ENTREVISTA

En España, la RSE está en una muy buena posición


María Antonia Pérez León,

directora general de Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas

María Antonia Pérez León 27/02/2019

El Consejo de Ministros del pasado 31 de agosto aprobaba el Real Decreto por el cual se nombraba a María Antonia Pérez León como directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la Responsabilidad Social de las Empresas. Adaptar la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas a la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible que contempla o impulsar de nuevo el trabajo del CERSE son algunos de los retos que tiene encima de la mesa. Unos retos que su Dirección General abordará desde el conocimiento, experiencia y consejo de los principales agentes en cada materia.

 

El 31 de agosto fue nombrada directora general del Trabajo Autónomo, de la Economía Social y de la RSE. ¿Cómo afronta esta responsabilidad? ¿Qué retos se ha marcado?

Tengo que empezar diciendo que es un honor para mí dedicarme a la Función Pública y trabajar por el bien común, ya que tengo muy enraizada la vocación de servicio a la ciudadanía. Afronto mis nuevas responsabilidades con ilusión y optimismo, consciente de que, si se trabaja bien y de manera honesta, se contribuye a crear una sociedad más sostenible e inclusiva.

En este sentido, el mayor reto que se me plantea consiste en cambiar la manera de actuar, situando al diálogo y al trabajo en alianza en el eje de la gestión de las políticas de fomento del trabajo autónomo, de la Economía Social y de la RSE. Las políticas públicas no deben ser diseñadas, ejecutadas y evaluadas sin contar con los conocimientos, experiencia y consejo de los principales agentes en cada materia. Ese es el camino que nos hemos trazado en la Dirección General y estoy convencida de que, aunando esfuerzos, avanzaremos con mayor eficacia.

 

¿En qué situación cree que se encuentra la Responsabilidad Social Empresarial en España? ¿Evoluciona favorablemente?

En España, como nos indican distintos estudios comparativos, la RSE está en una muy buena posición. Contamos con una base sólida de empresas y organizaciones vinculadas a la RSE y una ciudadanía cada vez más sensible e informada sobre aspectos sociales y ambientales, dentro de un ecosistema que favorece su desarrollo, incluyendo un marco regulatorio y una agenda pública propicia a la mejor a de la sostenibilidad.

 

¿Cuáles considera que son los retos actuales de la RSE en nuestro país?

Retos hay muchos, permítame señalar tres de ellos. El primero sería arraigar la Responsabilidad Social en el centro de toma de decisiones de las organizaciones, es decir, que la RSE estuviera en la base misma de las decisiones en vez de ubicarse en un área específica, consultada de manera más o menos asidua, en la periferia del centro decisor.

Un segundo reto consiste en acercar la RSE a las pymes, que constituyen el 99,35% del total de empresas del país y el 86% de las empresas de menos de 10 trabajadores. Hay que facilitar herramientas sencillas y prácticas, que se adapten a la realidad de las pymes y les ayuden a mejorar su sostenibilidad.

Por último, hay que continuar avanzando en la transparencia y buen gobierno de empresas y organizaciones. España tiene una buena ratio de presentación de informes de sostenibilidad, pero hay que mejorar en la comparabilidad de los datos que ofrecen y en la comunicación de los mismos, de tal manera que la información sea accesible a la ciudadanía y le permita tomar decisiones de consumo que, a su vez, son generadoras de cambios.

 

¿Qué medidas tiene previsto adoptar el Gobierno para hacer frente a estos retos?

La Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas contiene medidas específicas para afrontar estos retos que siguen siendo perfectamente válidas y en cuyo desarrollo estamos trabajando: promoción para que los criterios de RSE se constituyan en un referente, sensibilización a pymes con modelos de gestión responsable y sostenible, impulso de las prácticas de buen gobierno en las organizaciones etc.

A su vez, se trabajará de manera coordinada con otras unidades y departamentos, como el Alto Comisionado para la Agenda 2030.

 

Hace tres años, las Naciones Unidas aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Qué debe hacer la empresa española para adaptar su estrategia a la Agenda Global 2030 y cumplir así con los ODS?

Los ODS nos marcan a administraciones, empresas, organizaciones y ciudadanía en general el camino a seguir para lograr un mundo justo y habitable. No se me ocurre un fin más loable, así que todos hemos de contribuir a ello; y no aportando un granito de arena, sino con una apuesta firme y decidida. En este sentido, la empresa española, y el resto de organizaciones incluidas las Administraciones Públicas, debemos, partiendo de un análisis profundo de nuestra actividad, orientar las decisiones hacia este fin común. Las herramientas que ofrece la RSE, de mejora de las condiciones sociales, ambientales y de buen gobierno son una buena base para ello.

