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El mantenimiento del empleo se ha convertido en el mayor ejercicio de RSE de nuestras empresas
Juan Antonio Pedreño,
presidente de Confederación Empresarial Española de Economía Social (CEPES)
08/07/2011La Confederación Empresarial Española de Economía Social se constituyó en 1992 e integra a 26 organizaciones bajo el paraguas de la Economía Social, un concepto de gestión basado en la sostenibilidad, la democracia o la solidaridad, entre otros valores. Su presidente, Juan Antonio Pedreño, asegura que el reto principal es promover su visibilidad porque hasta ahora ha sido un sector “discretamente valorado y reconocido en la sociedad”.
¿Cuáles cree que son los retos de la Economía Social en España?
El reto fundamental es la visibilidad de la propia Economía Social. A pesar de los datos cuantitativos con los que cuenta (2.350.000 empleos que representan casi el 12% del empleo total y un volumen de facturación de 100 mil millones de euros, que es casi el 10% del PIB y el 3% del valor añadido de todo el Estado), es un sector poco conocido en la sociedad y, por tanto, discretamente representado y valorado todavía. Eso nos lleva a tener ciertas dificultades a la hora de buscar mejoras.
Darle rango de ley a la Economía Social nos va a permitir alcanzar esa visibilidad y mejorar la interlocución y la representatividad. Ese es el reto principal, sin entrar en las propias metas de las empresas donde buscamos la mejora de la competitividad.
¿Está satisfecho con los avances que se han conseguido a nivel legislativo?
De no tener una ley ni un marco normativo que reconociera un sector tan importante como la Economía Social, a tenerlo, es para estar contento.
Que esta Ley haya nacido con la unanimidad de todos los partidos políticos y, por tanto, con una valoración global tan importante sobre lo que representamos, también es un motivo para estar satisfecho.
Creo que tampoco podíamos aspirar en estos momentos a mucho más. La entrada en variables económicas que afectaran a los sectores habría sido difícilmente aceptada con la misma unanimidad en este momento.
Hemos entendido que era mucho más importante una ley de bases que estableciera un concepto y que definiera los principios y las familias que forman parte de ella, así como otras cuestiones muy importantes que se recogen en la misma; que profundizar en algo que significara un debate enconado que no nos habría llevado a una aprobación definitiva en este mandato, que era lo que pretendíamos. Nuestro objetivo era que la Ley de Economía Social se instaurara en esta legislatura para que el sector se visibilizara de una vez por todas.
¿En qué medida va a cambiar el rol de CEPES tras esta aprobación?
Que los partidos políticos lo ejecuten según la Ley establecida pondrá en valor la Economía Social. Pero además, los responsables políticos deben creer en ello y pensar que las empresas de la Economía Social son una solución posible de salida a esta situación de crisis que estamos viviendo.
Es cierto que ellos creen en lo que podemos aportar, pero si nos otorgan el valor que nos corresponde y nos sitúan en el lugar en el que debemos estar, tendremos el respaldo que necesitamos para el futuro. Si no es así, evidentemente tendremos que seguir trabajando y luchando para que se ponga en valor este sector.
¿Qué tienen en común los miembros que forman parte de CEPES?
Los principios que definen la Ley de Economía Social son en esencia los valores que tienen en común todas las organizaciones y empresas que forman parte de CEPES. Concretamente, hacen referencia al predominio de la persona sobre el capital, a la prevalencia del fin social sobre temas economicistas, etc.
Los principios básicos de la Ley son los que sustentan a las organizaciones y empresas que conforman CEPES.
La Ley ha sido una iniciativa que nació inicialmente del sector, una propuesta a los partidos políticos. Lo que hicimos fue identificar los puntos que había en común, unirlos a los principios cooperativos, que son el eje central de los valores de la Economía Social y ponerlos en valor de ley. Esas pautas orientadoras son las que definen a todas las organizaciones que forman parte de CEPES.
¿Considera que las empresas que se rigen por la Ley de la Economía Social están aguantando mejor las embestidas de la crisis?
No sólo lo creo, sino que son los propios resultados los que nos dan la razón ya que apenas se ha reducido el empleo. Si observamos las cifras vinculadas a la Economía Social del año 2007 y las comparamos con las que hay ahora, comprobaremos que la destrucción de empleo ha sido mínima: en casi cinco años, 100.000 personas. Por lo tanto, dichas empresas son las que están ayudando, por su compromiso y flexibilidad, a la hora de adoptar medidas y por la vinculación de los socios y trabajadores.
Además, durante el pasado 2010 se incrementó en un 5% el empleo en el ámbito de la Economía Social. Es decir, no sólo no hemos reducido, sino que en 2010 generamos un crecimiento frente a los datos de 2009.
Es muy importante que más allá de meras suposiciones, los conceptos estén respaldados por datos que nos aportan los propios socios.
En su compromiso con el empleo, ¿en qué aspectos se está centrando CEPES?
Las empresas de Economía Social tienen un componente que les hace ser más solidarias con el empleo. De hecho, el mantenimiento del mismo se ha convertido en su mayor ejercicio de responsabilidad social.
Si hay que establecer medidas de flexibilidad y de reducción de salario y gastos generales, se hará, pero lo último que se considerará es el despido del empleado. En muchos de los casos, bien porque son trabajadores por cuenta ajena en un porcentaje determinado y ya están implicados en la empresa, bien porque son socios de la misma.
Además de eso, estamos trabajando en la creación de esas empresas, en la potenciación del conjunto de medidas que las favorezcan. Los resultados que estamos obteniendo, por lo tanto, están por encima de los que puede ofrecer cualquier otro modelo empresarial.
Afirma que propondrán medidas a los grupos políticos para fomentar la generación de empleo y riqueza. ¿En qué consistirán dichas medidas?
