OPINIÓN

Trabajar a favor de las personas con discapacidad

Miguel Sagarra,

director corporativo de Relaciones Institucionales y RSC de Fundosa Grupo

Miguel Sagarra

Durante la celebración del décimo aniversario del Pacto Mundial de Naciones Unidas en nuestro país, quienes han dirigido esta entidad coincidieron en señalar que la eterna pregunta sobre si la responsabilidad social era una moda ha derivado en la afirmación de que las empresas tienen que incluir la responsabilidad social en sus estrategias para poder salir reforzadas de la crisis.

Conceptos como grupos de interés, diversidad, cambio climático, inversión socialmente responsable, derechos humanos, cadena de valor, han dejado de ser anécdota, y las donaciones aleatorias en torno a las que pilotaba la acción social han cambiado por estrategias bien definidas alineadas al core business de quienes la llevan a cabo junto con iniciativas de voluntariado corporativo.

Las personas con discapacidad históricamente han estado en un segundo plano en la historia económica y política de nuestro país. Sin embargo, el trabajo que se está realizando desde la ONCE y su Fundación, así como por todo el movimiento asociativo agrupado en torno al Comité Estatal de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), está posibilitando que en esta ocasión el “tren responsable” haga parada en la estación para que este colectivo pueda incorporarse al mismo con total legitimidad.

Las memorias de responsabilidad social corporativa incluyen cada vez más referencias a políticas de las que se benefician directa o indirectamente las personas con discapacidad, lo que refleja su interés por una par te de la sociedad que en momentos de crisis como el que estamos viviendo la está padeciendo de forma más acusada.

Desde la ONCE y su Fundación nos hemos propuesto acompañar a todas aquellas organizaciones, públicas o privadas, que quieran trabajar a favor de las personas con discapacidad con el objetivo de conseguir una sociedad más justa en la que todos aportan, en la que todos suman y de la que todos puedan disfrutar.

Iniciativas como el Foro Inserta Responsable, en el que participan empresas con las que hemos firmado convenios de colaboración y que sirve para avanzar a través del intercambio de buenas prácticas y el conocimiento, o el Foro de la Contratación Pública Socialmente Responsable, en el que colaboramos con las distintas Administraciones Públicas para la inclusión de cláusulas sociales en sus pliegos de contratación, son claros ejemplos de la voluntad de la Fundación ONCE de aportar su conocimiento y experiencia sobre las personas con discapacidad al desarrollo de la RSE.

Porque entendemos que la incorporación de la dimensión de la discapacidad en la RSE ha de comenzar por reconocer a este colectivo como grupo de interés y desde una perspectiva amplia y transversal, no sólo como empleados, sino como clientes o usuarios, proveedores, y como parte de la comunidad.

En España existen casi cuatro millones de personas con discapacidad que, junto a sus familias, componen un grupo de población con unas necesidades muy específicas que las empresas no pueden dejar de tener en cuenta, ya que suponen impor tantes posibilidades de negocio nada desdeñables en tiempos de crisis como el que vivimos.

Ejemplo de ello es el desarrollo de productos y servicios accesibles, tales como el uso de tecnología móvil para proporcionar información de los medicamentos a personas ciegas, o el uso de videollamadas para posibilitar que las personas sordas puedan llevar a cabo operaciones financieras usando la lengua de signos.

Además, tener en cuenta a las personas con discapacidad supone aprovechar el talento y el potencial de un 10% de la población, y es un elemento fundamental dentro de la gestión de la diversidad y un factor de desarrollo, innovación y riqueza.

Pretendemos que las empresas y organizaciones vean la discapacidad como un valor que les puede apor tar una ventaja competitiva. Pero pretendemos sobre todo que aquellos que se unen a nuestro proyecto nos ayuden a contagiar una actitud normalizadora.

Con la Guía de RSE y Discapacidad (RSE-D) que hemos elaborado en la Fundación ONCE queremos poner a disposición de las empresas una herramienta que les ayude a incluir la discapacidad desde ese punto de vista transversal en todas las áreas de negocio de la compañía y no sólo como beneficiarias de acción social y voluntariado corporativo.

En esta Guía, y en todas sus actuaciones, la Fundación ONCE pone a disposición de las organizaciones la experiencia de 20 años de trabajo en el ámbito de la discapacidad. Un trabajo duro pero cuyos resultados certifican su eficacia.

La recientemente otorgada Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo al Grupo Fundosa, grupo empresarial de la Fundación ONCE, es un importante reconocimiento a este singular proyecto – mejor dicho, a esta realidad -, que demuestra con el ejemplo que es posible conjugar la rentabilidad económica con el compromiso social, y que un proyecto empresarial con más de un 70% de empleados con discapacidad y gestionado por personas con discapacidad, puede ser altamente competitivo.