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En poco tiempo todas las grandes empresas realizarán reportes integrados, pero para una verdadera integración hará falta una década
Antonio Vives,
socio principal de Cumpetere
08/07/2011Antonio Vives, uno de los mayores expertos mundiales en materia de sostenibilidad corporativa, se muestra contundente en esta entrevista acerca del reporte integrado: “No conozco ningún reporte de empresa española que podamos decir que está en etapa de integración estratégica”, asegura. Socio principal de Cumpetere, consultoría especializada en RSC, profesor y consultor de la Standford University, miembro de los Consejos Asesores de Sostenibilidad de Cemex y Abengoa, creador de las Conferencias Interamericanas sobre RSE, es también autor de numerosos artículos y libros sobre RSE. Su ideología directa y contundente en materia de RSC, poco políticamente correcta, queda reflejada en los títulos de algunos de sus posts más leídos, como “Premios y certificaciones, no es oro todo lo que reluce” o “Premios GRI al reporte de sostenibilidad: ¡Falacia!”.
“Todavía no existe un consenso sobre qué significa un reporte integrado –explica Antonio Vives-. Nos encontramos en los comienzos de la gran confusión donde cada empresa querrá demostrar que su reporte es integrado, con la consecuencia de que se corre el riesgo de desvirtuar el concepto y retrasar el progreso”, anuncia.
¿Es el reporte integrado algo más que un compendio de información de tipo financiero, social y medioambiental?
El verdadero informe integrado es mucho más que una compilación de información sobre las actividades financieras, sociales y ambientales de la empresa. Para llegar a él la empresa debe tener una “estrategia integrada” en todos estos temas, un sistema de información también integrado, con medición de costes y beneficios sociales y ambientales al mismo nivel que se tiene a nivel financiero.
Sin embargo, el mismo proceso de preparación de un informe integrado puede contribuir al desarrollo de esta estrategia y de los sistemas de información. La integración implicará un sistema de contabilidad financiera diferente, ya que muchos de sus principios actuales no son aplicables a los costes y beneficios de las actividades sociales y ambientales, con beneficios no medibles por los sistemas de contabilidad, a veces intangibles y en el mediano y largo plazo. Pero para esto falta muchísimo tiempo.
A falta de que el GRI se pronuncie, ¿en qué metodología puede basarse un informe integrado?
El GRI, junto con el Proyecto Accounting for Sustainability, lanzaron a comienzos de 2010 un Comité Internacional sobre el Informe Integrado, CIII con el objeto de “crear un esquema globalmente aceptado de contabilizar la sostenibilidad: un esquema que junte la información financiera, ambiental social y de gobernanza en un formato claro, consistente y comparable, en una palabra, un formato “integrado”. Este comité se ha constituido con 35 miembros, ninguno de habla hispana, representando instituciones de contadores, financieras, organizaciones internacionales, consultoras y empresas, aunque todavía sin un programa de trabajo.
Mientras tanto, no existe una metodología y cada empresa lo hace de acuerdo a sus capacidades y al asesoramiento que recibe. Claro está que algunas están mucho más avanzadas que otras y están logrando poco a poco la integración de acciones para luego integrar reportes. De hecho hay empresas que producen informes con ese nombre desde hace más de cinco años.
¿Cuál es el objetivo que persigue la propia compañía que reporta de forma integrada?
El objetivo que “debería” perseguir es el de la integración de las estrategias y todas sus actividades bajo el paradigma de la sostenibilidad, para luego reportar. Algunas empresas persiguen como objetivo llamar la atención sobre sus reportes, pero las más ilustradas persiguen el proceso de integración de estrategias y actividades, para lo cual el forzarse a producir un informe cada vez más integrado es solo una parte, que demuestra esa necesidad de antes integrar acción para después poder reportar.
¿Qué beneficios aporta a sus stakeholders?
Los beneficios varían según el tipo de stakeholder. En general, el informe integrado per se les produce pocos beneficios. Estos se logran al integrar acciones, usando el reporte como instrumento. Entonces se puede apreciar mejor el impacto de las prácticas responsables ya que antes de reportar hay que medir, y antes de medir hay que hacer. Presumiblemente los reportes integrados conlleven a una mejora paulatina en la efectividad, y esperemos que también en la cantidad, de las prácticas responsables.
