Reportaje > 30/09/2021

La gran empresa se vuelca en la consecución de los ODS

Coincidiendo con el sexto aniversario de la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), desde CompromisoRSE hemos querido hacer balance de su grado de adopción. Un balance agridulce pues, aunque la gran empresa, en términos generales, ha alineado su estrategia a la consecución de dichos Objetivos, la pandemia y la consecuente crisis económica han lastrado el empujón alcanzado. Los ODS representan el plan maestro a nivel global para conseguir un futuro sostenible. Se interrelacionan entre sí e incorporan los desafíos globales a los que nos enfrentamos día a día, como la pobreza, la desigualdad, el clima, la degradación ambiental, la prosperidad, la paz y la justicia.

Las empresas, con sus sus líderes a la cabeza, son muy conscientes de la necesidad de invertir en negocios sostenibles. Según el informe “ODS Año 5. El liderazgo colectivo en la Agenda 2030: una década para la acción”, publicado por la Red Española del Pacto Mundial (REPM), el 66% de las empresas de la REPM están comprometidas con la Agenda, pero solamente el 17% incorporan compromisos. Un dato que pone de manifiesto la necesidad de continuar avanzando en el nivel de compromisos. Así pues, la directora ejecutiva de Policy de MSD en España, Cristina Nadal, asegura que “aunque somos conscientes de que todos los ODS son esenciales para promover el desarrollo sostenible, la compañía prioriza aquellos en los que su posición y expertise les puede ayudar a tener el mayor impacto”.  En concreto, “el acceso a la salud, la sostenibilidad medioambiental, operar con ética y transparencia y el compromiso con nuestros empleados son los pilares de nuestra responsabilidad corporativa y también forman parte de la misión que tenemos como compañía biofarmacéutica, que consiste en descubrir, desarrollar y proporcionar productos y servicios innovadores que salvan y mejoran vidas”, comenta.


Por otro lado, el SDG Index 2020 analiza el efecto de la pandemia del coronavirus en la consecución de los 17 ODS y concluye que el objetivo de reducción de pobreza y del hambre, las desigualdades y la protección al medio ambiente han sufrido un estancamiento importante durante el último año. En este sentido, la directora Corporativa del Grupo ENUSA, Charo Arévalo, afirma que “si bien es indudable que se han consumado algunos avances, principalmente en materia de entendimiento y definición de prioridades, son muchas las noticias que alertan de que la COVID-19 va a tener un impacto muy negativo en este progreso. Por eso, las decisiones y acciones que se tomen durante los próximos meses serán cruciales y son muchos los retos a los que habrá que hacer frente”.


A lo que Sonia Hernández Barrado, gerente para el Modelo y los Planes de Sostenibilidad de Repsol, añade que “ahora entramos en la década de la acción (2021-2030) donde todos los actores (administraciones, empresas, sociedad) han de poner todos sus esfuerzos para recuperar este tiempo perdido.  “Tenemos por delante una gran oportunidad: tanto los gobiernos como las entidades públicas y privadas están poniendo en marcha medidas sin precedentes para promover la reactivación económica tras la pandemia del COVID-19”.


El 66% de las empresas de la REPM están comprometidas con la Agenda, pero solamente el 17% incorporan compromisos


También hace hincapié en la necesidad de pasar a la acción Yolanda Erburu, Chief Sustainability y Corporate Affairs en Sanitas y Bupa Europe & Latinamerica, que comenta que, “además de hacer nuestros deberes internamente, sabemos que es imprescindible el paso a la acción de todos los sectores de la sociedad: los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y los ciudadanos. Se necesita que se garanticen recursos y soluciones en beneficio de todos, desde acciones a nivel local que afecten a políticas o a los presupuestos de cada empresa, hasta las gestiones más cotidianas que cada ciudadano puede aplicar en su vida”. 


Los ODS más trabajados


Precisamente, los ODS relacionados con el clima han sido los grandes caballos de batalla de gran parte de las empresas, la mayoría de ellas estableciendo objetivos de reducción de emisiones y uso de energías renovables para luchar contra el cambio climático. En este sentido destaca el trabajo realizado por DKV Seguros, una empresa del sectorvinculado a la salud plenamente consciente de la importancia, también de la salud del planeta. Tal y como comenta Silvia Agulló, directora de Negocio Responsable y Reputación del Grupo DKV, “más allá de los golpes de calor cada vez más importantes, sabemos que la degradación del entorno facilita que existan pandemias y otras enfermedades tal y como explican los informes del Observatorio de Salud y Medioambiente que publicamos desde el año 2008. Desde el año 2020, ampliamos nuestro compromiso con el medioambiente con la estrategia de cambio climático, Planeta Salud, que prevé plantar un millón de árboles antes de 2030, impactando así al ODS 15 de vida ecosistemas terrestres”.


