Reportaje > 30/09/2021

La descarbonización del consumo energético, un reto para alcanzar las cero emisiones

La COVID-19 nos ha lanzado un crudo recordatorio sobre la fragilidad de nuestro modelo económico ante amenazas globales. De forma más concreta, hemos visto que el coste de la inacción ante el cambio climático es demasiado alto, lo que se ha traducido en una preocupación real por parte de los gobiernos, sociedad, mercado financiero, pero también de los núcleos de decisión de las empresas para acelerar sus compromisos de sostenibilidad y la descarbonización de su modelo productivo. Uno de los principales aspectos a abordar, es el consumo de energía, responsable hoy del 80% de las emisiones. Las tecnologías nos van a permitir por primera vez, dar respuesta al aumento de la demanda energética de forma sostenible y respetuosa con el clima. Precisamente “Iniciativas sostenibles para la descarbonización del consumo energético” fue el tema del Desayuno con Compromiso, organizado conjuntamente por CompromisoRSE y Schneider Electric. En el transcurso del debate, directivos de Acciona, BBVA, Coca-Cola Europacific Partners, Enagás, NH Hotels Group y Renault España abordaron las claves para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones en línea con la ciencia y los objetivos del Acuerdo de París.

En los últimos años, gran parte del tejido empresarial, formado sobre todo por la gran empresa, se ha establecido ambiciosos objetivos de descarbonización de su actividad alineándose, así, al Acuerdo de París. Un compromiso según el cual los países de la Unión Europea han acordado situar a Europa en la senda para convertirse en la primera economía y la primera sociedad climáticamente neutras de aquí a 2050. 


Y aunque el objetivo político establezca el horizonte del 2050, muchas empresas han decidido, desde hace unos años, adelantarse. Es el caso de BBVA que en 2020 consiguió que su actividad tuviera un impacto neutro. En este sentido, el responsable de la Oficina Global de Sostenibilidad de la entidad financiera, Ricardo Laiseca, aseguró que “nuestra huella de carbono es relativamente baja y el 90% de ella está relacionada con la energía de nuestros servicios y el combustible del viaje de los empleados”. Por este motivo, el banco se ha marcado “el objetivo de usar un 70% de energía renovable en 2025 y alcanzar el 100% en el 2030”.  Por todo ello, Laiseca añadió que “nuestra ambición y nuestro mandato es que, en esta transición tan compleja, encontremos caminos en los que todo el mundo avance y pueda progresar en la medida que son necesarias inversiones empresariales a largo plazo que necesitan financiación”. Es por ello por lo que BBVA se ha comprometido a movilizar 200.000 millones de euros en financiación sostenible a 2025. 



Por su parte, el director de Organización y Sostenibilidad de Enagás, José Miguel Tudela, explicó que, en un principio, “nos alineamos con el objetivo de la Unión Europea de alcanzar la neutralidad en 2050. La primera parte de la senda nos ha ido bien porque, desde 2014, hemos reducido nuestras emisiones en un 63%. Ahora, hemos revisado el análisis de materialidad después de la COVID-19 para analizar nuestras prioridades estratégicas y hemos adelantado diez años el objetivo para ser una compañía Net Zero Emissions en 2040”. Y añadió: “La clave es cómo abordamos la estrategia y establecemos las prioridades. En un inicio empezamos con nuestras plantas donde hemos obtenido, en este periodo, una reducción del 90% y las emisiones que técnicamente no podemos reducir las compensamos”.


En el transcurso del desayuno, Elena Ruiz, director Sustainable Business de NH Hotel Group, explicó que ya “en 2007, a raíz del primer Plan de Sostenibilidad, la compañía consiguió reducir sus emisiones en un 70% y que en 2019 se estableció una reducción del 20%, validada por la iniciativa STBi, en el 2030”. En su intervención, Elena Ruiz destacó que a pesar de que el objetivo de reducción de emisiones se mantiene en el tiempo, se ha producido un cambio: “Antes la reducción de emisiones era una consecuencia de los objetivos de eficiencia energética, mientras que ahora, establecemos el objetivo de reducción y, a partir de ahí, analizamos el tipo de energía por la que debemos apostar y cómo la debemos usar”.