¿En qué plazo cree que el reporte integrado se habrá generalizado entre las grandes compañías?
En algunos pocos años todas las empresas grandes producirán informes que llamarán “integrados”. La cuestión es el grado de integración que tengan. ¿Es mera consolidación de toda la información en un solo informe? ¿O hay integración de estrategias y actividades, sistemas de información de costos y beneficios? Para este nivel de integración real, estratégica, pasará más tiempo, quizás una decena de años. Los resultados del CIII serán un gran estímulo, aunque seguramente aparecerán metodologías recomendadas por consultores, que añadirán confusión antes de que la situación se aclare. Recordemos que la producción de reportes de sostenibilidad es un gran negocio para muchas de estas firmas.
¿Cuáles son las fases por las que pasa el reporte hasta llegar al integrado?
Las empresas pasan por la etapa inicial de producción de un informe separado de sostenibilidad, como primera etapa en la recopilación de información sobre sus actividades, información que muchas veces está dispersa en la organización y a veces hasta los mismos directivos no conocen. Cumple el objetivo de iniciar a la empresa a interiorizar la sostenibilidad. Es la etapa de los informes impresos. Posteriormente, un gran número de empresas pasa a producir informes basados en la información virtual, lo que les permite una mejor focalización de la información hacia las necesidades de sus stakeholders. Para algunas sirve incluso para mantenerla vigente. Es la etapa de la focalización.
Algunas empresas pasan a una siguiente etapa, donde consolidan la información financiera y la información sobre sostenibilidad en un solo reporte bajo el nombre de reporte integrado. Esta consolidación suele ser una mezcla, una ensalada, donde los componentes de la información son distinguibles. Es la etapa de la integración física. La verdadera integración viene cuando la información se integra, en función de estrategias y actividades también integradas. No es tanto un asunto de presentación, es el resultado de estrategias empresariales, que no ven a las actividades relacionadas con la sostenibilidad como algo diferente, sino que forma parte de la misma esencia del hacer negocios. Es la etapa de la integración estratégica. Se pasa de la ensalada a la torta, donde los ingredientes ya no pueden ser separados, pueden percibirse, pero forman parte de un conjunto único.
Eventualmente llegaremos a la etapa del estado único, donde la contabilidad de costes y beneficios será una sola y se presentará “el estado del cambio en el valor de la empresa”, como consecuencia de todas sus actividades, no solo de aquellas que pueden medirse en términos contables y que afectan el período contable corriente, como se hace ahora. Para esto pueden pasar varias décadas.
¿En qué fase se encuentran la mayoría de reportes de las empresas españolas?
Los reportes de las empresas españolas, que deben ser varios miles (pero solo 169 reportes fueron formalmente registrados con el GRI para el 2010), se encuentran en su mayoría en la primera etapa de informes impresos. Son pocas las que han entrado en una etapa de focalización y menos las que están en la etapa de integración física. Según ellas mismas, de las 169, 24 han reportado al GRI que sus reportes son “integrados”, muy posiblemente en etapa de integración física. No conozco ningún reporte de empresa española que podamos decir que está en etapa de integración estratégica.
¿Qué valoración hace del recien presentado reporte integrado del BBVA?
He analizado el reporte para un artículo publicado recientemente en mi blog de Cumpetere “Reportes integrados: Tortas no ensaladas”.
El BBVA está en plena etapa de integración física y aún cuando dice que después de nueve años se ha dejado de producir el informe de sostenibilidad o de Responsabilidad Corporativa, RC, todavía lo hace y se reporta en forma separada en el sitio www.bancaparatodos.com. Obviamente, después de haber recopilado toda la información, es deseable, en aras de la transparencia y para atender los intereses de stakeholders particulares dar más detalles de los que cabrían en el informe anual o “informe financiero” (¡mal nombre!), como llama el BBVA al informe integrado. De lo contrario se abrumaría este último con información no financiera y perdería balance. Esto nos lleva a resaltar la importancia del proceso de transición.
Lo que presenta el BBVA es una laudable tendencia hacia el informe integrado pero todavía está en la etapa de integración física. Pero la asignación de las responsabilidades de RC al Comité de Dirección es un importante paso adelante hacia la integración de las prácticas responsables en la estrategia de la empresa, que es el desiderátum número uno de la responsabilidad social. Y ese es su reto.
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