Actualmente, estamos inmersos en un proceso global de descarbonización para conseguir llegar a las ‘emisiones cero’. ¿Por qué es importante la descarbonización del consumo energético en las empresas? ¿Dentro de este reto global, qué papel tiene la transformación de su infraestructura eléctrica? Es más que evidente que el calentamiento global es una amenaza grave para nuestro planeta y para la humanidad. Pero, de hecho, también lo es para las empresas y ha llegado el momento de actuar con contundencia: los próximos diez años serán clave. Los gobiernos se han marcado objetivos de descarbonización para 2050, en el que las empresas tienen un rol fundamental, deben formar par te de la solución al tomar decisiones estratégicas. En este escenario, es impor tante tener en cuenta dos factores. En primer lugar, que la mayor par te de las emisiones de gases de efecto invernadero, el 80% en concreto, provienen de la producción y el uso de energía. En segundo lugar, que se prevé un crecimiento exponencial de la demanda energética, del orden del 62%. Por ejemplo, con la tasa de crecimiento actual, los centros de datos podrían consumir el 6% de la energía mundial de cara al 2025, es decir, en tan solo cuatro años. Hay tres piezas críticas para la descarbonización: energías renovables, electrificación y eficiencia energética. Las infraestructuras y redes energéticas juegan un papel determinante: adaptándose a un mercado cada vez más flexible, en el que aparecen nuevos actores como los prosumidores, y que tiene que hacer frente a retos como el crecimiento exponencial de vehículos eléctricos. A la vez que la red se prepara para dar respuesta a la descarbonización, los distintos actores están abordando la propia descarbonización de sus infraestructuras y equipos, por ejemplo, optando por equipos que ya no necesitan utilizar gases como el SF6. Por tanto, el reto de la sostenibilidad de las empresas también se ha transformado. ¿Cómo deben abordarlo ahora, a diferencia de como lo hacían antes? Debemos adoptar la sostenibilidad como estrategia empresarial, no sólo para acelerar la descarbonización, sino también como ventaja competitiva para los negocios. Pensemos en la opor tunidad de las actuales ayudas enfocadas en la sostenibilidad o incluso en los fondos de inversión, que cada vez más priorizan inver tir en proyectos con alto empeño en sostenibilidad. Está en juego el futuro de las empresas. Otra diferencia es que ya no podemos pensar en aplicar soluciones aisladas, es impor tante que formen par te e de una misma visión: cada implementación debe tener un sentido y un por qué, siguiendo una estrategia de conjunto bien pensada previamente. Otros dos elementos impor tantes y que forman par te de la nueva manera de gestionar la sostenibilidad son la digitalización y la gestión activa de la energía. Es decir, integrar datos, softwares y estrategias para lograr una mayor eficiencia. No 47 Hay tres piezas críticas para la descarbonización: energías renovables, electrificación y eficiencia energética La Unión Europea se ha marcado el reto de tener una economía con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en el horizonte del 2050. Esta meta constituye el núcleo del Acuerdo Verde Europeo y está consonancia con el compromiso comunitario de aumentar la acción climática global en línea con los compromisos del Acuerdo de París. Para lograr este ambicioso objetivo hay que actuar de forma rápida y eficaz. En esta entrevista, la vicepresidenta de Power Systems Iberian Cluster de Schneider Electric, Martina Tomé, nos da las claves para la descarbonización: la apuesta firme por las energías renovables, la electrificación y alcanzar una mayor eficiencia energética. El 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero provienen de la producción y el uso de energía entrevista Eva Galli hay energía más sostenible que aquella que no se consume. En pocas palabras, toda la empresa deberá trabajar conjuntamente y con la misma visión de sostenibilidad. ¿En qué punto del camino hacia la sostenibilidad se encuentran las empresas hoy en día? Podríamos decir que nos encontramos en una segunda oleada de la descarbonización. Las empresas estamos implementando medidas con un impacto positivo como la reducción del consumo energético, remplazando o modificando el
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