ENTREVISTA

El marketing lo convierte todo en RSE


José Carlos González,

responsable federal de RSE, ISR y Sostenibilidad de Federación de Servicios de CCOO

José Carlos González 08/03/2018

Después de una larga trayectoria profesional en el sector financiero, José Carlos González es, desde 2002, el responsable de Responsabilidad Social, Inversión Responsable y Sostenibilidad de la Federación de Servicios de Comisiones Obreras. Además, es consejero del Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas y miembro del Comité del Capital de los Trabajadores (CSI-TUAC- OCDE).

 

Usted es vocal del Consejo Estatal de Responsabilidad Social de las Empresas. ¿Por qué no se reúne el CERSE?

La última reunión que mantuvimos fue para comunicarnos que el Gobierno estaba trabajando en el ámbito de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la transposición de la Directiva europea sobre información no financiera, elaborando el Plan de Empresa y Derechos Humanos… Fue una reunión meramente informativa y no para pedir opinión al CERSE que, al fin y al cabo, es el órgano asesor.

 

¿Por qué?

Porque el Gobierno no se cree la RSE. Ha apostado por paralizar la actividad del CERSE y hacer las cosas entre lobbies, empresas y el mismo Gobierno, dejando fuera la par ticipación social.

 

Entonces, el último trabajo que realizó el CERSE es la elaboración de la Estrategia Nacional de la RSE. ¿Qué opinión le merece?

Efectivamente, la Estrategia fue el último trabajo impor tante que hicimos, con mucha opacidad y trabajo en contra. De hecho, Comisiones Obreras no estuvo en la foto final de la Estrategia porque teníamos previsto votar en contra. Había tantas cosas que no nos gustaban que decidimos no apoyarla, pero a última se incluyó una petición nuestra sobre la inclusión de los sindicatos como representantes de los grupos de interés de los trabajadores y eso hizo que finalmente votáramos a favor de la estrategia, pero con muchas reticencias y una gran dosis de crítica a su contenido .

 

Recientemente el Gobierno español ha culminado la transposición de la Directiva europea sobre información no financiera...

La Directiva llega un año tarde, como todas las directivas europeas. El Gobierno español está influyendo para contaminar todas las directivas que se proyectan y conseguir que tengan menos contenido social. El Ejecutivo se resiste a transponerlas y si las transpone lo hace a su manera.

 

¿De qué manera?

En una de las fases de la transposición y de las consultas, España ha incluido la coletilla de “empresas de interés social”, de forma que restringe el número de empresas a las que afectará la nueva normativa. Ahora no solo tienen que tener más de 500 trabajadores, sino que además se tienen que considerar empresas de interés social, con lo cual vemos que está intentando que la Directiva afecte al menor número de empresas posibles. Pero ese no es el problema. El problema es que las empresas deberían informar con unos indicadores clave, relevantes y comparables, y están intentando que no sean indicadores clave, relevantes ni comparables. Están intentando incluir elementos que consideramos que no son tan importantes.

 

¿Cómo cuáles?

Para empezar, la Directiva cambió de nombre. Empezó como Directiva de información no financiera y después se fue descafeinando y entró la variable de diversidad. Esto es una muestra de que quieren dispersar, no centrar el tiro. Lo lógico es que las empresas informen sobre su fiscalidad y pongan, claramente, su huella fiscal en este informe, pero no la huella fiscal que les elaboran las grandes consultoras sino la huella fiscal de verdad. ¿No estamos todos de acuerdo con la huella de carbono y sus indicadores están aceptados? Pues nos encontramos con un enorme rechazo a hablar de fiscalidad en las empresas. Y otro indicador que, como grupo de interés representante de los trabajadores, hemos considerado fundamental es todo lo que tiene que ver con la desigualdad salarial y con las comparativas respecto al empleo creado. Este grupo de indicadores no se quieren.

En definitiva, se está trabajando para que la Directiva afecte al menor número de empresas posibles, que podríamos aceptarlo, pero no sé quieren definir claramente los indicadores.

 

¿Cuál es la reivindicación de Comisiones Obreras?

Estamos pidiendo que la información de Buen Gobierno Corporativo y otras informaciones importantes deberían aparecer claramente en el informe no financiero de la empresa para que los consumidores, los inversores, los sindicalistas… puedan manejar esa información y hacer estudios comparativos de una forma sencilla, sin necesitar a un ejército de expertos auditores. Las empresas deben informar de forma transparente en unos documentos  accesibles y con unos indicadores claros. Hay una resistencia tremenda a la transparencia y esto es lo que hace que se tarde tanto en transponer directivas e introducir variables de diversidad.

