45 sostenibilidad que el hidrógeno no va a cubrir las aplicaciones donde el eléctrico con batería es la opción ideal”. Pero a la hora de hablar de descarbonización todos los esfuerzos no se deben centrar únicamente en el motor de los vehículos, advierte Cecilia Medina, de Sernauto: “La neutralidad tecnológica no sólo se refiere al sistema de propulsión, también hablamos de descarbonización desde la reducción de peso del vehículo, el uso de materiales más sostenibles… No sólo debemos centrarnos en el producto, sino también en la forma en la que producimos. La sostenibilidad nos ha impregnado desde 2020 con los objetivos de descarbonización y digitalización de la UE”. Principales barreras A pesar de los esfuerzos de la industria, la realidad es que la penetración en España de los vehículos bajos en emisiones todavía es muy reducida. El vehículo eléctrico supone el 5% del parque de coches en España, un porcentaje que sube al 11% si sumamos el resto de las tecnologías eco. Mientras que la penetración del camión eléctrico se sitúa en el 1%. En este punto, Iñigo Loizaga, de CIE Automotive, destaca que, para alcanzar la transición justa, “tenemos que trabajar, en paralelo, en la descarbonización y la economía. Tenemos soluciones, tecnologías…, pero el comprador final del coche no tiene capacidad adquisitiva para dar el salto al vehículo eléctrico”. Y añade: “La descarbonización de la fabricación de vehículos tiene un coste que se tiene que trasladar a través de toda la cadena de suministro y el usuario final tiene que ver un valor adicional para estar dispuesto a pagarlo, así como tener capacidad para afrontarlo”. A lo que Nuria Álvarez, de Volvo Trucks Spain, opina que “los precios bajarán cuando la tecnología sea extensiva y, para ello, es necesario meter volumen y masa crítica. Necesitamos ayudas que nos permitan que el salto sea razonable. Evidentemente quien quiera comprarse un coche pequeño no será un early adopter, pero ayudemos a quienes, por creencia, por convicción o capacidad adquisitiva, puedan estar en ese grupo”. Más allá del factor precio, otra de las grandes barreras que impiden la introducción masiva del vehículo eléctrico son la infraestructura de recarga existente en España. En este sentido, Teresa Mínguez, de Porsche, destaca que, aunque “en estos momentos toda la industria está trabajando mucho más que los propios Estados Miembros, España está sólo por detrás de República Checa y Hungría en despliegue de infraestructura de recarga eléctrica”. Y parte de ello se debe a los trámites burocráticos: “Cuando el tiempo medio de instalación de un punto de recarga en Alemania es de dos meses, en España alcanza hasta los 26”, añade. El precio y la falta de infraestructura de recarga, principales barreras de la expansión del vehículo eléctrico Ayudamos a la descarbonización de todo tipo de sectores vía soluciones de eficiencia energética, energías renovables, cadena de suministro… Luis Gisbert | Schneider Electric También se encuentra con la misma problemática el transporte de mercancías por carretera. Alfredo Rozalén, de Madrid Clúster Automoción, opina que el problema de la introducción del vehículo eléctrico en el ámbito industrial y de transporte de mercancías radica en un tema económico. Tenemos un gran reto porque si ya tiene problemas el coche, el vehículo industrial tiene escasamente un 1% de penetración en ventas. La infraestructura no está disponible para la carga de vehículo industrial”. Por su parte, Álvaro Gutiérrez, de MAN, afirma:“Hoy en día tenemos que ir a rutas regionales o de hub a hub, donde podemos cargar en base por la noche. No podemos abordar la larga distancia porque no existe la infraestructura necesaria. En carretera, necesitamos futuros desarrollos como el megacargador”. A lo que la directiva de Volvo Trucks Spain añade que “nuestro planteamiento es que hoy más del 50% de las aplicaciones del transporte de mercancías son electrificables. Incluso con las carencias de recarga que tenemos deberíamos ser capaces de electrificar más del 50% de las aplicaciones. No nos podemos olvidar que, según datos del 2019, el 7% de las emisiones son responsabilidad del vehículo industrial y por ello tenemos responsabilidad en tomar las medidas no sólo por el porcentaje, sino porque tenemos el recurso tecnológico” n
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