ENTREVISTA

La conciliación es productiva


José Luis Casero,

presidente de ARHOE

José Luis Casero 12/12/2015

ARHOE-Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles es una entidad sin ánimo de lucro cuyos fines son concienciar a la sociedad sobre el valor del tiempo y la importancia de su gestión, y promover medidas que faciliten una racionalización de los horarios en España. Desde ARHOE abogan por una cultura de la eficiencia más que de la presencia y defienden que estar en el trabajo no equivale necesariamente a estar trabajando. Por ello, ARHOE se dirige hacia una búsqueda de la excelencia y de horarios más humanos.

A nivel de racionalización de horarios, ¿en qué situación se encuentra España en comparación con Europa?
Dejando a Reino Unido al margen, España es la cuarta potencia de Europa por detrás de Alemania, Francia e Italia, pero en innovación y en tecnología ocupamos el 16º lugar del ranking, según el informe de la Comisión Europea de mayo, y en materia de productividad estamos en el noveno o décimo puesto. Somos uno de los países que más horas trabajamos, pero a diferencia de otros como Suecia, Alemania o Francia no somos los más productivos. Es decir, el mito de ‘cuantas más horas se trabajan, mejor’ es absolutamente falso. El talento está reñido con el número de horas trabajadas.
Estamos hablando de talento, de innovación, de productividad, de competitividad… no tiene nada que ver con el presentismo laboral, con los almuerzos de trabajo de dos o tres horas, con trabajadores sin vida personal… En definitiva, se trata de una cuestión de modelo socioeconómico hacia al que queremos caminar.

Por ello una de las reivindicaciones fundamentales de ARHOE es volver al meridiano de Greenwich…
Si uno coge un mapa y analiza los husos horarios verá que el Meridiano de Greenwich pasa por Zaragoza, pero en España tenemos la hora correspondiente a Berlín que impuso el general Franco en la Segunda Guerra Mundial por simpatía al régimen de Hitler. Lo que pedimos al gobierno es que derogue el Real Decreto Provisional de Franco de 1942 y volver, así, a nuestro meridiano natural.

Para conseguir unos horarios más racionales, desde ARHOE defienden la conciliación entre vida personal y profesional. ¿En qué líneas están trabajando?
En materia de conciliación existe la conciliación de primer grado que es la que ha facilitado que las mujeres se incorporen al mercado laboral atendiendo al mismo tiempo a las tareas domésticas. Este derecho de conciliación era importante, pero a día de hoy, en el 2015, ya no lo es. En la actualidad, el verdadero derecho de conciliación es el de segunda generación, es decir el que afecta a la corresponsabilidad, a que los varones asuman la responsabilidad de las tareas correspondientes al hogar en el que están integrados. Ahora ya no se trata de ayudar sino de ser corresponsable, de asumir el rol correspondiente a tu figura de pareja, de marido, de padre… y actuar en consecuencia. Todo esto favorece a la igualdad.

¿Y cómo se consigue esta corresponsabilidad?
En este campo pedimos, por ejemplo, la ampliación del permiso de paternidad más allá de los 15 días y que además sea absolutamente obligatorio para los varones. Esta medida va a facilitar la sensibilización de los hombres incorporados al hogar y van a comprender lo duro que es un trabajo doméstico, no remunerado y, en ocasiones, no valorado por la sociedad. Es una de las medidas que tratamos de facilitar.

Desde ARHOE defienden que conciliación y productividad van unidas. ¿Cómo lo demuestran?
Creemos que la conciliación de la vida personal y profesional genera empleo porque la conciliación es productiva. Con la racionalización de horarios no estamos diciendo que todo el mundo salga del trabajo a las seis de la tarde, sino que estamos defendiendo que cada sector de actividad y cada circunstancia exigen un análisis y unos horarios racionales. Se trata de organizar la empresa, de dirigir una empresa. Es una llamada que hacemos a los empresarios para que entiendan que la conciliación es productiva. Según un estudio del IESE, las empresas que implantan horarios racionales incrementan la productividad en un 19% y bajan en un 30% el absentismo laboral. Además, la aplicación de unos horarios racionales favorece el clima laboral porque un empleado satisfecho es un empleado fiel, que no busca trabajo, pero también se traduce en un ahorro en costes energéticos.