Por su parte, la directora de Desarrollo Sostenible de Agbar, Dulcinea Meijide, explica que de cara a seguir una hoja de ruta necesaria para salir de la crisis ocasionada por la COVID-19, “la estrategia de recuperación social y económica debe incorporar el abordaje de cuestiones urgentes sobre el medio ambiente y el cambio climático. Con este convencimiento, en Agbar promovemos la colaboración para transformar el modelo de gestión del agua, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las personas y favorecer un ecosistema urbano resiliente, actuando ‘sin dejar a nadie atrás’, tal y como marca la Agenda 2030 de Naciones Unidas”.


En este sentido la financiación juega un papel fundamental, pues tal y como comenta Javier Torres, director de Banca Responsable de Grupo Santander, “alcanzar los ODS fijados por las Naciones Unidas requiere la movilización de recursos públicos y privados a gran escala. El sector financiero en su conjunto tiene por tanto un papel muy relevante en la consecución de la agenda 2030 y la creación de valor a medio y largo plazo. A través de su actividad de negocio el sector financiero puede y debe reorientar los fondos convencionales para promover un crecimiento inclusivo y sostenible y mejorar el acceso a los servicios financieros para que nadie se quede atrás”.


Los ODS de reducción de pobreza y del hambre, las desigualdades y la protección al medio ambiente han sufrido un estancamiento importante


En este sentido, la directora de Sostenibilidad para la Región Sur de Europa en Canon, Gema Escudero, comenta que “el compromiso con todo lo relacionado con el ODS 13 (Acción por el Clima) parece ahora más consolidado que nunca. También el empuje de la Comisión Europea en este sentido está siendo clave, el reciente paquete Fit for 55, compuesto por diferentes medidas para alcanzar el objetivo de la UE que fija en un 55% para 2030 la reducción neta de emisiones, y toda la regulación en finanzas sostenibles permitirá seguramente reorientar los flujos de capital allá donde son más necesarios”.


Esther Patino, Communications & Government Affairs Manager de Mondelez International Iberia, explica que la compañía trabaja “para reducir el impacto ambiental de nuestra actividad, reduciendo las emisiones de CO2, los residuos generados a través de nuestros procesos de producción y aumentando todavía más la reciclabilidad de nuestros envases. Asimismo, trabajamos para fomentar el consumo consciente de snacks, empoderando a los consumidores para que disfruten del snack correcto, en el momento correcto y elaborado de la manera correcta”.



Por su parte, la directora de Comunicación Corporativa de Henkel Ibérica, Elisenda Ballester, comenta que “trabajamos para reducir el consumo de energía y agua, la emisión de CO2, y la generación de residuos, entre otros, y lo hacemos invirtiendo en innovación para desarrollar productos más sostenibles, que impliquen un menor consumo de agua y energía durante la producción, y que tengan un packaging y una fórmula más sostenibles. También revisamos continuamente nuestros procesos para reducir nuestra huella de carbono en producción y logística, poniendo en marcha plantas productivas y almacenes de última tecnología que nos permiten ser más sostenibles y eliminar los residuos que generamos, y apostando por las últimas tendencias en cuanto a logística para reducir las emisiones”.


Impacto en la sociedad


Las empresas del sector de la alimentación y de la salud hacen hincapié en el rol que juegan para reducir el hambre y alcanzar una sociedad más sana y saludable. En este sentido, la directora de Comunicación de Pfizer para el Sur de Europa, Maite Hernández, destaca la contribución a la mejora de la salud y el bienestar al comentar: “ En el ODS 3, donde más contribuimos, consideramos que vamos por el buen camino, ya que trabajamos para mejorar la salud de las personas poniendo a disposición de los pacientes y de la sociedad medicamentos y vacunas para distintas patologías, haciendo así que la innovación científica llegue al mayor número posible de las personas que la necesitan. Forma parte de nuestra esencia como compañía biomédica a lo largo de nuestros más de 170 años de historia”.