Por su parte, la Global Sustainability Leadership manager de Acciona, Isabel Garro, explicó que en la compañía hablan de las 3R: “Hemos pasado de la responsabilidad a la resiliencia y ahora estamos en la fase siguiente, que es la de la regeneración. Cuando ya has integrado la sostenibilidad en el negocio, empiezas a pensar en cómo generas rentabilidad directa para la compañía en base a tu ventaja competitiva, que es la generación de un impacto positivo adicional para cada operación que desarrollas. En este punto es cuando, prácticamente, te conviertes en un departamento de apoyo a desarrollo de negocio y al resto de la compañía, que vende infraestructuras con unos valores sostenibles diferenciales”. En este sentido, Isabel Garro señaló que, en el año 2025, el 90% de las operaciones de la compañía tiene que estar alineadas con la taxonomía europea.


Efecto tractor en la cadena de valor


En su intervención, la vicepresidenta de Power Systems Iberian Cluster de Schneider Electric, Martina Tomé, explicó que la compañía lleva al mercado sistemas para la gestión energética, la automatización de procesos y, fundamentalmente, para ayudar a los clientes en los grandes retos a los que se enfrentan en el ámbito de la trasformación digital y la sostenibilidad. “Para nosotros, es estrategia de empresa, forma parte de nuestro ADN y no podemos pretender que los demás sea sostenible sin nosotros tenerlo internamente implementado. Por lo tanto, la sostenibilidad es un eje vertebrador de toda nuestra estrategia de compañía y, en ese sentido, Schneider Electric tiene definido un Plan de Sostenibilidad muy concreto con el que intentamos acelerar los compromisos adquiridos. Concretamente, para el área de Operaciones hemos rebajado cinco años, de 2025 a 2030, nuestro objetivo de ser cero emisiones sin compensaciones”.


Precisamente, Beatriz Arribas, Sustanability Project Manager de Coca-Cola Europacific Partners (CCEP), hizo hincapié en que la Sostenibilidad ha pasado a formar parte de la estrategia de negocio. “La Sostenibilidad impacta a todo el desarrollo del negocio e implica a todos los departamentos de la empresa, incluido el CEO y el Comité de Dirección”. En este punto, Beatriz Arribas señaló que para alcanzar la neutralidad en carbono en 2040 es necesario “implicar a toda la cadena de valor”. “Nuestras emisiones proceden de toda nuestra actividad: desde cómo extraemos nuestros ingredientes, fabricamos nuestros envases, hasta cómo vendemos y distribuimos nuestras bebidas”. Por este motivo, el plan de descarbonización de la compañía establece puntos clave como el trabajo con los proveedores para reducir las emisiones indirectas. “Tenemos un plan a tres años para que los grandes proveedores calculen su huella de carbono, establezcan su plan de reducción y lo compartan con nosotros”. 


En la misma línea se posicionó el responsable del Departamento de Servicios de Energía y Sostenibilidad de Schneider Electric, Joaquim Daura, que explicó que “en Schneider queremos ser libre de emisiones en 2040 y para lograrlo hemos lanzado un programa en el que los 1.000 principales proveedores tienen que reducir sus emisiones en un 50%. El gran cambio se produce cuando sitúas la sostenibilidad en el Comité de Dirección porque es cuando el director general y el director financiero piensan en la viabilidad de la empresa”.



Por su parte, el director de Impacto Social de Renault Group España, Carlos Fraile, afirmó que “las grandes compañías tenemos la responsabilidad de ser tractores del cambio. En nuestro caso los proveedores representan el 15% de nuestra huella de carbono y los tenemos que integrar en nuestros planes para alcanzar el objetivo que nos hemos establecido”. A lo que Joaquim Daura, de Schneider Electric, puntualizó: “Este es el gran cambio y lo que le ha dado relevancia a la sostenibilidad”.


