Reportaje

economía circular

La empresa española apuesta por la economía circular

05/12/2018 El paradigma del actual modelo económico lineal, basado en el producir, usar y tirar, ya no es sostenible. Frente a este sistema, la llamada economía circular propone la conocida regla de la triple R: reducir, reutilizar y reciclar. Es un modelo en el que no hay residuos: todos los materiales y bienes de la cadena productiva sirven para alimentar otros ciclos de uso y producción, y así sucesivamente. Esto permite no solo maximizar su valor y rentabilidad, sino también impulsar la sostenibilidad ambiental. En este reportaje hacemos un repaso a la apuesta por la economía circular de la empresa española.

En la actualidad somos 7.600 millones de habitantes en el mundo y Naciones Unidas estima que en el año 2050 seremos 9.700 millones. La demanda de recursos aumentará más, pero no así la oferta, si consideramos que la mayor parte de lo que se produce hoy, se desecha. Ante este panorama, la economía circular se presenta como una solución alternativa a un modelo de producción y consumo que tiene fecha de caducidad.

Sin embargo, “en Coca-Cola creemos firmemente que, más allá de una necesidad, sumarse a la economía circular es una oportunidad de convertirnos en protagonista del cambio hacia un modelo sostenible y rentable. Es nuestra responsabilidad utilizar la visibilidad y la fuerza de nuestras marcas para lograr que otras empresas y consumidores se lancen y juntos avancemos en esta transformación”, comenta Carmen Gómez-Acebo, directora de Responsabilidad Corporativa de Coca-Cola European Partners.

Unas palabras con las que coincide el director de Relaciones Institucionales y Medio Ambiente de Calidad Pascual, Óscar Hernández, a la vez que destaca las ventajas que aporta la nueva mentalidad: “Además de los beneficios ambientales, todas estas iniciativas generan riqueza y empleo en todo el territorio y su desarrollo permite obtener una ventaja competitiva. Por lo tanto, la economía circular nos permitirá alcanzar objetivos de crecimiento económico, creación de empleo y reducción de impactos ambientales que preocupan a la sociedad y al consumidor”.


Acciones destacadas

Gran parte de los esfuerzos de las empresas del sector del gran consumo se centran en aligerar sus envases, utilizando materiales sostenibles, o reducir el consumo de recursos durante los procesos de producción. De este modo, la directora de Comunicación Corporativa de Henkel Ibérica, Elisenda Ballester, explica que en su marco estratégico para 2025, la compañía se ha fijado objetivos como que el 100% del embalaje utilizado sea reciclable, reutilizable o biodegradable, eliminar y evitar el PVC y otras sustancias de preocupación potencial y llegar a más de 1.000 millones de consumidores a través de información personalizada en reciclaje, entre otros.

En la misma línea trabaja Coca-Cola. Después de ser pionera en la comercialización, en 2009, de “una botella PET totalmente reciclable y fabricada hasta en un 30% con materiales renovables procedentes de plantas como la caña de azúcar”, se ha fijado para 2025 “incorporar al menos un 50% de plástico reciclado en los envases de PET, lo que supone un aumento del 21% con respecto a 2016”, explica Carmen Gómez-Acebo.

Alcanzar el residuo cero es otra de las preocupaciones del sector. De este modo Óscar Hernández, de Calidad Pascual, explica que “el residuo cero ya ha sido alcanzado en las plantas de Gurb y Bezoya y seguimos trabajando para conseguirlo en el resto de fábricas. Por ejemplo, el subproducto del haba de soja, la okara, es utilizada como alimentación animal para ganaderos de la zona. También aprovechamos los lodos de la EDAR como abono orgánico para agricultores locales o el colágeno de la cáscara del huevo”.

El agua, es otro de los recursos naturales a los que la industria presta más atención, pues España se sitúa, según diferentes estudios, entre los principales países con mayor potencial de sufrir estrés hídrico. En esta línea, SUEZ Spain lleva más de 150 años gestionando el agua y, por ende, protegiéndola. “Para nosotros preservar el agua es fundamental para la sostenibilidad de nuestro negocio”, afirma Dulcinea Meijide, directora de Desarrollo Sostenible de SUEZ Spain. Por ello, “tenemos claro que la economía circular es la respuesta que nos permitirá garantizar la disponibilidad del recurso hídrico de manera estable, a pesar de las consecuencias del cambio climático. Un ejemplo muy claro es la reutilización de agua como medida que permitirá garantizar el suministro a la población y empresas. Y no solamente en periodos de sequía, sino de manera continuada”.


