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Cerramos 2018 con una accidentalidad un 46% por debajo del sector
César Hernández,
Head of Health, Safety and Environment de Almirall
02/12/2019En el marco de un progreso hacia la excelencia en materia de RSE, Almirall ha conseguido dos nuevas acreditaciones ISO tras una auditoría externa realizada por TÜV Rheinland: una referida a seguridad y salud en el trabajo (ISO 45001:2018) y otra sobre gestión energética (ISO 50001:2018). Además, ha revalidado la ya conseguida en el ámbito medioambiental, con la que fue pionera en el sector farmacéutico en 2004.
¿Qué valor diferencial suponen para Almirall estos reconocimientos?
A diferencia de otros sectores, en la industria farmacéutica disponer de este tipo de certificaciones no es una necesidad directamente demandada por nuestros clientes u otros stakeholders. A pesar de ello, decidimos dotarnos de estas acreditaciones como mecanismo de mejora continua. Creemos, firmemente, desde hace mucho tiempo, en los valores de la sostenibilidad, de la salud laboral, del bienestar de los colaboradores y del uso eficiente de los recursos. En 2004, ya nos certificamos en la ISO 14000 de medio ambiente, en 2007 en la de prevención y en 2011, en la de gestión de energía. Para nosotros, es un marco estructurado que nos obliga a mejorar continuamente.
Al hilo de la gestión energética, hace un año que la compañía ha finalizado la creación de la planta fotovoltaica de autoconsumo más grande de Cataluña. ¿Por qué decidieron apostar por esta inversión?
Efectivamente, el año pasado se concluyó la instalación de una gran planta fotovoltaica en nuestra planta farmacéutica de Sant Andreu de la Barca. Alcanza una potencia máxima de 800 kWp, el equivalente al 14 % de la energía eléctrica que se consume en este espacio. Además de esta última, en 2017 ya completamos, en nuestra planta química de Sant Celoni, la instalación del primer campo solar de España conectado directamente a una planta de producción(300 kWp). Ambos proyectos forman parte del plan maestro que tenemos de eficiencia energética.
En Almirall tenemos un compromiso firme con la sostenibilidad y creemos que es parte de nuestra responsabilidad reducir el impacto ambiental de nuestras actividades.
En el área medioambiental, han revalidado la ISO 14000 y continúan registrando reducciones en el uso de recursos y emisiones. ¿Cómo lo consiguen?
Todos los años nos fijamos objetivos a fin de mantener una mejora continuada. Por ejemplo, entre 2014 y 2018, hemos logrado una reducción de la emisión de gases de efecto invernadero del 38%. Otro logro importante ha sido la reducción del 61% en el uso de cloruro de metileno (sustancia peligrosa) desde 2013.
En lo referido a la salud y a la seguridad en el trabajo, ¿cuáles son los niveles de accidentalidad a fecha actual?
Cerramos 2018 con una accidentalidad un 46% por debajo del sector en España. En Alemania, el índice de incidencias fue similar al de España y en la mayoría de filiales internacionales se registraron cero accidentes.
Concluimos el pasado mes de agosto con un 81% de accidentalidad por debajo de la media de la industria. Son buenos datos, no sólo comparándonos con el ámbito farmacéutico, sino contemplándolo como una carrera de fondo con nosotros mismos, ya que hemos conseguido una reducción muy significativa en los últimos quince años.
Hay empresas que actualmente registran un porcentaje nulo de accidentalidad. ¿Lo ve un reto asumible?
Esto es un debate ampliamente establecido en el sector y que, internamente, nos lo planteamos en su momento desde los Comités de Dirección. No toleraríamos el riesgo de percances de gravedad –de hecho, no los tenemos– pero consideramos que hay cierto tipo de accidentes fortuitos que no podemos evitar ni queremos ocultar, por ejemplo, que alguien se tuerza un tobillo caminando en una oficina. Aún así, anualmente, nos marcamos objetivos de accidentalidad en cada uno de los ámbitos según su propia evolución y su peligrosidad.
Un 16% de toda la formación impartida en Almirall se refiere a aspectos de seguridad y salud en el trabajo. ¿Desarrollan también otras iniciativas, como el mindfulness, dirigidas a mejorar la salud corporativa?
Para nosotros es fundamental tanto la formación como la sensibilización de toda la organización. Ese 16% hace referencia a la parte más operativa o más ligada con salud laboral, prevención de riesgos y bienestar, responsabilidad que llevamos a cabo desde Health and Safety. Desde el punto de vista corporativo, el área de Recursos Humanos dispone de un paquete de formación que va renovando periódicamente y en el que se van introduciendo programas sobre gestión del estrés, mindfulness, entre otros.
Top Employers Institute lleva once años consecutivos reconociendo a Almirall como una de las mejores empresas en las que trabajar a nivel estatal. ¿Qué hitos considera que les han permitido revalidar dicha certificación en 2019?
Como organización en general, pero también como compañía que opera en una esfera tan crucial como la de la sanidad, consideramos que promover un lugar de trabajo saludable y motivador es una de nuestras principales responsabilidades. Nuestro compromiso con la creación, el mantenimiento y la mejora de las condiciones de trabajo es cultural, profundo y transversal. Considero que dicho compromiso es lo que han constatado los auditores de Top Employers.
¿Qué retos a corto-medio plazo contemplan en estas áreas?
En materia medioambiental, el objetivo es continuar desarrollando nuestras estrategias corporativas. Estamos migrando hacia un concepto mucho más integral de protección del medio ambiente y de lucha contra el cambio climático. No perdemos de vista que la finalidad no solo es el cumplimiento reglamentario, sino que existe un bien mayor que es la protección del medio que nos rodea.
En cuanto al área de seguridad y salud laboral, nos orientamos hacia un concepto más holístico de bienestar de los trabajadores donde también interviene de manera muy directa el departamento de Recursos Humanos.
Es también muy importante continuar con la adaptación a los cambios sucesivos a los que nos vemos sometidos, tanto a nivel interno como externo. Para ello, bajo el marco de los requisitos de las nuevas normas ISO, es vital el análisis periódico de riesgos y oportunidades, y en base a ellos, mantener actualizados nuestros programas y planes de mejora continua.
En el ámbito más personal, ¿qué siente cuando ve que todo el trabajo invertido se reconoce positivamente?
Yo me siento muy orgulloso. En el pasado, trabajé en otros sectores como en el ámbito de las telecomunicaciones, entre otros. Esto me ha servido, no solo para curtirme a nivel profesional, sino también para comparar otros tipos de empresas y de sensibilidades directivas. En la industria farmacéutica en general y en esta empresa en particular, el nivel de compromiso de la alta dirección es muy elevado, ya que logra involucrar a todas las áreas y personas que colaboran en los diferentes centros. Dicha implicación se traduce en más de la mitad del éxito asegurado para el desarrollo de políticas y, sobre todo, para el progreso profesional de mi equipo –algo que, sin duda, me parece crucial–
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