Para Microsoft es un honor que los más de 200 socios de Forética hayan depositado su confianza en nosotros para presidir la organización los próximos dos años. Asumimos este reto con gran ilusión y responsabilidad. Trabajaremos en la nueva Junta Directiva para seguir consolidando el reconocimiento y reputación de Forética a nivel nacional e internacional, como organización de referencia en sostenibilidad, reforzando las áreas medioambiental, social y de buen gobierno (ESG). Sin duda, estamos en el momento de aumentar la ambición, acelerar la acción y potenciar alianzas fundamentales que permitan la transformación sostenible necesaria, como marca la actual estrategia de Forética para el periodo 2021-2023.
Además, estamos perfilando ya los próximos pasos para el siguiente plan estratégico que permita llevar a Forética y a la sostenibilidad empresarial en España a un siguiente nivel. Activar un ecosistema empresarial de colaboración y acción que genere más impacto, respondiendo a los retos y capturando las oportunidades de la sostenibilidad, o potenciar la innovación y la tecnología como palancas de aceleración de la sostenibilidad serán ejes de actuación y objetivos prioritarios.
Es digna de reconocimiento la gran labor llevada a cabo por el equipo de Forética los últimos cuatro años de la mano de la Junta Directiva saliente, liderada por ManpowerGroup, con Montse Moliner como presidenta de la Junta, y Raúl Grijalba como presidente de Forética y del Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible. Los resultados conseguidos son excepcionales y han tenido un gran impacto en su objetivo de acelerar las agendas de sostenibilidad de las empresas y organizaciones socio.
Ahora necesitamos amplificar el impacto. El contexto actual requiere de respuestas empresariales contundentes, comprometidas y coordinadas ante la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad. En Forética encontramos empresas y organizaciones líderes con la capacidad de dar respuestas que, además, contribuyan a una transición justa, especialmente ante las consecuencias del incremento del coste de la vida y los retos de los sistemas alimentarios, energéticos o de salud.
La tecnología y la digitalización abren interesantes vías para mejorar la sostenibilidad y el planeta. Se ha convertido en una prioridad estratégica para las empresas, ya que la digitalización sostenible es la forma de impulsar la economía y aumentar nuestra competitividad.
Estamos ante lo que probablemente es el mayor reto de la humanidad en años, la colaboración público-privada es simplemente necesaria. Más allá del entorno regulador y de gobierno, la aportación del sector privado desde la perspectiva de tecnología y talento es imprescindible.
La industria tecnológica tiene la oportunidad y la responsabilidad de trabajar conjuntamente para garantizar la sostenibilidad a través de herramientas que la faciliten. Esto se materializa en algoritmos verdes, Inteligencia Artificial para evaluar las emisiones asociadas a la actividad empresarial y extraer conclusiones valiosas, una nube que minimiza las emisiones de carbono frente a soluciones tradicionales, y muchas otras innovaciones para definir nuestro presente y futuro. Es decir, debemos poner un foco especial en la intersección de la tecnología, la ciencia y la innovación.
El Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible, compuesto por cerca de 50 presidentes y consejeros delegados de grandes empresas, es el lugar de encuentro de alto nivel donde los máximos ejecutivos de las compañías líderes en sostenibilidad en España generan una respuesta estratégica conjunta que eleva la ambición y potencia la acción ante los retos ESG.
Las claves pasan por tener una visión compartida y un compromiso ambicioso y creíble. De ahí que el Consejo se haya marcado cinco compromisos para alcanzar las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero, recuperar la biodiversidad, respetar los derechos humanos, promover la diversidad, la igualdad y la inclusión, y operar con los más altos estándares de gobierno corporativo y transparencia.
Por otro lado, la visión compartida es nuestra hoja de ruta “Visión 2050. El momento de la transformación”, con el objetivo de guiar a las empresas en el desarrollo de acciones que conformen las transformaciones sistémicas necesarias.
