Nuestra prioridad en 2020, al igual que otras muchas empresas del sector, fue comprometernos con nuestros empleados, a través de un plan de contingencia específicamente desarrollado para este contexto de excepcionalidad. Esta responsabilidad la extendimos también a los clientes. En este sentido, llevamos a cabo un gran plan para acondicionar todo el resort y proteger la salud de todos ellos. En la pandemia, el sector turístico ha mostrado su lado más solidario poniendo en marcha numerosas iniciativas de colaboración con la intención de mitigar su impacto social en sus áreas de influencia. PortAventura World, a través de su Fundación, donó 500.000 euros para la compra de respiradores y colaboró con comedores sociales y Caritas.
El principal reto es seguir cimentando el potencial en materia de RS que tiene el sector turístico, entendiendo que es una cuestión estratégica para las compañías y un valor cada vez más demandado por sus grupos de interés. Las compañías debemos seguir esforzándonos para contribuir de manera activa al desarrollo económico, social o medioambiental e integrar estas tres dimensiones de forma natural en nuestras actividades. Además, es imprescindible trabajar de forma coordinada con una visión global. Somos uno de los mayores destinos de vacaciones familiares de Europa, así que debemos tomar un rol activo. Acabamos de adherirnose a SDG Ambition, programa pionero en aceleración en el que empresas de todo el mundo están implicadas en el avance de sus negocios bajo los parámetros de los ODS. Y hemos recibido el sello Safe Travels que nos avala internacionalmente como destino seguro.
