OPINIÓN

Salud, sostenibilidad y responsabilidad social

Susana Mato,

directora de Relaciones Institucionales y Responsabilidad Social Corporativa de Mutua Universal

Susana Mato

El pasado 17 de noviembre se entregaron los galardones de la sexta edición de los Premios Innovación y Salud de Mutua Universal, destinados a premiar la labor de empresas comprometidas con la promoción de la salud que realizan proyectos innovadores que representen una mejora en la calidad de vida y la salud de sus trabajadores. El análisis de los proyectos galardonados a lo largo de estas seis ediciones muestra la rápida evolución del concepto de seguridad y salud laboral, así como su plena integración en las políticas de responsabilidad social y sostenibilidad de las organizaciones.

En la ceremonia de entrega de los premios de esta sexta edición tuvimos el honor de contar con la directora del departamento de Salud Pública y del Ambiente de la Organización Mundial de la Salud, María Neira, que reflexionó sobre la relación entre salud y cambio climático: “De lo que se habló realmente en la cumbre sobre el cambio climático de Glasgow (COP 26) fue de salud pública global”. Por si hubiera alguna duda, Neira aportó algunos ejemplos significativos: “La transición a energías renovables supone contar con un aire que contamine menos a nuestros pulmones. Lo mismo sucede con una planificación urbanística que debe priorizar a los ciudadanos frente a los vehículos, o con la transición a sistemas de producción de alimentos más sostenibles. Evidentemente, todos estos procesos benefician al planeta, pero benefician en la misma medida a todos los que lo habitamos”.

Desde Mutua Universal coincidimos plenamente con la Dra. Neira en esa visión integral de conceptos como salud, sostenibilidad, desarrollo sostenible o responsabilidad social. En todos los casos, con los matices que se quiera, hablamos de mejorar la calidad de vida de las personas sin hipotecar los recursos limitados del planeta.

En los últimos, años todos hemos asumido nuestra responsabilidad en ese objetivo global, gracias, en buena medida, a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, que se han consolidado como estándares internacionales de buenas prácticas. Bienvenido sea el interés de empresas, organizaciones y entidades por demostrar que aportan y cumplen con estos objetivos y se autoimponen metas cada vez más ambiciosas al respecto.

Los proyectos presentados a los Premios Innovación y Salud a lo largo de sus seis ediciones muestran una evolución similar. Los galardones se convocaron por primera vez en 2015 con el objetivo de reconocer el compromiso de las empresas por el desarrollo y la promoción de entornos de trabajo seguros y saludables. Poco a poco, hemos observado cómo aquel planteamiento inicial se ha ido ampliando y enriqueciendo hacia un concepto más global de “calidad de vida y bienestar”, dentro y fuera del entorno laboral. Una evolución que ha acabado de consolidarse tras la pandemia, ante el surgimiento de nuevas metodologías de trabajo y, con ellas, la redefinición del modelo de protección a las personas trabajadoras.

Evidentemente, las compañías siguen destinando recursos al concepto más tradicional de “prevención de riesgos laborales”, tanto en espacios industriales de particular riesgo como en puestos de oficina, etc. En este sentido, en la última edición de los Premios Innovación y Salud se ha reconocido como finalista en la categoría de Gran Empresa una tecnología desarrollada por Cosentino para prevenir la exposición al polvo de sílice durante la fabricación y elaboración de Silestone. Por su parte, el proyecto “Sustainable Ergonomics” de la pyme Atlas Copco, que analiza las condiciones de trabajo desde el punto de vista ergonómico para que los empleados mejoren su postura en el día a día en el trabajo y en el hogar, ha resultado ganador en la categoría de Pequeña y mediana empresa. En el campo de la prevención de riesgos laborales también se ha distinguido al Gobierno de la Rioja con un premio institucional por su labor de integración de programas informáticos e intercambio de información entre diferentes estamentos de la administración pública, con el objetivo de fomentar la colaboración y coordinación para mejorar de la salud laboral de sus trabajadores.

La principal evolución del concepto “calidad de vida y bienestar” ha llegado con la implicación de las empresas en la salud de las personas trabajadoras más allá del entorno estrictamente laboral, con una visión preventiva: algunos ejemplos claros son la promoción de la práctica de actividad física y de una alimentación saludable, las campañas contra hábitos nocivos o la preocupación por la salud mental. La idea es que si los trabajadores estamos sanos física y mentalmente rendimos mejor, con un beneficio compartido para todos. El proyecto "Mens sana in corpore sano" de la pyme Palibex Logística, S.L. ha sido finalista en la última edición de los Premios de Mutua Universal incidiendo precisamente en este aspecto.

También en el ámbito de la salud global de los trabajadores, vinculado en este caso a la situación excepcional de pandemia, los Premios Innovación y Salud de este año han premiado el desarrollo de una plataforma de gestión de casos de COVID-19 por parte de PM&S Recursos (Deloitte), que con la implantación de medidas de atención a trabajadores afectados ha contribuido a evitar la saturación del sistema público de salud. Del mismo modo, el Ajuntament de Barcelona ha sido reconocido con un premio institucional por desarrollar una estrategia para mitigar los efectos de la pandemia en el entorno laboral basada en la implantación de acciones que le han permitido conocer y mantener controlado el impacto de la COVID-19 entre su personal.

Iniciativas como estas ejemplifican a la perfección la transversalidad entre salud, sostenibilidad y desarrollo sostenible: una buena práctica que protege a personas trabajadoras y contactos directos y que a la vez contribuye a la productividad de la empresa y beneficia al conjunto de la sociedad. De ahí que la mayoría de las organizaciones ya planteen acciones de salud y seguridad laboral con una visión global y las integren en sus políticas de responsabilidad social.

En el caso de Mutua Universal, este nuevo enfoque aporta también una nueva dimensión a la labor de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social: la contribución a la sostenibilidad del sistema a partir del cuidado de un aspecto tan fundamental como es la salud de las personas trabajadoras.