Reportaje > 03/05/2021

Lidl sigue su apuesta por un uso responsable del plástico

Desde que Lidl llegase a España en 1994, su apuesta por el país ha sido firme, evolucionando de forma constante para permanecer cerca del consumidor y ofrecerle el mejor servicio posible. Sin embargo, la compañía afirma que es una empresa comprometida no solo con lo que hace, sino también con cómo lo hace. De esta forma se preocupa por generar un impacto positivo en los entornos en los que desarrolla su labor, actuando de forma responsable y apostando por una relación de confianza y cocreación con sus colaboradores.

En este sentido, uno de sus pilares fundamentales es su compromiso con la lucha contra el cambio climático. Para ello, Lidl lleva a cabo una política de eficiencia energética, apostando por una construcción eficiente y logística sostenible con el objetivo de reducir su huella de carbono en todos sus procesos a través de un uso más eficiente de los recursos y reducción de los residuos que genera. Dentro de este compromiso destaca también su política de reducción del uso del plástico. Tras los hitos logrados como ser el primer súper en eliminar las bolsas de plástico, tanto para la compra como para la sección de fruta y verdura, la compañía no cesa en su compromiso de seguir implementando medidas para seguir reduciendo el uso del plástico.


 


REset Plastic, la estrategia de Lidl en materia de plásticos


Una de sus características principales es su hoja de ruta bien definida en materia de plásticos, ya que todas sus acciones al respecto se enmarcan en su estrategia global REset Plastic, con el objetivo principal de reducir el uso del plástico al menos un 20% y garantizar la reciclabilidad del 100% de sus envases hasta 2025, adelantándose así en cinco años al marco normativo con el que trabaja la Unión Europea. La ambiciosa hoja de ruta se trabaja desde cinco ámbitos de actuación, abarcando medidas que van desde la prevención, el diseño, el reciclaje y la eliminación hasta la innovación y educación. En concreto, sus cincos campos de actuación son: REducir (REduce): disminuir el uso del plástico donde sea posible y no aporte valor, destacando hitos como la eliminación de todos los artículos de plástico de un solo uso o su aumento de fruta y verdura a granel.


REdiseñar (REdesign): la compañía está inmersa en el rediseño de sus envases con la finalidad de reducir el uso del plástico, facilitar la reciclabilidad de estos, así como la posibilidad de utilizar plástico reciclado, apostando así por una economía circular, en el que los residuos de hoy se convierten en los bienes del mañana. Todo ello sin dejar de tener en cuento la funcionalidad principal de los envases, mantener la calidad óptima de sus alimentos. REciclar (REcycle): la cadena está analizando todo su surtido de envases con el fin de determinar dónde es necesario facilitar la reciclabilidad de sus envoltorios. También destaca su firme apuesta por el modelo de economía circular en el que los residuos pasen a ser recursos, siguiendo un proceso de producir-usar-reciclar. De hecho, el 100% de los residuos que se gestionan en las plataformas logísticas de la península de Lidl se recicla certificando su destino final, garantizando en todo momento su trazabilidad. Actualmente, el 85% de los residuos gestionados en las tiendas se retornan a los almacenes por logística inversa. REcoger (REmove): la enseña trabaja para eliminar los residuos que ya se encuentran en el medio ambiente y están fuera de los circuitos de reciclaje. De este modo, desde Lidl España se han organizado varias acciones de recogida de residuos de plásticos en playas de Baleares. Incluso ha llegado a poner a la venta artículos como sus zapatillas Ocean Bound producidas a través de plásticos abandonados en playas de zonas costeras de Asia. Desde que Lidl llegase a España en 1994, su apuesta por el país ha sido firme, evolucionando de forma constante para permanecer cerca del consumidor y ofrecerle el mejor servicio posible. Sin embargo, la compañía afirma que es una empresa comprometida no solo con lo que hace, sino también con cómo lo hace. De esta forma se preocupa por generar un impacto positivo en los entornos en los que desarrolla su labor, actuando de forma responsable y apostando por una relación de confianza y cocreación con sus colaboradores.


REidear (REsearch): Lidl lleva a cabo un análisis pormenorizado para seguir innovando en materia de plásticos. En este sentido, busca alianzas con todo tipo de agentes científicos y sociales que intercedan en la cadena de valor de su actividad. Así pues, no es de extrañar, por ejemplo, la cooperación del Grupo Schwarz1 con la Fundación Ellen MacArthur a través de su participación en la iniciativa “New Plastics Economy Global”.


 


REdiseño de sus envases: cómo se explica al cliente


Con el fin de informar al cliente sobre cuáles son los envases que han sido optimizados, la compañía ha creado un pictograma “Cuidamos el planeta – envase eco-responsable” ubicado en la cara frontal del artículo y explicando en la parte lateral las medidas sostenibles aplicadas. La compañía ya cuenta con múltiples envases optimizados, como por ejemplo su leche fresca, doblemente certificada en Pastoreo y Bienestar Animal que cuenta con una botella más sostenible al reducir un 27% de su plástico y utilizar un 30% de plástico reciclado o el envoltorio de sus pizzas frescas, con las que gracias a su rediseño se ha conseguido ahorrar hasta 35 toneladas anuales de plástico. Lidl también está haciendo hincapié en la reutilización, poniendo a disposición de sus clientes bolsas de malla para la sección de fruta y verdura o productos como el gel de baño de su marca Cien, con un envase que contiene un 75% menos de plástico respecto a la botella de 750 ml y que sirve para recargar botes de gel, utilizando así menos plástico y fomentando la reutilización.

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