Inversión en innovación

Ante la escasez de recursos, la mayor concienciación medioambiental y la búsqueda de una mayor sostenibilidad y eficiencia, las empresas apuestan por la innovación como palanca fundamental para avanzar hacia nuevos modelos de negocio sostenibles. Es el caso de Canon, cuyo compromiso con la economía circular se traduce en que la inversión en I+D+i asciende a aproximadamente al 8,2% sobre ventas, es decir 3.100 millones de euros. “Esta inversión se concreta en iniciativas de ecodiseño -productos y embalajes más compactos y ligeros con materiales reciclados y reciclables- así como en incrementos de eficiencia y disminución de residuos en nuestras plantas de producción”, explica Gema Escudero, responsable de Sostenibilidad para la región Suroeste de Europa de Canon. En lo que respecta a la comercialización de los equipos profesionales, desde hace años “Canon ofrece la modalidad de product as a service, de forma que el cliente paga por las impresiones realizadas y el mantenimiento de los equipos, pero no necesita adquirir la propiedad de los mismos”.

El sector de la moda también se ha sumado a la reducción de los residuos textiles, así como a la investigación en nuevos tejidos. De esta forma, Mango promueve en sus tiendas la recogida de ropa y calzado usado de sus clientes para que, una vez clasificado, pueda volver a reutilizarse, convertirse en materia prima o reciclarse para nuevas funciones como aislamiento térmico, alfombrillas de coches o valorización energética, entre otros. En cuanto a producto, Nina Fàbrega, Environment and Sustainability Management de Mango, explica que “la colección Committed y las prendas Take Action representan el compromiso de Mango de trabajar prenda a prenda para integrar conceptos de economía circular en sus diseños incrementando el uso de fibras sostenibles y procesos de menor impacto ambiental en todas sus líneas y colecciones”.


Sectores clave

“La Economía Circular resulta clave para el cumplimiento de los objetivos de Cambio Climático. Sectores como el Transporte y la Energía deberían ser sectores prioritarios de actuación en una estrategia de evolución hacia la circularidad de nuestro modelo económico, y así lo hemos trasladado al MAPAMA como comentarios al borrador de la Estrategia Española de Economía Circular. La importancia de estos dos sectores queda reflejada al analizar la situación actual en términos de huella ecológica: Más del 50% de la huella de España se debe a las emisiones de gases de efecto invernadero, el transporte con el 27% y el sector eléctrico con el 18% de las emisiones totales del país son los sectores más emisores”, comentan fuentes corporativas de Endesa.

Por su parte, Enagás trabaja para promover diversos proyectos para el desarrollo de energías renovables no eléctricas, como el biogás/biometano o el hidrógeno, que “son nuevas soluciones energéticas claves en el proceso de transición energética”, afirma el director de Sostenibilidad y Riesgos de Enagás, Carlos Ruiz. “El biogás, por ejemplo, contribuye al desarrollo de una economía circular, ya que es el resultado de una valorización adecuada de los residuos, al ser generado a partir de residuos sólidos urbanos, aguas residuales y residuos agrícolas, ganaderos y forestales”. Además, la compañía trabaja en iniciativas para el uso del gas natural en el transporte, fundamentalmente marítimo y pesado. “El gas natural genera menos emisiones que otros combustibles tradicionales, por lo que puede contribuir a la mejora de la calidad del aire”.

Las telecomunicaciones representan otro de los sectores que están llamados a jugar un papel relevante como facilitadores de la transición a la economía circular. Consciente de este rol, José Manuel Sedes, manager de Sostenibilidad y Calidad de Vodafone España, explica que “existen numerosos ejemplos de cómo los dispositivos inteligentes que utilizan soluciones Io pueden facilitar la economía circular, tales como las soluciones relacionadas con la recogida de residuos, con la gestión eficiente del consumo de agua, los sistemas de mantenimiento inteligentes, etc.”. Se estima que para el 2021 habrá 28.000 millones de dispositivos conectados en el planeta, más de la mitad de los cuales serán conexiones IoT. Estos sistemas inteligentes, junto con dispositivos más eficientes, podrían ayudar a reducir las emisiones globales en un 15%. “Como líder mundial en servicios móviles de IoT, Vodafone está ayudando a sus clientes a administrar su energía y sus recursos de manera más eficiente; así este año el Grupo Vodafone ha cumplido el objetivo de ayudar a sus clientes a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en dos toneladas por cada tonelada generada a partir de nuestras operaciones”, añade Sedes.


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