Reportaje

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La directiva de eficiencia energética 2012/27/UE, clave para el desarrollo sostenible

18/01/2016 Cuando utilizamos el término Responsabilidad Social Corporativa (RSC), éste se refiere, entre otras cosas, a la adopción por parte de las corporaciones, de políticas sociales y ambientales explícitas, dentro de su gestión empresarial.

Dichas políticas suponen en la mayoría de los casos la elección, aunque sea de manera indirecta, del camino de la eficiencia energética. El consumo energético responsable, la disminución de las emisiones de CO2 constituyen una apuesta por políticas socialmente responsables y se pueden englobar dentro de las actividades de RSC.

Por otro lado, la Directiva 2012/27/UE, relativa a la eficiencia energética (DEE), es el marco común dentro de la Unión Europea que regula las medidas a aplicar por los estados miembros en materia de Eficiencia Energética y reducción de emisiones de CO2. (La DEE entró en vigor el 4 de Diciembre de 2012 a pesar de que está aún pendiente su trasposición a la legislación Española).

Las empresas inmersas en la RSC no pueden permitirse derrochar energía. La consecución de una empresa eficiente en términos energéticos es desde hace mucho tiempo un objetivo compartido desde la UE. Para la consecución de dichos objetivos, en 2007, el Consejo Europeo adoptó unos objetivos ambiciosos para 2020 en materia de energía y cambio climático basados en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 %, así como aumentar hasta un 20 % la cuota de energías renovables y alcanzar un 20 % de ahorros provenientes de la eficiencia energética. Reconociendo el importante potencial de ahorro energético que existe en las empresas de todas los tipos y categorías, se invita a las mismas a realizar auditorías energéticas, invitación que se hace obligatoria cada cuatro años para las empresas que no sean PYME. Al identificar posibilidades de ahorro de energía y/o el uso de energías renovables, las auditorías energéticas constituirán además la base para el desarrollo sostenible de las Empresas Socialmente Responsables.

Es por tanto clave, establecer una relación en los proyectos relacionados con la eficiencia energética que vayan a englobarse en la RSC de la empresa, por ejemplo elaborando memorias de sostenibilidad energética, llevando a cabo protocolos de medición y cálculo de consumos y emisiones, programas de incentivos de reducción de emisiones, etc.

Estos estudios se derivan en muchos casos de la propia auditoría energética, la implantación de sistemas de gestión energética ISO 50001 o derivados de proyectos de sistemas de compensación de emisiones o cálculo de la huella de CO2.

Una empresa Socialmente Responsable es una Empresa que aplica las recomendaciones de la Directiva de Eficiencia Energética.

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