrir nuevos espacios de diálogo que proponen soluciones conjuntas o mejoras en los procesos”.


La gestión de la cadena de suministro de Sanitas se centra en asegurar que todos los proveedores cumplen con estrictas políticas de transparencia y respeto por los derechos humanos y laborales. A este respecto, señalan fuentes corporativas de la firma, “trabajamos en estrecha colaboración con ellos para mitigar cualquier impacto negativo derivado de nuestras operaciones, a la vez que promoviendo prácticas como el uso de energías renovables y la reducción del consumo de plásticos y papel”. Basándose en el Código de Conducta de la compañía, todos los proveedores deben conocer también su Declaración de Cadena de Suministro Responsable y el Certificado de Ética del Proveedor, “que establecen altos estándares para la selección, contratación y gestión, identificando posibles riesgos”. Desde 2022, Sanitas lleva a cabo reuniones periódicas con sus principales proveedores no asistenciales “para alinear nuestras estrategias de compra con el objetivo de lograr la neutralidad en emisiones de carbono para 2040”. Y no solo eso, ya que, tal como destacan fuentes corporativas de la compañía, en España trabajan mayoritariamente con proveedores locales, representando el 96% del total y el 97% del volumen de transacciones. “No mantenemos relación con proveedores de países que no cumplan con convenios internacionales sobre derechos humanos”, insisten.


Colaboración interdepartamental


Las áreas financieras y de compras siempre han sido claves en la consecución de los objetivos de sostenibilidad. Ya en 2010, apuntan fuentes corporativas de Sanitas, “lideraron el cambio de contratación de energía eléctrica a un suministro 100% origen renovable”. Asimismo, prosiguen, “nuestros objetivos de sostenibilidad, incluido nuestro objetivo de ser NetZero en 2040 no se puede conseguir sin el compromiso del área de compras”. A lo largo de los años, la compañía ha comprobado también “cómo la integración de métricas ESG, además de ser crucial para reducir emisiones, tiene beneficios asociados a la sostenibilidad financiera o continuidad de suministro”. Por ello, ha desarrollado un enfoque integral “que prioriza la transparencia y el buen gobierno corporativo y proporciona herramientas que facilitan y orientan la gestión diaria”. Bajo esta perspectiva, el Código de Conducta de la compañía “sirve como piedra angular, puesto que establece los valores y principios éticos que dirigen nuestras operaciones empresariales”, algo que “no solo nos distingue como empresa comprometida y responsable mejorando la reputación sino que nos ayuda a mitigar posibles riesgos en la cadena de suministro.”


El área de Compras también es clave en la consecución de otros objetivos sociales de la compañía como es la integración laboral. “Solo en 2023, Sanitas llevó a cabo transacciones con proveedores certificados como Centro Especial de Empleo por un volumen de 3,5 millones de euros”, destacan fuentes corporativas. Además de tener en cuenta la parte ética de la cadena de suministro, los departamentos de Compras están priorizando proveedores que cumplen con estándares de sostenibilidad, impulsando prácticas como la economía circular o productos bajos en emisiones de CO2. “En este sentido, el equipo de Compras fue clave para integrar la línea de uniformes sostenibles que se inició en las clínicas dentales o en la eliminación de plásticos de un solo uso, por ejemplo, vasos, bolsas y botellas”, prosiguen. Fuentes corporativas de Sanitas apuntan que este alineamiento “no siempre es perfecto, ya que puede haber desafíos en la integración total de estos criterios”. En ese sentido, apuntan, “la colaboración interdepartamental, una visión a largo plazo y el apoyo desde la alta dirección son esenciales para superar estos obstáculos y alcanzar la integración total de la sostenibilidad en todas las áreas de la compañía, tal y como ocurre en Sanitas”.


Transparencia, responsabilidad y sostenibilidad


La gobernanza de Tendam en debida diligencia en el ámbito de impacto social se apoya en la comisión de ESG delegada del Consejo de donde emana la Política de derechos humanos, y los comités de Ética y de Sostenibilidad. “Gestionamos la cadena de suministro con un enfoque en transparencia, responsabilidad y sostenibilidad”, señala su director general corporativo, Ignacio Sierra. Y no solo eso, ya que la compañía implementa políticas de compras responsables que incluyen evaluaciones de proveedores, auditorías y programas de capacitación “para asegurar el cumplimiento de estándares de derechos humanos, condiciones laborales adecuadas y prácticas ambientales sostenibles”, además de publicar informes regulares sobre sus actividades y progresos en materia de sostenibilidad.


En 2021 Tendam aprobó asimismo una nueva política de compras responsables que incluye estándares específicos para productos sostenibles, fabricación responsable con el medio ambiente y condiciones laborales. En ella, puntualiza Sierra, “destaca el respeto por los derechos humanos, el cumplimiento de leyes anticorrupción y antisoborno, la protección de la propiedad intelectual y el uso responsable de datos personales”, al margen de establecerse “requisitos mínimos en condiciones laborales, salud y seguridad del producto, bienestar animal y respeto al medioambiente”. “Colaboramos estrechamente con nuestros proveedores para actualizar y extender estos estándares a toda la cadena de suministro, promoviendo la calidad, sostenibilidad y eficiencia”, insiste. Una hoja de ruta en el que las áreas financiera y de Compras son claves, en tanto que, apunta Sierra, son áreas “completamente alineadas con la visión de sostenibilidad de la compañía y colaboran con otros departamentos para asegurar la implementación efectiva de nuestras políticas”. Una colaboración, concluye, que fue “especialmente intensa” en momentos de crisis como la pandemia de Covid-19 “para procurar de instrumentos de financiación flexible y confirming internacional a nuestros proveedores esencial para su viabilidad económica”.

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