Las prioridades de las empresas están evolucionando acorde con las vulnerabilidades destapadas en el contexto actual. Los temas de mayor interés han dado un gran vuelco tras los shocks sistémicos. El futuro del trabajo, orientado a una transformación tecnológica responsable, el cambio climático o la salud en el trabajo se convierten en asuntos clave en la agenda de sostenibilidad de las empresas, teniendo como elemento transversal la importancia de la anticipación de riesgos y la evaluación de escenarios de crisis futuras. La sostenibilidad ha salido reforzada. Hoy más que nunca, las empresas tienen un papel protagonista para mejorar la vida de las personas y el planeta. La integración de los aspectos ESG en la estrategia corporativa para construir un mundo más sostenible es, además de una responsabilidad, una gran oportunidad.
Alcanzar las cero emisiones netas para 2050 (o antes) es un objetivo ambicioso, pero necesario en el camino hacia la descarbonización de la economía. Para ello, deberíamos reducir a la mitad las emisiones en 2030 y no lo estamos haciendo al ritmo adecuado que nos marca la ciencia.
Muchas empresas están avanzando en el compromiso de invertir en acciones de mitigación, con el objetivo reducir al máximo las emisiones para la totalidad de su cadena de valor. Sin embargo, deben acelerar más y todas lo deben hacer. Así lo comprobamos en los trabajos del Clúster de Cambio Climático de Forética en el que vienen participando más de 80 empresas. No cabe duda de que la descarbonización energética, la colaboración con proveedores, así como la inversión en proyectos de mitigación y absorción de CO2, van a ser aspectos clave en los próximos años para alcanzar este objetivo. También, reportar externamente de forma creíble los compromisos y progresos llevados a cabo es esencial y un área de mejora en muchas empresas.
Más de la mitad del PIB mundial depende moderadamente o en gran medida de la naturaleza y sus servicios, y está expuesta a los riesgos derivados de su pérdida, si tenemos en cuenta las previsiones de extinción de casi un millón de especies en 2050.
El pasado 19 de diciembre el equipo de Forética estuvo presente en el debate y final aprobación del nuevo marco global en materia de biodiversidad post-2020, conocido como Kunming-Montreal Global Biodiversity Framework. Este plan estratégico global incluye una meta en relación con el sector privado, llamando a los países a que aseguren, a través de requerimientos, que las grandes compañías y las multinacionales reporten sus impactos, dependencias y riesgos en relación con la naturaleza, como actores fundamentales para enfrentar el reto de la pérdida de biodiversidad. Este año vamos a trabajar muy intensamente también este ámbito con las empresas de Forética.
Efectivamente, a los retos de la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad se une el aumento de las desigualdades, que ha adoptado máxima urgencia en el actual escenario post pandemia marcado por la invasión de Ucrania y el incremento del coste de vida.
Un reciente informe publicado por Forética en el marco de su Clúster de Impacto Social, incluye distintos elementos con los que luchar contra la desigualdad y mejorar la movilidad social, como son las estructuras sociosanitarias y mecanismos de protección social o la promoción de mejoras en el acceso a la educación y formación, entre otros. También ponen de manifiesto la gran oportunidad que tienen las empresas a la hora de contribuir a cerrar las brechas sociales existentes, y el papel tan importante que juega el empleo de calidad a la hora de promover entornos sociales más igualitarios.
La buena gobernanza es fundamental para el éxito de toda empresa y, de manera muy especial, para el impulso de una agenda ambiciosa en materia de sostenibilidad. España cuenta con un universo de empresas especialmente avanzadas en gobernanza sostenible. De acuerdo con un estudio publicado por Forética en el marco de su Clúster de Transparencia y Buen Gobierno, un 42% de las empresas del IBEX 35 se consideran líderes en ESG, con ratings de AA o superior, situándose sustancialmente por encima de la media mundial en todas las dimensiones ESG y específicamente en gobierno corporativo. Sin embargo, a medida que baja el tamaño de la empresa, el grado de sofisticación se ve reducido. Por eso es importante seguir colaborando con empresas no cotizadas y de menor tamaño en un mayor desarrollo de sus prácticas de gobernanza. En juego está la competitividad de las compañías y del propio país.