 

¿Cómo ve la situación de la Responsabilidad Social Empresarial en España?

Comisiones Obreras es un sindicato sociopolítico que no está solamente para intentar defender a los trabajadores en sus empresas, sino que tiene un cierto sentido de Estado. Por ello, consideramos la RSE como una cuestión de Estado y esto tiene que ver con la obligación del Estado de proteger. No solamente son las empresas, sino que los gobiernos también tienen que abordar la RSE en condiciones y no lo están haciendo. En la actualidad está funcionando una competitividad irresponsable y nosotros decimos que necesitamos una competitividad responsable.

Veo que muchos directores de RSE también apuestan por ello y están intentando hacer cosas, pero luego vienen los departamentos de Marketing, de Imagen y de Marca y multiplican por mil, en los medios de comunicación, algunas cosas que están haciendo bien. Después de muchos años analizándolo, creo que el factor comercial va a hundir a la humanidad. Claro que están haciendo cosas interesantes, pero el marketing lo convierte todo en RSE y no hay indicadores interesantes.

 

Y desde su punto de vista, ¿cómo está actuando la empresa?

Las empresas están haciendo cosas bien, pero no hay manera de poderlo valorar. Hay una crisis tremenda de credibilidad y se están resistiendo a utilizar metodología e indicadores y prefieren hacer marketing, acción social, voluntariado corporativo… Eso es lo que está matando a la RSE. La acción social fue lo que mató a las cajas de ahorros que, como hacían acción social, decían que hacían RSE sin mirar dónde estaban invirtiendo.

La fiscalidad, la desigualdad, la cadena productiva, los temas medioambientales importantes que están afectando a la salud de las personas, el cambio climático… hay muchas cosas que las empresas pueden hacer y nosotros ofrecemos nuestra ayuda. El problema que estamos teniendo es que no aceptan esta ayuda. Cuando las empresas hablan de grupos de interés tienen que contar con el sindicato como representante de los trabajadores y contar con nuestra opinión y esto no está pasando. Cuando se reúnen con grupos de interés llaman a ONG o a consultoras, pero no están llamando a los representantes legales y democráticos de los trabajadores, de los consumidores…

 

La lucha contra la desigualdad o el cambio climático están contemplados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Qué opinión le merecen?

Creemos que son interesantes y que se puede trabajar en ellos, pero también estamos viendo otro greenwahing y una burbuja mediática. Por ejemplo, los ODS hablan de desigualdad en los países, pero no directamente de la desigualdad salarial, y vemos que es un intento de evitar los temas espinosos para las empresas: la desigualdad, la cadena productiva y la fiscalidad. Muchas empresas hablan del tema medioambiental porque ven que les van a obligar a abordarlo, pero para nosotros existe un concepto clave que es la transición justa.

 

¿Qué es la transición justa?

Reconocemos que hay que cambiar el modelo de sistema productivo y el sistema empresarial tiene dificultades o reticencias. Las empresas deben realizar la gestión del cambio, pero no expulsando a los trabajadores sino haciendo planes de gestión del cambio y de transición justa. Las empresas no están compitiendo responsablemente porque están haciendo dumping social, es decir están rebajando mucho las condiciones laborales de los trabajadores y optan por tener una masa de trabajadores subcontratados.

 

Como sindicato, ¿qué está haciendo Comisiones Obreras en materia de Responsabilidad Social?

El reto de informar sobre el impacto social de una organización -no somos una empresa-, que además intenta mejorar precisamente el impacto social de las empresas -salarios, salud, horarios... la vida de las personas- es tremendo.

Estamos incluyendo las líneas de RSE en nuestro trabajo y trabajamos para que los convenios colectivos incluyan estos temas, pero todavía no hay nada material como un informe de Responsabilidad Social de CCOO. La falta de regulación sobre cómo informar dificulta aun más la tarea. Ya hemos avanzado mucho en transparencia, tenemos un documento sobre Buen Gobierno muy importante y tenemos un mandato del último congreso para sistematizar una RSE interna. Espero que en breve podamos informar de ello correctamente. Las líneas están marcadas.

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