Reportaje > 29/11/2022

Towards a more sustainable investment & corporate management

En la mesa titulada “Towards a more sustainable investment & corporate management”, Sustainability Day 22 abordó los puntos de unión y los desafíos que existen entre la gestión empresarial y la financiación sostenible, en definitiva, entre intangibles y tangibles, para que ambas líneas de actuación confluyan en una empresa verdaderamente sostenible capaz de generar impactos positivos en la triple vertiente ESG.

“Los ODS representan la sostenibilidad y si lo haces bien consigues una buena reputación”, aseveró el CEO de Corporate Excellence - Centre for Reputation Leadership, Ángel Alloza. “Si lo haces bien lo reconocen tus stakeholders y el premio es la capacidad de atracción de talento, capital, clientes, ampliar tu licencia para operar y todo lo que hay detrás de una empresa que genera admiración, respeto y confianza”. Y añadió: “Medir la reputación es un hecho. Somos una organización de alianzas en la que juntos avanzamos ayudando a desarrollar herramientas de medición y herramientas de gestión. En primer lugar, son el criterio para tomar decisiones informadas y, en segundo, ayudan a cambiar el comportamiento y la cultura de las organizaciones incorporando los indicadores no financieros al cuadro de mando, donde se define la estrategia, el éxito y el fracaso, y las políticas de remuneración de los directivos y trabajadores”.


En su intervención, el director general de Spainsif, Javier Garayoa, destacó que “el mercado reconoce que los criterios de sostenibilidad ASG, existe una correlación directa entre los criterios de sostenibilidad y el desempeño financiero que se traduce en riesgos y rentabilidad”. Y explicó que en España se ha pasado de 34.000 millones de euros en activos gestionados con criterios de sostenibilidad en el año 2009 a 350.000 millones en el 2020. “Estamos hablando de volúmenes, de flujos de capital, de entidades financieras que ofrecen productos sostenibles en sus catálogos de productos. Estamos hablando de la demanda del inversor institucional y de la demanda del inversor retail. Todo esto no es algo etéreo ni intangible. Todo es tangible porque se puede monetizar”.


Javier Garayoa también hizo hincapié en la importancia de la formación financiera al comentar que, “en un primer momento el tirón de la financiación sostenible lo ejercieron los grandes inversores públicos, pero también estamos los particulares. Ello requiere un nivel de formación, una cultura financiera y a partir de ahí surge la demanda de un producto de financiación sostenible. Todo es un tema de sensibilización y no forzar únicamente a través de normativa. Hay que conocer la aportación de tu dinero, manteniendo criterios de riesgo y de rentabilidad, pero también aportando aspectos clave de sostenibilidad y haciendo que la sociedad vaya transformándose”.


Por su parte, a la hora de destacar la importancia de la formación, Ángel Alloza afirmó que “esta idea de mitigar riesgos y fortalecer tu reputación está ligada a un camino que hay que recorrer a la misma velocidad a la que se está deteriorando el clima y la desigualdad social. Es una carrera que queremos hacer con otros muchos actores y queremos facilitar a través del conocimiento y la formación porque las empresas necesitamos transformarnos de forma rápida y para ello tenemos que aprender. Este ejercicio de transformación tan brutal en el que estamos inmersos requiere de una formación especializada para poder trabajar de forma transversal, y para ello necesitamos formarnos como profesionales y de una coalición de alianzas para llegar a todos los profesionales”.

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