Por su parte, Borja Lafuente, Head of Sustainaibility Danone Iberia, asegura que “queremos liderar la transición hacia un sistema alimentario más saludable, sostenible e inclusivo. Nuestra contribución a los ODS son una métrica que nos ayuda a recalibrar objetivos reiteradamente y ser más ambiciosos a la hora de entender las problemáticas y las oportunidades que el contexto del momento nos presenta. Para ser capaces de construir un sistema que no deje a nadie atrás y que sea respetuoso con el entorno y eficiente en el uso de recursos, cada grado de cumplimiento suma y nos ayuda a determinar qué papel queremos desempeñar en la construcción de este nuevo futuro”.


Mientras que el director de Personas, Calidad y Gestión Ética, Responsable y Excelente de Pascual, Joseba Arano, concluye afirmando que “desde Pascual nos comprometemos a continuar contribuyendo a la consecución de los ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar el bienestar global de las personas, en las que impactamos a través de nuestra actividad productiva. Por solo dando lo mejor de nosotros mismos podremos construir el futuro de la alimentación y del planeta”.


En la misma línea, directora de Comunicación, Asuntos Públicos y Sostenibilidad de Bayer en España y Portugal, Laura Diéguez, comenta que “nuestra mayor contribución se da en las áreas de salud y alimentación, en las que operamos y en las que no dejamos de invertir para encontrar nuevas soluciones. Innovar para aproximar la salud al máximo número de personas posibles, con programas de acceso en las regiones con mayores dificultades, e innovar para reducir la huella de la agricultura, garantizando que una población creciente puede seguir alimentándose de forma adecuada y sostenible, son nuestras principales contribuciones. Pero nuestro compromiso con la sostenibilidad va más allá y está integrado en cada paso de nuestra cadena de valor, considerando además el impacto de nuestra actividad en la economía, y muy especialmente el de nuestras acciones en el ámbito medioambiental y social”.


Por su parte, Michaela Reischl, head of CSR de Lidl, destaca que dada la naturaleza de su actividad, Lidl contribuye principalmente al ODS 12 ‘Producción y Consumo Responsables”. “Al respecto cabe destacar que bajo la premisa de ofrecer al cliente ‘la mejor calidad al mejor precio”’ entendemos que nuestra responsabilidad como cadena de supermercados abarca toda la cadena de valor relacionada con el producto, desde que se fabrica hasta que se pone a la venta. Por ello, velamos que a lo largo de la misma se cumplan determinados estándares que respeten las condiciones sociales y medioambientales”.


El ODS 17 hace referencia a la necesidad de establecer alianzas para alcanzar las metas a nivel global


Otro ODS muy trabajado es el que hace referencia a la igualdad de género. No en vano, la gerente de RSC y Proyectos Sociales de Mutua Madrileña, Conchita Navarro, asegura que “nos sentimos especialmente orgullosos de la contribución de Mutua Madrileña con el ODS 5, Igualdad de género, puesto que la igualdad y la diversidad son una seña de identidad de nuestra compañía, que concretamos en nuestros planes de Igualdad, de Diversidad de Género, la inexistencia de brecha salarial o el Programa Liderazgo Femenino, entre otros muchos programas, más sociales, que se llevan a cabo desde nuestra fundación para acabar con la desigualdad y la violencia de género”.


Paralelamente, en un momento en el que el concepto de la “España Vaciada” cobra cada vez más fuerza, fuentes corporativas de CaixaBank destacan su papel en la contribución del ámbito rural. Y explican: “Una cuarta parte del total de oficinas de CaixaBank se encuentran en municipios rurales. La entidad está presente en todas las poblaciones de más de 10.000 habitantes y en un 94% de las de más de 5.000 habitantes. ​El Plan Estratégico 2019-2021 de la entidad, dentro de su modelo de banca socialmente responsable, apuesta por mantener esta red para favorecer la cercanía al cliente y la inclusión financiera de toda la población, independientemente de su lugar de residencia”.



La importancia de las alianzas 


Precisamente el ODS 17 hace referencia a la necesidad de establecer alianzas para alcanzar las metas a nivel global. En este sentido, Ana Callol, VP Public Affairs, Communications and Sustainability Iberia, Coca-Cola Europacific Partners, insiste en la trascendencia de este Objetivo pues “constituye el pilar fundamental a partir del cual deben articularse el resto de los ODS, puesto que, si realmente queremos alcanzar la Agenda 2030 en el plazo establecido, una condición necesaria es que todos, instituciones y gobiernos, empresas y ciudadanos, estemos implicados. Precisamente, en nuestra estrategia de Clima, presentada a finales de 2020, señalamos la importancia de la colaboración con nuestros proveedores para conseguir nuestros objetivos y nuestra apuesta por colaborar con ellos. Asimismo, las alianzas están siendo fundamentales en proyectos como ‘Mares Circulares’, que nos han permitido obtener excelentes resultados y la participación de numerosas personas, colectivos e instituciones”.


