Reportaje

igualdad de género

Planes de igualdad

09/07/2019 A raíz del nuevo decreto, todas las empresas de más de 50 trabajadores deben contar con un plan de igualdad que reduzca las brechas de género existentes. En Grupo SIFU lo vemos como una oportunidad, no sólo de cumplir la ley, sino de alinearse con los propios trabajadores y redundar en el bien de toda la sociedad.

Como es bien sabido, en la Agenda 2030 de la Unión Europea se busca la igualdad entre los diferentes miembros de la sociedad para el desarrollo sostenible e impulsa el compromiso de la comunidad internacional para llegar a la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas.

En esta línea, se ha lanzado el Real Decreto- Ley 6/2019, de 1 de marzo, que recoge medidas urgentes para garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación de la cual sale la obligatoriedad de elaborar y aplicar planes de igualdad para empresas de más de 50 trabajadores. Hasta dicha fecha se contemplaban sólo aquellas empresas con más de 250 empleados, paso a paso se va ampliando su acción.

Con este contexto inmediato, se hace evidente la importancia de disponer un plan de RSC que tenga en cuenta los planes de igualdad. Con su implantación sólo se hará que aportar beneficios a la empresa que lo lleve a cabo. Algunas de estas cuestiones positivas son bastante evidentes: como la eliminación del riesgo de incumplir la legislación de igualdad de género. O, lo que es lo mismo, se estará alineado con la ley vigente, que implica no ser sancionados, así como mejorar el posicionamiento de la empresa para el cumplimiento de pliegos de contratación pública.

Sin embargo, hay otros beneficios menos aparentes, pero no menos importantes que hay que tener en cuenta. Entre estos se encuentra la reducción o eliminación de costes generados por la discriminación de género. Esto se plasmaría, por ejemplo, en disminución del absentismo laboral por tener un mejor ambiente, una mayor identificación con la actividad empresarial, la disminución de rotación de las trabajadoras… Asimismo, se ve favorecida tanto la mejora de la productividad y de la calidad de servicio prestado, como el aprovechamiento de las ventajas vinculadas a la diversidad y la retención de talento.

Incorporar planes de igualdad va más allá del ámbito empresarial y redunda en el bien de toda la sociedad. Se trata del campo de acción natural de la Responsabilidad Social Corporativa, que engloba a la sociedad, al empleado y a la empresa. En definitiva, a la sostenibilidad de la sociedad y de las compañías. Con los planes de igualdad se reduce la brecha (salarial, profesional, de techo de cristal, de conciliación de la vida familiar…) que hay entre hombre y mujeres, pero también atiende a la diversidad. Ya no sólo cabe hablar de justicia legal, sino también de justicia social.

A efectos prácticos, las empresas han comenzado a darse cuenta de la importancia que tienen tener un buen plan de igualdad. Este no consiste simplemente en cumplir un decreto sino en creer en él e integrarlo dentro de toda la cultura empresarial, en todos los procesos de gestión. En Grupo SIFU hay implantados planes de igualdad en todas sus empresas, independientemente del tamaño que tengan, y se llevan ejecutando independientemente de la aparición pública del decreto. Está en nuestro ADN como compañía que pone su foco en la inclusión socio laboral con mirada integradora.

A su vez, desde SCP de Grupo SIFU se realizan planes de igualdad y seguimiento de los mismos incorporados en la consultoría de RSC, formación y sostenibilidad para diferentes empresas. Cuando se acompaña a los clientes en el desarrollo de un plan de RSC, dentro de la diagnosis adquiere importancia el que la empresa tenga plan de igualdad. De no ser así, se le gestiona. Creemos que es importante que en una compañía tenga implementado un plan de igualdad, por los muchos beneficios que aporta independientemente de la cuestión legal.

Ante el nuevo decreto, el mercado y las empresas están reaccionando con los brazos abiertos, es una ley que refleja una nueva y patente sensibilidad social. Evidentemente cualquier decreto hace que tengas que mirar hacia dentro de la empresa y ver que es lo que no se está cumpliendo.

Esto obliga a ciertos cambios, pero no se ha detectado una reacción negativa, al contrario: cuando uno se analiza se da cuenta de ciertas brechas e incumplimientos que subsanados le harán alinearse con la sociedad. La empresa gana en imagen frente a la sociedad y habrá una positiva percepción de esta igual que entre sus propios trabajadores.

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