OPINIÓN

La comunicación, factor clave del éxito de la Responsabilidad Empresarial

Miguel García Lamigueiro,

vocal de RSC y Gestión Sostenible de Asociación de Directivos de Comunicación (DIRCOM)

Miguel García Lamigueiro

La crisis ha acrecentado la demanda de transparencia por parte de la ciudadanía. Transparencia en las instituciones, en la política, pero también en las empresas, que se ven en la necesidad de recuperar la confianza de la ciudadanía y la manera de conseguirlo es actuar de manera diferente, mejor, para el conjunto de la sociedad.

La Responsabilidad Social Empresarial tiene mucho que decir en este proceso porque lo que legitima la existencia misma de las empresas responsables es la creación de riquezas, más allá del beneficio. Porque la empresa tiene un enorme potencial como agente transformador clave para nuestra sociedad, pero entendiendo bien qué pretende aportar la RSC para que verdaderamente pueda crear valor, para la sociedad y para la empresa misma.

Estamos seguros de que en los próximos años hablaremos más de hacer bien las cosas que de hacer cosas buenas. Porque ya no se trata solamente de ser solidarios, sino de crear valor en aquello que mejor sabemos hacer.

La RSC ha de estar, por tanto, integrada en el negocio. Porque lo pide el consumidor y porque a la empresa le conviene, ya que la RSC, además, tiene una incidencia positiva en diferentes aspectos de negocio: plantea retos y permite descubrir nuevos segmentos de mercado, reducir costes, diferenciarse de la competencia y fidelizar clientes.

Es importante, por tanto, tener una estrategia de Responsabilidad Empresarial integrada en el core business de la empresa y que cree valor para todos sus grupos de interés, fomentando la confianza a través de la consolidación de una reputación que permita dar a conocer los valores corporativos.

Pero, como decía Maquiavelo (historiador, político y teórico italiano, 1469-1527) "pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos” y en el caso de la Responsabilidad Empresarial lo que somos tiene que ver con algo tan intangible como son los valores de la compañía. De ahí que en este campo sea más importante, si cabe, una política eficaz de comunicación externa e interna de la Responsabilidad Empresarial que permita hacer visibles las acciones y el espíritu, la propuesta de valor, que hay detrás de ellas.

El mejor indicador de éxito es poder demostrar que todos los grupos de interés están satisfechos de su relación con la compañía, y eso sólo es posible si, a través de lo que aparentamos, conocen lo que somos.