Se situarán en ocho líneas principales, desde la primera medida centrada en la generación de empleo (y ahí es donde entra la creación de redes empresariales o la introducción de cláusulas sociales en los pliegos, etc.) hasta medidas que van directamente dirigidas al mantenimiento de sectores como mutualidades o empresas de centros especiales de empleo.
Dichos centros están haciendo una tarea social muy importante y, sin embargo, están recibiendo muy poco por parte de la Administración. Queremos que se introduzcan mejoras legislativas que potencien el mantenimiento de este sector y, por tanto, en esta línea hemos introducido medidas de mejora. La ley de seguros les sitúa ahora en una situación complicada, y lo que pretendemos, en definitiva, es que las organizaciones que son transversales –como también es el caso de CEPES- potencien la creación de empleo y de empresas.
Hemos lanzado una serie de propuestas, dirigidas especialmente a la generación de empleo, la mejora de la competitividad, el fomento de la internacionalización de las empresas, etc., que son generales a todos los modelos de empresas.
También hemos propuesto medidas de potenciación, en el marco de la Economía Social, de los sectores emergentes, dentro de un cambio de modelo productivo.
Asimismo, hemos preparado propuestas para potenciar la entrada de la Economía Social en los empleos verdes y en las energías renovables, así como en el sector de la dependencia, un ámbito intensivo en creación de empleo donde quedan unos 400.000 empleos por generar con respecto a las últimas cifras que ha ofrecido el Gobierno.
Se trata de un abanico de 28 medidas que van en la dirección de las líneas que he destacado.
¿Qué coincidencias cree que existen entre los valores de la RSE y los de la Economía Social?
Yo creo que los valores de la RSE están en el propio ADN de las empresas de la Economía Social. Hay una confluencia bastante generalizada entre los ideales que defienden ambos grupos: compromiso con el entorno y trabajo por un desarrollo sostenible. No podemos especular con el entorno en el que se sitúan nuestras empresas. Estamos manteniendo el desarrollo sostenible y el compromiso con el entorno, así como la apuesta por la comunidad.
Hay un ejercicio de RSE sumamente importante para nosotros, como he comentado: el mantenimiento del empleo. Desde CEPES postamos por ello con unas características determinadas.
Ciertas empresas –no pertenecientes a la Economía Social- han utilizado la responsabilidad social empresarial como una marca. Nosotros no nos hemos preocupado de hacer marketing de esta idea, pero nos hemos dado cuenta de que aquellas organizaciones que lo han hecho, han sido las primeras que han renunciado a ello cuando ha llegado la crisis.
Dentro de la Economía Social seguimos manteniendo los compromisos con los más desfavorecidos y trabajando en la cooperación al desarrollo para ayudar en esa solidaridad y responsabilidad social que se plantea. Y todo ello, incluso en los momentos de crisis que estamos viviendo.
Recientemente hemos presentado un informe de nuestra Responsabilidad Social de cooperación al desarrollo en el que se refleja que las empresas de Economía Social están trabajando en un proyecto en el que se han invertido más de 20 millones de euros.
Apuesta por aumentar los fondos públicos destinados a cooperación a medida que se recupere la crisis. ¿La empresa debería colaborar más en este sentido?
Las empresas están aportando fondos en la medida de lo posible. Ya han destinado seis millones de euros y existe un compromiso interno de seguir trabajando en esta línea y de apostar por la cooperación al desarrollo a pesar de la situación actual.
El Gobierno ha definido como aliado estratégico de la cooperación al desarrollo a la Economía Social, y si lo ha hecho y va a figurar en los planes ese compromiso, nosotros tenemos que cumplir con nuestra parte trabajando y apostando por ello.
Eso incide en varias cuestiones, pero sobre todo en una importante: la solidaridad con los más desfavorecidos, con los que menos posibilidades tienen. Pone en valor los principios orientadores de la Economía Social a los que se hace referencia con la Ley y le da un reconocimiento a nuestra actividad y no sólo a nuestras palabras.
¿Es partidario de que el Gobierno avance en la regulación de la RSE?
Es necesario y ya se está trabajando en ello desde el Consejo Estatal de la RSE. Es donde hay que hacer una apuesta más fuerte, no se puede dejar al libre albedrío que cada uno entienda la RSE a su manera. Aunque existan unos principios orientadores, no puede ser que cada uno interprete lo que quiera y que, aunque no lo esté poniendo en práctica en su empresa, diga que ser socialmente responsable es un valor intangible de la compañía. Si una compañía asegura que lo es y tiene un reconocimiento determinado por ello, debe demostrarlo, tanto si es una empresa de la Economía Social como si no lo es.
Desde CEPES hicimos un estudio para evaluar el grado de responsabilidad social de las empresas. Establecimos una serie de ítems que definían de qué modo y en qué medida se comportaban de manera responsable. Es muy importante realizar este tipo de estudios para que las empresas queden encuadradas y definidas. Yo creo que lo que hay que transmitirle a la sociedad es que ser socialmente responsable debe ser un intangible positivo, reconocido, que pone en valor a la empresa y a las personas que forman parte de ella. Eso despierta simpatía entre los trabajadores y genera más estabilidad en la compañía.
Una Ley nacida con la unanimidad de todos los partidos políticos
• La Economía Social en cifras: 2.350.000 empleos que representan casi el 12% del empleo total y un volumen de facturación de 100.000 millones de euros.
• El objetivo era que la Ley de Economía Social se instaurara en esta legislatura para aumentar su visibilidad.
• Los principios que definen la Ley son los valores que tienen en común las organizaciones que forman parte de CEPES.
• Aunque existan unos principios orientadores, no no puede ser que cada empresa interprete la RSE como quiera.
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