En la misma línea se pronuncia la directora de Medio Ambiente y RSC de Naturgy, Nuria Rodriguez, al afirmar que “es fundamental que administraciones y agentes trabajemos juntos para que esta transición sea justa y se realice a un ritmo adecuado, asegurando una capacidad de respuesta ágil ante los problemas que van a ir surgiendo en el camino. Por otro lado, es necesario facilitar el desarrollo de las nuevas tecnologías para acelerar aquellas que van a ser cruciales en el futuro y fomentar la innovación para buscar soluciones a problemas que hoy no están resueltos o todavía no conocemos”.


Precisamente, al hilo de la tecnología, la responsable de Sostenibilidad y Calidad de Vodafone España, Isabel García Urue, destaca cómo la tecnología puede ayudar a disminuir el impacto en el planeta de otros sectores. “Algunos proyectos que se están desarrollando en este sentido tienen que ver con cómo la conectividad 5G mejora la agricultura, la gestión de los bosques y de las ciudades. Por ejemplo, existen soluciones de absorción de carbono en los bosques a través de imágenes por satélite para abordar el calentamiento global y el uso de IoT para conectar bosques y monitorizar el crecimiento de los árboles, analizando grandes cantidades de datos que permiten ver el papel que juegan en la lucha contra el cambio climático. También hay soluciones que miden el uso real de los escritorios y salas de reuniones para crear la oficina del futuro, con un consumo eficiente de la energía y reduciendo costes.”


En esta línea, el responsable de Comunicación Corporativa de Nestlé España, Carlos Moyano, asegura que para alcanzar los objetivos de aquí a diez años, “debemos trabajar más y mejor con nuestros diferentes stakeholders, sobre todo con los proveedores de materias primas agrícolas y ganaderas de las que nos abastecemos, pues nuestros grandes retos se centran en implantar sistemas de aprovisionamiento responsables y sostenibles en nuestra cadena de suministros, así como en poder evaluar y abordar de manera efectiva cuestiones vinculadas a los derechos humanos”.


Un futuro incierto


Con seis años de trayectoria, los ODS se han consolidado como la agenda global y compartida para el desarrollo humano. Al menos, en esto hay consenso. “La Agenda 2030 ha ido asentándose en el imaginario común de todos a la vez que cada país empezaba a aumentar los grados de cumplimiento, unos con más éxito y otros con menos”, asegura la directora de Comunicación y RSC de Ecovidrio, Beatriz Egido. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha provocado que en 2020 y parte de lo que llevamos de 2021 se haya producido un frenazo en la implementación de acciones.  Si tenemos en cuenta el informe “Medición del progreso: Medio ambiente y los ODS” del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (UNEP), publicado el pasado mes de mayo, parece que será muy complicado alcanzar las metas fijadas en la Agenda 2030. En palabras de la subdirectora de Relaciones Internacionales y Sostenibilidad de Correos, Elena Fernández Rodríguez, “esta previsión viene dada fundamentalmente por el deterioro de la biodiversidad y el empeoramiento de la crisis climática, a pesar de los avances que se están produciendo en otras áreas claves, como pueden ser la energía limpia o la gestión forestal. En este contexto, los indicadores muestran que aún no estamos tomando la velocidad necesaria para llegar a las metas marcadas. En algunos aspectos nos estamos quedando cortos, como por ejemplo en dar una cobertura sanitaria universal para 2030, y en otros retrocediendo, como los relacionados con la biodiversidad y el cambio climático, como ya se ha comentado anteriormente. En el primer caso, según señalan las Naciones Unidas en el último Informe de Progreso de los ODS 2020, de mantenerse las tendencias actuales, en 2030 únicamente estarían cubiertos por servicios sanitarios esenciales entre el 39% y el 63% de la población mundial.”



