OPINIÓN

¿A qué te dedicas, hija?

Julia Salsas ,

consultora de ConSentidoComún

Julia Salsas

Hace ya más de 3 años que monté mi pequeña consultoría de responsabilidad social corporativa (RSC). Y aun así, mi padre sigue teniendo dudas acerca de mi trabajo. Yo, quizás no soy la mujer más didáctica del mundo, pero sí soy capaz de hacerme entender cuando sé de lo que hablo. Él, mi querido progenitor, es letrado hace más de 40 años. Así pues, sólo me queda concluir que la RSC no es fácil de explicar a los que son ajenos a ella. O que llevamos años haciéndolo mal.

Seguramente la pregunta- con algunas variaciones de forma pero no de fondo- se la hace mucha más gente de la que en realidad se atreve a planteármela. Mi padre no. Porqué él no tiene que aparentar saberlo. Y ese es el tema: la RSC no es apariencia. Es tan real como la vida misma. Bonita frase. Muy escuchada tal vez, como también lo son “la RSC está en el ADN de nuestra compañía”, “incorporamos la RSC de manera transversal en nuestra gestión diaria”. Pero, ¿de verdad creemos que la RSC ya está integrada en nuestro día a día?

Preguntémonos, tal y como hace mi padre cuando no entiende bien algo, qué hemos hecho hasta ahora para que forme parte indiscutible del engranaje de las compañías de nuestro país. ¿Aparentar tenerla? O ¿asumirla como un nuevo modelo de gestión empresarial que nos permitirá avanzar?

Ley de transparencia, ISO2600, RS10,… y, eso siempre, muy buenas intenciones. Pero el ciudadano de a pie, el consumidor tradicional sigue malinterpretando casi todo lo que en materia de RSC desarrollan las compañías en España. Por desconocimiento. Por ignorancia. Porqué llevamos mucho tiempo explicándonos mal.

La Responsabilidad Corporativa (medioambiental, social y económica) tiene, todavía, un gran papel que jugar. Pero la regla principal es explicar bien ese juego.

¿Qué es la Responsabilidad Corporativa? Una nueva actitud de todos los trabajadores de este país frente al trabajo. Una forma de hacer bien la labor diaria. Una implicación personal, secundada, apoyada y avalada por el compromiso empresarial, en todos los aspectos que de un modo u otro afectan a nuestra profesión, oficio u ocupación laboral. Un querer recuperar la confianza de antaño en el mundo de las empresas, retomar la ilusión de formar parte de un proyecto que se siente parte de un todo, un querer apostar por nuevas e innovadoras maneras de liderar y dirigir proyectos empresariales, integrar entre los grupos a tener en cuenta a esos nuevos “players” a los que antes ni se contemplaban.

La RSC es esa herramienta que te permite llegar a casa cada tarde con la conciencia tranquila, sabiendo que estamos haciendo bien las cosas, que podemos contar a nuestros hijos a qué nos dedicamos y cómo lo hacemos. Es saber que estamos construyendo un futuro mejor, más coherente, más en línea con lo que la sociedad y la Tierra nos pide. Es ROMPER con todo lo que hasta hoy se ha venido practicando mal para recomponerlo de manera que el resultado satisfaga a todas las partes. Es resituar a las empresas no en el centro de todo el universo sino como una parte más de éste. Es empezar a demostrar dejando de aparentar.

Y así debe ser contada. Así hay que saber transmitirla. Para, entre otras muchas cosas, tener la confianza de que durante la próxima comida familiar, cuando todos mis parientes estén alrededor de la mesa, y mi padre vuelva a preguntarme en qué trabajo, pueda contestar con la cabeza bien alta y la voz bien firme que me dedico a la RSC.