¿Cómo se puede optimizar el tiempo para tener unos horarios más racionales?
Uno no va a trabajar para desayunar, desayunemos en nuestra casa, suprimamos todas estas parafernalias intermedias que lo que hacen es romper la productividad y la competitividad de las empresas y salgamos del trabajo a una hora razonable. O fijemos reuniones con hora de inicio y de finalización, con una orden del día fijada previamente y la responsabilidad de quien tiene la palabra en cada punto. Se trata, en definitiva, de ir hacia modelos de optimización del tiempo y de organización del trabajo.
No todo el mundo es igual, el principio de igualdad no es que todos seamos iguales, ni siquiera hombres y mujeres. Según el Tribunal Constitucional, el principio de igualdad es que se atiendan de forma desigual situaciones desiguales. Como tú y tus circunstancias no son iguales a las mías exigimos tratos desiguales y esto no significa que sea favoritismo, sino que cada circunstancia es diferente. En el tema de horarios laborales ha hecho mucho daño el famoso presentismo derivado por la crisis económica y el miedo de los trabajadores ¿Esto nos ha hecho ser más productivos? ¿Nos ha sacado el presentismo de la crisis? Taxativamente no.

Uno de los ámbitos en los que consideran que hay que trabajar es en la programación de las televisiones. ¿Por qué?
Porque el prime time empieza más tarde de las diez de la noche. En España solo somos racionales horariamente en televisión con los partidos de la Champions League. Somos un país que duerme 55 minutos menos que la media de la Unión Europea y esto afecta a la productividad. En ARHOE no estamos para decir qué tiene que hacer cada uno con el mando de la televisión, los ciudadanos son libres de encenderla o apagarla, pero los poderes públicos podrían hacer campañas de sensibilización como el famoso “Vamos a la cama” que hemos vivido o adelantar los horarios de prime time.

¿Qué respuesta de los partidos políticos han obtenido?
Todos contemplan en sus programas electorales la promoción de horarios racionales, pero eso son declaraciones programáticas. Queremos medidas concretas. No pretendemos que los políticos lo regulen todo vía ley porque cada uno tiene la libertad para ver o no televisión, o para contestar a una llamada o un correo electrónico, pero hay cosas que podrían hacer como por ejemplo regular la existencia de un banco de horas, ampliar el permiso de paternidad, acometer de forma seria la programación de las televisiones o dar ejemplo.

¿Cree que el hecho que políticas de primer nivel no hayan agotado la baja de maternidad es un buen ejemplo?
Hacen un flaco favor a la mujer, a la maternidad y al resto de los españoles. No te convierte en mejor o en peor presidente y, en cambio, estás habilitando en la consciencia colectiva el no respeto a los periodos de maternidad de las mujeres. Lanzas un mensaje a la sociedad absolutamente equívoco.

Pero el papel de los empresarios también es importante. ¿Se creen que la conciliación es productiva?
Muchos responsables y directivos sí lo creen y otros tienen miedo a tener pérdidas. Lo que necesita este país son ejemplos de empresas que apliquen horarios racionales y que digan alto y claro que les va bien. Pero este tema no solo atañe a los empresarios sino que también afecta a los trabajadores y de la misma manera que hemos hablado de la corresponsabilidad del varón, debería existir un modelo de corresponsabilidad empresarial en la que los trabajadores y empresarios vayan de la mano para llegar a acuerdos interesantes. Por ejemplo, en General Electric los trabajadores pueden cogerse los días de vacaciones que quieran al año siempre y cuando cumplan con su trabajo. La cuestión es cumplir con el trabajo y para ello hay que marcar tareas. Una empresa puede generar beneficios respetando el talento, la diversidad, la conciliación, y la Responsabilidad Social Corporativa.

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