En este sentido, la responsable Comunicación Interna y RSE de Cofares, Luz Álvarez Espiga, añade que “la situación vivida por el COVID-19 y las consecuencias que ha tenido a todos los niveles ha visibilizado la necesidad de realizar un cambio en el estilo de vida occidental, poniendo el foco en mejorar las medidas sanitarias, fomentar un consumo sostenible y en el cuidado del medioambiente, entre otros. Este cambio de mentalidad ayudará a impulsar el cumplimiento de algunos de los objetivos de la Agenda 2030. En cambio, la situación generada tras la pandemia ha complicado el cumplimiento de otros, como por ejemplo la erradicación de la pobre”.


Horizonte 2030


La mayor parte de las compañías consultadas coinciden en señalar que el reto de la sostenibilidad es continuo y, por tanto, no se acaba en 2030. De este modo, director general Arval España, Miguel Cabaça, asegura que “en 2020 hemos demostrado el verdadero significado de la responsabilidad social corporativa en Arval. Si hay una palabra que la resuma es ‘ayudar’ a nuestro ecosistema, a la sociedad, al medio ambiente y a conseguir que las cosas se hagan mejor. En Arval nunca dejamos de mirar al futuro y seguiremos pavimentando el camino hacia la movilidad y la sociedad con la que soñamos”.


Mientras que la directora de Sostenibilidad de El Corte Inglés, Brezo Tejerina, considera que “la Agenda 2030 debe verse ahora también desde la óptica de los Acuerdos de París y sus objetivos a 2050 que en no pocos aspectos fuerzan a acelerar el paso de la transformación de los modelos económicos. Al mismo tiempo, episodios como la pandemia de Covid-19 tienen un indudable impacto en el desarrollo de varios de sus programas. Por tanto, 2030 no es más que un hito y el trabajo debe continuar mucho más allá de esa fecha”.


Los ODS se han consolidado como la agenda global y compartida para el desarrollo humano


Por su parte, el director general de Multiópticas, Carlos Crespo, se muestra retador al afirmar: “Espero que no se alcancen. Y me explico: creo que la Agenda 2030 no es una carrera, una meta en la que personas, empresas y administraciones tenemos que correr para ganar y quedar los primeros. Deseo que las todas metas de los 17 ODS se consigan, no en el 2030 sino mañana mismo, porque significará un cambio en la mentalidad del ciudadano, de las compañías y las instituciones. Y creo que este es el principal reto: no convertir la Agenda en una lista de check y to do, sino en un verdadero compromiso interiorizado, una nueva manera de entender, en nuestro caso, cómo gestionar y ser una empresa responsable, respetable y real”.


A todo ello, el director general de Carburos Metálicos, Miquel Lope, añade que “a diez años vista, lo más importante es que tenemos ante nosotros un camino que recorrer definido por la Agenda 2030 así como el Pacto Verde Europeo y nunca antes como ahora hemos visto un clima tan proclive a la consecución de este tipo de metas globales. Desde el año 2015, cuando las Naciones Unidas presentó los ODS, hasta hoy, no han dejado de adherirse a estos objetivos más y más organizaciones y empresas que quieren contribuir activamente a mejorar la sociedad y el entorno en el que operan. Ese es el caso de Carburos Metálicos, ya que entendemos que, como ciudadano corporativo, tenemos un compromiso con nuestros empleados, proveedores, clientes y las comunidades en las que estamos presentes. El reto es que cada día más organizaciones y empresas se comprometan a seguir avanzando en esta línea”.


Más pesimista se muestra el director de Negocio Responsable de BBVA, Antoni Ballabriga, al opinar que es muy difícil alcanzar los objetivos y metas establecidos en la agenda 2030. “Los esfuerzos mundiales llevados a cabo hasta la fecha han sido insuficientes para lograr el cambio que necesitamos, lo que pone en riesgo el compromiso de la Agenda con las generaciones actuales y futuras. Es cierto que se han logrado progresos en el mundo en ámbitos como el acceso a la electricidad y el aumento de la representación de las mujeres en los gobiernos. Sin embargo, el cambio climático continúa produciéndose a una velocidad mucho mayor de lo previsto. Además, en muy poco tiempo, la pandemia de COVID-19 ha desatado una crisis sin precedentes que obstaculiza aún más el progreso de los ODS, lo que afecta en mayor medida a las personas más pobres y vulnerables del mundo. Con este escenario, los principales retos pendientes son la neutralidad en emisiones a 2050, la creciente inseguridad alimentaria, el deterioro del entorno natural y las persistentes desigualdades dominantes.

Compartir:
  • linkedin share button