En este punto, Isabel Garro, de Acciona, añadió que “el trabajo de co-innovación con los proveedores es muy importante. El compromiso de Acciona es alcanzar el 60% de reducción de emisiones para el 2030, en los alcances 1 y 2, y el 47% de reducción en el alcance 3. Para lograrlo, tenemos que invertir en I+D, porque hay soluciones que aún no están inventadas”.  Cabe destacar que la compañía redujo sus emisiones directas en un 38% en el periodo 20217-2020 y un 33% en las emisiones de su cadena de valor. 


El reto tecnológico 


Durante la charla entre los responsables de Sostenibilidad surgió que la energía es la responsable del 80% de las emisiones, a lo Elena Ruiz, de NH Hotel Group, preguntó si “la tecnología que existe ahora es competitiva en precio”. A lo que José Miguel Tudela, de Enagás, respondió: “Tenemos tecnología disponible para reducir las emisiones en nuestro business as usual, pero necesitamos economías de escala para que las nuevas soluciones energéticas, como el hidrógeno, puedan ser competitivas”.


En este punto, Joaquim Daura, de Schneider Electric, explicó que hoy la energía tiene un coste por la elevada dependencia del gas, por lo que es imprescindible poder gestionar los consumos. “Mi visión es que el precio medio de la energía se va a estabilizar, pero habrá unas fluctuaciones altísimas, habrá momentos en los que nos van a bonificar por consumir y otros en los que nos van a penalizar. Hay que gestionar la energía y las empresas deben aprender que tendrán unas placas para generar y almacenar energía, y tener una algorítmica. Para mí la sostenibilidad va de la mano de la digitalización.  Es decir, que gracias a la digitalización analicemos comportamientos y podamos prever nuestros comportamientos para utilizar la energía cuando sea económica y protegernos en los momentos de pico”. A lo que Martina Tomé, de Schneider Electric, añadió: “La descarbonización implica una mayor electrificación. Nuestro compromiso es ofrecer soluciones para el control y gestión eléctrica que no usen SF6, un potente gas fluorado”. 


La importancia de la concienciación


Con independencia de los compromisos de descarbonización de cada una de las empresas y de los ritmos establecidos, durante el Desayuno con Compromiso todos los directivos coincidieron en la importancia de concienciar a toda la sociedad de cara a la consecución del objetivo común. Así pues, Isabel Garro, de Acciona, y Beatriz Arribas, de CCEP, coincidieron en la necesidad de que la sostenibilidad forme parte de la retribución variable de los directivos y empleados de la compañía. Mientras que, con la mirada puesta en el ciudadano, Ricardo Laiseca, de BBVA, puso de relieve que “en este viaje hacia la sostenibilidad las grandes empresas están saneadas y tienen recursos, pero las familias que quieren rehabilitar su vivienda o las pequeñas empresas que quieren mejorar sus procesos productivos necesitan financiación. El mediano y pequeño sector también tiene que jugar su rol”.


Por su parte, Carlos Fraile, de Renault Group España, hizo hincapié en la necesidad de dotar al país de la infraestructura eléctrica necesaria. “Nosotros vamos a continuar lanzando coches electrificados, pero la movilidad y la sostenibilidad tienen que ser accesibles. Tiene que haber coches que la gente pueda comprar y el precio de la electricidad tiene que estar a un nivel asumible. El sector va a continuar sacando coches electrificados, pero en España hay 11.000 puntos de recarga y estimamos que en 2025 necesitaremos tener 70.000 y 360.000 puntos para el2030”. “Es evidente que existen ayudas y que el sector esta movilizado, pero tenemos que ir a una velocidad muy fuerte para alcanzar los compromisos que nos hemos marcado”.

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