Antoni Ballabriga
31/05/2024

Juan Verde y Antoni Ballabriga: Vamos en la buena dirección, pero hay que acelerar el camino de la sostenibilidad

Antoni Ballabriga, Global Head Sustainability Intelligence & Advocacy de BBVA, y Juan Verde, Member of the US President’s Export Council

En el marco de la celebración del III BBVA Sustainability Forum, que reunió a Antoni Ballabriga, Global Head Sustainability Intelligence & Advocacy de BBVA, y Juan Verde, Member of the US President’s Export Council, entre otros, CompromisoRSE ha realizado una entrevista en exclusiva con ellos para abordar la situación y el rumbo de la sostenibilidad a nivel global, europeo y español. Ambos coinciden en afirmar que la sostenibilidad está directamente relacionada con la competitividad empresarial y, por tanto, hay un importante driver económico que la impulsa. Sin embargo, no pierden de vista que la geopolítica o la regulación internacional juegan un papel importante a la hora de imprimir una mayor velocidad al cambio. En definitiva, estamos ante un cambio de modelo económico que es inevitable.

Ambos coinciden en que la apuesta por la sostenibilidad es una ventaja competitiva. ¿Qué oportunidades de negocio aporta?

Juan Verde. Tenía un profesor de Harvard que decía que, si quieres predecir la diferencia entre una moda pasajera, en términos macroeconómicos, y una realidad inevitable, tienes que analizar hacia dónde va el dinero. Esta revolución verde está liderada por el sector privado, los grandes fondos de inversión, las instituciones financieras…  No conozco a ninguna empresa, banco o institución que invierta para perder dinero. Las entidades multilaterales apuestan por la sostenibilidad porque saben que existe una gran rentabilidad.

Además, están cambiando los hábitos de consumo y los comportamientos de los mercados. Una encuesta realizada en 39 países de los cinco continentes demuestra que si, en igualdad de condiciones de precio y calidad, le das a elegir a un consumidor un producto responsable con el medio ambiente y otro que no lo es, el 92% de los consumidores prefiere el que es sostenible.

¿Cuál es el principal factor que determina la competitividad de las empresas?

Juan Verde. En el siglo XXI, el capital humano determina la competitividad.  Si necesitas dinero, puedes ir a un banco; si necesitas tecnología, la puedes comprar; pero ¿cuál es la clave de la competitividad? Es la capacidad que tengas de encontrar a buenos profesionales, formarlos y fidelizarlos.

En las últimas encuestas realizadas en Estados Unidos, para dos tercios de los millennials, el hecho de comulgar con los valores de la empresa para la que trabajan es un factor determinante para quedarse en ella. Es decir, se mueven por el propósito.

Para las generaciones mayores lo importante eran la marca, las siglas, la reputación de la empresa… a nuestros hijos esto no les importa tanto. Quieren sentir que están contribuyendo a que el mundo sea mejor.

Juan Verde:“Las empresas apuestan por la sostenibilidad porque saben que existe una gran rentabilidad”

¿España tiene el talento necesario para la transición ecológica?

Antoni Ballabriga. En general, en España contamos con profesionales muy competentes. En el pasado no hemos sido capaces de fidelizar el talento para que pudiera escalar en el país. Tenemos el reto de generar las condiciones necesarias para que el talento se quede y no sólo seamos buenos en investigación e innovación básica, sino también en llevar esa innovación a la escala industrial.

A nivel de patentes, Europa se puede comparar a Asia y Estados Unidos, pero cuando analizas la capacidad que tenemos para explotarlas a nivel de negocio las diferencias son abismales. Europa tiene que trabajar para que el talento se quede aquí, pero al final estamos hablando de una lucha global por el talento.

Juan Verde. Añadiría que hoy tenemos a la generación mejor formada de la historia de este país.  No sé si es suficiente, pero es positivo.

Hoy en día ser sostenible tiene sentido porque es rentable. ¿Podemos afirmar que el driver de la sostenibilidad es más económico que legislativo?

Juan Verde. Sin lugar a duda se acerca un tsunami regulatorio y no sólo en Europa, también en Estados Unidos. Somos los mayores exportadores del mundo y no podemos no ser verdes si exportamos a Europa. Los estándares tienen que ser los europeos porque si tú estás vendiendo productos, estás compitiendo con los demás.

Además, a modo de ejemplo, una empresa deber apostar por la eficiencia energética porque la energía es muy cara. Apostar por ser más eficiente le ayuda a ser más competitivo, porque ahorra unos costes que puede invertir en hacer crecer el negocio. En mi opinión, es de una lógica aplastante.

Antoni Ballabriga. La sostenibilidad pasa porque tenga sentido económico. Al final, el driver económico es lo que hace que la agenda se acelere de forma imparable, pero también la transición tiene que ser justa y no dejar a nadie atrás. Los economics están presentes en muchos aspectos: en la tecnología, en la eficiencia energética, en las energías renovables, en la movilidad… y eso va a escalar. Es innegable y, tarde o temprano, va a suceder. Luego hay otros ámbitos en los que es necesario invertir en innovación para abordar retos tecnológicos no resueltos.

Antoni Ballabriga: “El driver económico acelera la agenda de la sostenibilidad de forma muy notable”

En definitiva, es una oportunidad importantísima de inversión que no sólo afecta a clima, sino también a temas de capital natural y de inclusión. En BBVA, que tenemos presencia en muchos países, en el ámbito de inclusión financiera todavía queda mucho trabajo por realizar, porque hay 1.400 millones de personas adultas en el mundo sin acceso a una cuenta bancaria. Esto es una gran oportunidad y, en este caso, la tecnología nos permitirá incluir a cada vez más personas y darles más oportunidades en esta economía.

