entrevista Eva Galli 51 La urgencia ante el cambio climático parece centrar la sostenibilidad en el plano ambiental, dejando de lado la parte social y de gobernanza. ¿Qué opinión le merece? Creemos que los retos que plantea el compromiso con los factores ASG son sociales, medioambientales y de gobernanza, por lo tanto se trata de desafíos holísticos y transversales en las organizaciones. El último informe sobre riesgos publicado por el World Economic Forum, el pasado enero, ponía el foco precisamente en riesgos relacionados con la cohesión social y la desigualdad por delante de los riesgos climáticos. En materia social falta más estandarización y profundización en indicadores clave. Lo hemos comprobado con la taxonomía social y con la pandemia que ha puesto de manifiesto todos los retos sociales que tenemos por delante. Desde Fundación SERES siempre han defendido que la empresa es parte de la solución de los problemas sociales… La Agenda 2030 ha puesto en evidencia que la forma más eficiente de dar respuesta a los retos sociales es hacerlo en colaboración. Las empresas pueden aportar mucho en este sentido, porque ofrecen know-how, eficiencia y eficacia en medio de un mundo con cada vez más desafíos sociales, riesgos globales y falta de cohesión social. ¿Qué puede hacer la empresa para tener impacto? La empresa actúa por responsabilidad, por normativa y por oportunidad. Lo primero con lo que debe contar una empresa es su propósito, qué quiere aportar a la sociedad. Esto está directamente conectado con su responsabilidad para construir una empresa más fuerte y una sociedad más justa y más sana. Por otro lado, existe también un asunto que es la gestión de riesgos. Siempre que la empresa entienda mejor a la sociedad y pueda detectar los problemas a los que se enfrenta, estará mitigando riesgos. No podemos olvidar la par te de opor tunidad que reside en este camino de transformación que invitamos a que emprendan las empresas hacia un modelo más comprometido socialmente. También apuestan por una empresa más humana e integrada en la comunidad en la que opera. ¿Tenemos trabajo por hacer? La pandemia ha traído muchos aprendizajes. Desde la Fundación hemos creado un espacio -#LíderesResponsables- donde, de manera recurrente, los líderes empresariales explicaban cómo las personas se han conver tido en el foco principal de las organizaciones a distancia de la rentabilidad. Hemos apreciado grandes cambios en este sentido. Temas como la salud mental y el cuidado de los equipos han sido primordiales en estos diálogos. Todas las compañías están trabajando en este sentido y poniendo en marcha planes de acción que contemplan este enfoque. Queda camino por recorrer, pero estoy segura de que lo hemos iniciado y tenemos el convencimiento de poner en el centro a las personas. Recientemente, han presentado la VIII edición del Informe SERES-Deloitte que mide el impacto y la contribución real de las empresas a la sociedad. ¿Cuáles son los indicadores más destacados? El año pasado, la inversión social de 71 empresas SERES se situó en torno a los 1.400 millones de euros. Este dato es muy importante, pero también destacan otros como, por ejemplo, la movilización de los empleados hacia las causas sociales, las alianzas con entidades sociales o el cambio hacia modelos de gobierno que integran mejor los factores ASG como la gestión de los repor tes de información no financiera, códigos de compliance o la Debida Diligencia de los Derechos Humanos. Desde la Fundación vemos cómo las empresas se comprometen socialmente y lo hacen de una manera cada vez más robusta. Esto es un indicador claro de que cada vez hay una mejor unión entre lo que hacen las empresas y lo que demanda la sociedad. En el ámbito de la medición han desarrollado el Índice de Huella Social. ¿Qué aporta esta herramienta? En SERES siempre hemos desarrollado métricas, porque creemos que la medición es fundamental para analizar el impacto real que las empresas realizan en materia social. El ámbito medioambiental cuenta con una gran estandarización en el lenguaje y los indicadores. Algo que no sucede en materia social. Fruto de ese esfuerzo para medir y resLas empresas pueden aportar know-how, eficiencia y eficacia a los grandes problemas globales a los que nos enfrentamos Ya no es factible separar el crecimiento económico del crecimiento social
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