 

¿Qué está haciendo la empresa pública en este sentido?

La empresa pública, con carácter general, ha incorporado en su estrategia la RSE y ha hecho suya la filosofía de la Agenda 2030, avanzando en la integración de los ODS. Un ejemplo de ello es el Grupo de Acción de RSE en empresas públicas, coordinado por Forética y liderado por el ICO, en cuyo seno se ha elaborado una Guía práctica de contribución de las empresas públicas a la Agenda 2030.

La empresa pública debería liderar el proceso de adopción y cumplimiento de la Agenda 2030 y servir de ejemplo dinamizador del resto del tejido empresarial.

 

¿Cómo valora la Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020? ¿Cree que ha permitido avanzar?

La Estrategia Española de Responsabilidad Social de las Empresas 2014-2020 es un instrumento que, en esencia, sigue siendo perfectamente válido para avanzar hacia una sociedad más sostenible e integradora. Necesita, sin embargo, de una adaptación puesto que fue aprobada por el Consejo de Ministros en noviembre de 2014 y mucho ha llovido en materia de RSE desde entonces. El principal elemento al que debe adaptarse es a la Agenda 2030 y a los ODS, al no existir estos en el momento de elaboración de la Estrategia. Un informe de la Red Española de Pacto Mundial nos muestra que la estructura de la Estrategia es perfectamente adaptable a los ODS, que su contenido es complementario con actuaciones de las denominadas “políticas palanca” del Plan de Acción para la Implementación de la Agenda 2030 y que las medidas se ejecutan a buen ritmo y, por tanto, han permitido avanzar en el objetivo trazado.

 

Durante la legislatura anterior, el pleno del Consejo Estatal de la Responsabilidad Social de las Empresas estuvo prácticamente paralizado. ¿Tiene previsto volver a impulsarlo?

Sí. El CERSE es un órgano básico de fomento de la RSE, en el que confluyen los conocimientos y el talento de representantes de las Administraciones Públicas, organizaciones empresariales y sindicales y organizaciones e instituciones de reconocida representatividad en el ámbito de la RSE. En la actualidad, el plazo del mandato de sus vocales ha finalizado, por lo que se debe proceder al nombramiento de nuevos miembros y, posteriormente, a la constitución un nuevo Consejo, que tenemos previsto se realice a principios de 2019.

 

En el ámbito de la Economía Social, ¿cuáles son los retos de este sector?

España es un referente en el desarrollo de la Economía Social, partiendo de su reconocimiento en la Constitución y de la Ley 5/2011, pionera en la materia.

Quizás el principal reto consista en dar mayor visibilidad a una manera distinta de gestión empresarial, basada en valores centrados en las personas y en la integración de las entidades de la Economía Social en los distintos planes y políticas de fomento e impulso empresarial. Contamos con una Estrategia Española de la Economía Social, que con un horizonte temporal de hasta 2020, plantea 63 medidas concretas que ayudaran a este y otros objetivos.

Asentar la presencia de la Economía Social en el ámbito comunitario también es un importante reto. Desde la Dirección General haremos todo lo posible por apoyar al sector y por instar a la Comisión Europea a que apruebe un Plan de Acción Europeo de Fomento de la Economía Social, con dotación suficiente, que contribuya a la creación de una Europa más social.

 

¿Considera que la inclusión de la diversidad es una asignatura pendiente?

La diversidad es, sin duda, riqueza. Las entidades más integradoras y que gestionan mejor la diversidad de sus plantillas ganan también en competitividad, al reflejar una sociedad que es diversa. Desde luego, es un campo en el que hay mucho por hacer porque todo el mundo, hasta las personas más concienciadas, tenemos prejuicios que, cuando se trasladan al ámbito laboral, dejan atrás las posibilidades de integración de los colectivos que los sufren.

 

¿Qué actuaciones van a poner en marcha desde la Dirección General?

En materia de diversidad, tanto la Estrategia Española de RSE como la Estrategia Española de la Economía Social contienen medidas concretas: impulso de actuaciones para favorecer la diversidad en las plantillas mediante una política de igualdad de oportunidades, aumento de la integración laboral de personas en riesgo de exclusión social en empresas ordinarias, impulso del emprendimiento social y colectivo de los distintos grupos, apoyo a la labor de los Centros Especiales de Empleo, empresas de inserción y cooperativas de iniciativa social etc.

Las entidades que trabajan por integrar la diversidad en sus plantillas y la que respaldan la igualdad de trato y la no discriminación en los distintos ámbitos de la sociedad van a tener siempre un firme aliado en la Dirección General.

 

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