La contaminación de los océanos se debe a diferentes causas y vertidos. Todo ello como consecuencia de la falta de gestión y tratamiento adecuados de los residuos humanos, industriales y agrícolas, que pone en jaque a este recurso para las especies marinas y para el planeta.
Gravity Wave nace como la solución a la contaminación plástica en mares y océanos.
Todo empezó con Amaia y Julen Rodríguez, dos hermanos que decidieron emprender juntos tras la experiencia que tuvo Amaia en el sur de Asia, donde fue realmente consciente de la cantidad de plástico que colapsa los mares y océanos del planeta y que al regresar a España le haya hecho tomar acción y dedicar su vida para hacer frente a este reto medioambiental.
Aunque la idea y visión se gestó mucho antes, Gravity Wave se constituyó en 2020, año que apenas tuvo actividad ya que justo coincidió con la situación de la pandemia. No obstante, tras ver la manea de dar forma a esta misión los años claves de crecimiento se dieron en 2021 y 2022.
Inicialmente Gravity Wave empezó con sus fundadores en 2021 en total llegamos a ser siete personas en el equipo y en 2022 cerramos el año con 14 personas. En 2022, respecto a 2021, logramos crecer en términos económicos y financieros, multiplicando por cinco nuestros datos.
En términos de impacto, en 2021 se recogieron 25.000 kg de redes de pesca de mares y puertos y en 2022 acabamos el año con más de 170.000 kg. Hoy en día ya hemos superado los 200.000 kg de residuos plásticos retirados de mares y puertos. Tenemos presencia en más de 60 puertos en España y 100 por el Mediterráneo, Cantábrico y Atlántico.
Nuestra labor se centra en la recolecta, reciclaje y transformación de residuos plásticos de mares y océanos, principalmente redes de pesca, al ser uno de los peores residuos contaminantes que amenaza la vida marina y tarda más de 600 en degradarse.
La colaboración que hemos establecido con pescadores y puertos es el pilar básico para la recolección de redes de pesca fantasma y de las costas. Cuando los pescadores salen a faenar traen a puerto todo tipo de residuos plásticos, entre ellos las redes de pesca. También cuando sus redes de pesca dejan de tener una vida útil las depositan en los contenedores que hemos instalado en diferentes puertos para gestionar este residuo. De esta forma, no solo recogemos las redes fantasma, sino que prevenimos que más residuos sigan cayendo a las aguas.
En Gravity Wave contamos con dos vías de acción: la limpieza de residuos plásticos del mar y la revalorización de estos residuos en muebles y productos de valor.
Cada vez que establecemos una nueva colaboración, lo hacemos bajo la firma del compromiso Plastic Free Oceans, que se puede traducir en la contribución que hará la empresa que puede ser limpieza de plástico de mares y puertos, revalorización de estos residuos en productos y/o bien todo el proceso. A través de este compromiso, buscamos que la entidad que lleva esta acción junto a nosotros busque generar un impacto positivo, tangible y medible en los océanos.
Como beneficio añadido de las colaboraciones que establecemos, de manera conjunta o individual se desarrollan campañas de concienciación con el objetivo de expandir el mensaje de la situación de los océanos y generar una mayor toma de acción.
Consideramos que la sensibilización medioambiental es una parte crucial. La concienciación y dar visibilidad al gran problema que es la contaminación plástica en mares es un punto a favor para que más personas entiendan la verdadera importancia del problema y quieran formar parte de la solución. Por eso, dentro de cada proyecto buscamos dar a conocer el impacto que generamos con ejemplos sencillos para concienciar e implicar a la sociedad y a los consumidores. Por otro lado, a través de nuestros canales digitales informamos a los seguidores acerca de este problema, damos visibilidad a las diferentes iniciativas que llevamos a cabo y explicamos los retos, objetivos y soluciones.
El beneficio que obtiene Gravity Wave llevando a cabo proyectos con empresas y colaboradores principalmente es medioambiental. Queremos eliminar hasta el último kg de plástico del mar y por eso buscamos generar un mayor impacto positivo en los océanos. La satisfacción que supone cambiar las cosas, aportar una solución a un problema tan grande y lo mejor es que involucra a diferentes agentes de cambio que quieran formar parte de la sociedad. Sin dejar de lado, la concienciación que también conseguimos generar en los consumidores y la sociedad a través de cada acción.
El destino final del plástico y las redes son los productos de valor que creamos con ellos. Generalmente, son piezas de mobiliario urbano y doméstico, así como diferentes productos como letras corporativas o trofeos, entre otros. Desde Gravity Wave nos encargamos de la transformación del residuo en planchas, forma de nuestra materia prima con la que luego somos capaces de fabricar los productos ya mencionados. Para conseguirlo contamos con partners que nos ayudan con cada parte del proceso de la economía circular. Tras esto, la venta ya ha sido realizada ya que la mayoría de los productos son adquiridos por una empresa, mediante un acuerdo previo. Es decir, es un modelo B2B.
Gravity Wave tiene muchos objetivos y retos para el corto-medio y largo plazo. Nosotros crecemos rápido y el mundo está en constante cambio. Por eso tenemos que estar adaptando nuestros planes de futuro constantemente para hacer nuestros objetivos más ambiciosos. Nuestro reto principal es conseguir unos mares y océanos libres de plástico. Para ello necesitamos tener presencia en todos los puertos del mundo y haber limpiado toneladas de plástico.
Por lo pronto, en el corto plazo, tenemos el objetivo de retirar 1.000.000 de kg de plásticos de mares y puertos, seguir expandiendo nuestra presencia por el Mediterráneo, Atlántico y Cantábrico, así como por otras zonas del mundo. En materia de revalorización de los residuos plásticos seguimos trabajando en nuestro catálogo de productos de ecodiseño que, además de que las redes de pesca pueden tomar una segunda vida en nuestros muebles, estos tengan una larga durabilidad, sean reciclables y que puedan estar en todos los rincones del y espacios de nuestra vida, ciudades, oficinas. También, seguimos explorando a través de un proceso de I+D+i otras alternativas que nos permitan revalorizar el 100% de los residuos plásticos que recogemos de los mares y sus costas.
El problema se agrava a una velocidad más rápida de la que estamos poniendo solución. Es muy necesario fijarse objetivos ambiciosos pero alcanzables que realmente generen un impacto real en el problema.