En la actualidad, se da una confluencia en que los economics son los que van a acelerar el cambio. No es sólo un tema de preferencias del consumidor, que también está revolucionando el mercado, sino porque la solución sostenible va a ser una solución más atractiva desde un punto de vista económico.  

No han mencionado el reto del cambio climático ni la necesidad de reducir emisiones, sino la importancia de un cambio de modelo económico. ¿Por qué?

Juan Verde. Esto es así por el cambio climático. Ya estamos en medio de una transición hacia un nuevo modelo económico mundial y no hay marcha atrás. No es un tema de dirección, sino de velocidad. Tenemos que ser verdes porque nos va la vida en ello. El cambio climático es una realidad inevitable y tenemos que adaptarnos, convivir con él y entender que eso ya está ocurriendo.

Para el año 2050 necesitaríamos tres planetas, si seguimos consumiendo al mismo ritmo que el actual, y tenemos que asumir la necesidad de hacer algo y, en este sentido, la tecnología y la innovación nos van a ayudar. Pero el cambio climático nos obliga a ser verdes y cuanto antes te des cuenta de ello, más competitivo serás.

En la actual coyuntura, con guerras y crisis económicas, ¿qué papel juega la geopolítica en la apuesta por la sostenibilidad?

Juan Verde. La geopolítica lo es todo. No creo en las casualidades. Los diez países que más invierten en sostenibilidad son los diez países más competitivos. China es el país del mundo que más invierte en sostenibilidad, seguido de Estados Unidos y los países europeos. Me atrevería a decir que hoy estamos siendo testigos de una verdadera lucha entre las economías más potentes del mundo por ser más sostenibles, porque no hay solución al cambio climático sin tecnología y sin innovación. Estamos inmersos en una transición y en una lucha entre las economías más importantes del mundo.

Porque quien mejor se posicione también incrementará su poder económico…

Juan Verde. No hay revolución verde en el mundo sin materias primas o, más específicamente, sin minerales críticos como el litio o el silicato de magnesio. El 60% de los minerales críticos y el 80% de las tierras raras se producen en China. Claramente tenemos una dependencia y eso genera oportunidades porque el sistema de incentivos que ha habilitado la Inflation Reduction Act (IRA) invita a que las empresas estadounidenses operen en regiones geográficamente cercanas. Esto ha provocado que el denominado nearshoring evolucione hacia el friendshoring, en el que mercados con afinidad cultural, histórica, logística y estratégica se convierten en aliados industriales y comerciales.

La guerra de Ucrania es otro ejemplo. Antes de la guerra, Alemania dependía en un 42% del gas de Rusia y ahora depende en un 17%. Esta dependencia se ha reducido drásticamente en dos años porque la geopolítica juega un papel muy importante. Cuando Rusia invadió Ucrania mucha gente me dijo: “Olvídate de la transición energética. Está muerta”. Ahora es la seguridad energética. ¿Qué ha sucedido dos años después? Nos hemos dado cuenta de que no hay seguridad energética sin transición energética. Y todos los países del mundo han hecho todo lo posible para ser más eficientes y autosuficientes porque su seguridad nacional está en juego.


¿España tiene la oportunidad de ser un país estratégico por su capacidad de reducir costes vía energías renovables?

Antoni Ballabriga. En España tenemos algunos puntos para ser ganadores en esta transformación. Aunque padecemos dificultades como son los recursos hídricos, gozamos de una serie de recursos como el sol que suponen una ventaja competitiva en comparación a otras geografías cercanas. Luego, tenemos la posición geográfica y la interconexión con el Norte de África y el resto de Europa, o la conexión natural con América Latina. Es decir, nuestra posición geoestratégica es muy relevante como otro activo que podemos jugar. Además, contamos con empresas líderes y, en algunas industrias, auténticos champions a nivel mundial con profesionales muy inteligentes que están desarrollando un trabajo extraordinario.

Y, luego, vivimos una oportunidad en Europa que pasa por acelerar mejor todas las ayudas que nos vienen derivadas del paquete Next Generation EU y todo lo que está por venir con la Ley Industrial de Cero Emisiones Netas (Net Zero Industry Act), que es una regulación que quiere dar respuesta a la Inflation Reduction Act (IRA) de Estados Unidos para impulsar el sector industrial europeo. Ahí, España tiene una oportunidad para capturar una parte importante de las inversiones que se puedan generar y, si lo hace bien, puede ser un país ganador en esta carrera global.

¿Cómo podemos jugar bien nuestras cartas?

Antoni Ballabriga. Llevamos mucho tiempo trabajando e invirtiendo en ello. Ahora necesitamos que esta regulación sea previsible, tenga incentivos claros, menos burocracia… todos estos temas que se pretenden abordar con la Ley Industrial de Cero Emisiones Netas que está a punto de ser ratificada.  Así que creo que España está en un momento interesantísimo.

Y, además, diría que Europa juega con una ventaja respecto a Estados Unidos. La ley no va a salir con una dotación presupuestaria como la Inflation Reduction Act, pero Europa tiene el mecanismo de comercio de derechos de emisión con el que se capturan 38.000 millones de euros al año y un 80% de los cuales van los Estados miembro. Esta cifra se va a cuadriplicar en los próximos diez años y van a ser fondos que, si se hace bien, se pueden invertir para fortalecer el tejido industrial en Europa.

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