OPINIÓN

El renting, la respuesta a los desafíos de la Ley de Movilidad Sostenible

Pedro Malla,

Director General de ALD Automotive

Pedro Malla

Reducir el impacto medio ambiental de los medios de transporte es uno de los principales objetivos de la Ley de Movilidad Sostenible que se espera se convierta en una realidad en los próximos meses. Se trata, sin duda, de una norma que presenta grandes desafíos para ciudadanos y empresas que, de aquí en adelante, deberán adaptar su movilidad a las directrices de esta nueva legislación.

Por primera vez, este texto reconocerá la movilidad como un derecho social, buscando promover formas de moverse cada vez más limpias, colectivas, digitales e innovadoras. Y es que el transporte es responsable del 27% de las emisiones de gases de invernadero y la mala calidad del aire es la causante de 25.000 muertes prematuras anuales en nuestro país, según un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Estas cifras son, sin duda, una muestra de la importancia que va a tener esta ley en la sociedad; pero no por ello será fácil de cumplir. Y es en este punto donde el renting se postula como una solución clave para el proceso de adaptación.

En efecto, el sector ofrece a los conductores la posibilidad de acceder a vehículos más ecológicos de forma más económica que si lo hicieran con una fórmula de adquisición en propiedad; además, esta modalidad promueve la renovación de un parque automovilístico más seguro, más tecnológico y más comprometido con los nuevos retos medioambientales. De hecho, el renting es ya el gran propulsor de la electromovilidad, con un peso a las matriculaciones totales de electrificados de más del 26%.

El nuevo texto también apuesta por la digitalización, contemplando la creación de un ente en el que empresas de transporte, gestores de infraestructura y administraciones compartan sus datos a través de aplicaciones y soluciones telemáticas que van a permitir mejorar la seguridad vial y la eficiencia en la conducción; aspectos, todos ellos, por los que el sector del renting lleva apostando muchos años. En efecto, la conducción sostenible, además de ser más segura, pone el foco en el ahorro de combustible y la consiguiente reducción de la huella de carbono. Poniendo en práctica gestos sencillos se logra un ahorro importante de combustible y, con ello, de emisiones a la atmósfera. Los datos muestran que, llevando a cabo una conducción eficiente, la reducción del consumo podría estar entre un 7% y un 10%.

Otro aspecto clave en el texto por aprobar es la obligatoriedad de que las empresas con más de 500 trabajadores (o 250 por turno) desarrollen un plan de transporte sostenible al trabajo que racionalice los desplazamientos al lugar donde se desarrolla la actividad de los empleados, clientes, proveedores y visitantes. Se trata de una medida esencial para lograr la descarbonización del transporte, teniendo en cuenta, fundamentalmente, que en la actualidad, la movilidad al trabajo constituye el motivo principal de los desplazamientos cotidianos en áreas urbanas.

De esta manera, con la aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible se busca promover medios de transporte más eficientes para los empleados, impulsando la movilidad activa, colectiva, eléctrica y compartida o colaborativa. En este punto, nuevamente, el renting tiene mucho que decir. El sector será un aliado clave en la adaptación de las empresas a esta nueva legislación, ya que les permitirá aplicar los planes de movilidad para sus empleados dando respuesta a muchos de los desafíos de esta nueva norma.

Así las cosas, la futura aprobación de la Ley de Movilidad Sostenible, conformará un marco legislativo a nivel estatal que clarifique la incertidumbre energética y tecnológica en la que estamos inmersos, evitando así las diferencias de legislación entre los distintos núcleos de población, de forma que todos los agentes activos implicados en esta industria puedan seguir trabajando en pro de la sostenibilidad en la misma dirección y bajo el paraguas de unos mismos objetivos. En este contexto, el renting se va a afianzar como uno de los grandes facilitadores de la transición a la descarbonización del sector del transporte y de la movilidad, ya que su modelo de negocio permite, de una forma más económica, el acceso a vehículos a la vanguardia en tecnología y en sostenibilidad, lo que favorece indiscutiblemente la renovación del parque de vehículos y la consiguiente disminución de la huella de carbono.