Porque, sin duda, aún falta mucho por hacer. Estamos dando pasos y vamos por el buen camino, actualmente nos tenemos que apoyar en legislar en la materia con Planes de Igualdad, establecer cuotas… pero confío que en unos años alcancemos la meta, es un trabajo de toda la sociedad a desarrollar desde edades muy tempranas, con la educación como herramienta principal.
El 8M lo vamos a celebrar de forma interna y externa. Internamente, en la Fundación y en el grupo de empresas de Nortempo vamos a realizar acciones de sensibilización de la plantilla, una especie de ejercicio de reflexión sobre cuestiones fundamentales cómo si realmente existe discriminación, y que puedan sacar sus propias conclusiones. Externamente, durante toda la semana impulsaremos webinars orientados hacia la mujer aunque son inclusivos, para todos, trabajando temas como la marca personal, cómo se hace un CV en aquellos casos en los que se ha estado mucho tiempo sin trabajar y se vuelve a retomar la vida laboral; es decir, cómo gestionamos esos espacios en blanco en la carrera profesional, y también desarrollaremos otras sesiones sobre recursos y competencias para encontrar empleo.
En la Fundación Nortempo contamos con el Programa Integra-T Muller, en el que trabajamos específicamente con 30 mujeres víctimas de violencia de género y nuestro principal objetivo es empoderarlas. Empezamos desde la parte más básica, con habilidades sociales, porque la mayoría vienen de una situación que las hace especialmente vulnerables. Trabajamos la motivación, el acompañamiento, realizan prácticas y les hacemos un seguimiento dentro de la empresa, con el objetivo final de lograr su integración laboral. En estas personas que comienzan a trabajar no superar, por ejemplo, un periodo de prueba puede ser mucho más frustrante que para otras, así que es fundamental el acompañamiento durante todo el proceso.
Considero que existe un problema social de base, las mujeres siempre pensamos que nuestro trabajo es el complementario, y cuando alguien tiene que conciliar o dejar de trabajar, siempre solemos ser nosotras. Desde la Fundación Nortempo, trabajando en los programas de sensibilización a través de la corresponsabilidad, vamos poco a poco cambiando esa cultura asentada en la sociedad. ¿Es complicado? Sí, pero hay que hacerlo. Considero, además, que es importante desde la educación animar a las mujeres a hacer carreras STEM, porque a muchas empresas a raíz del Plan de Igualdad les cuesta encontrar estos perfiles técnicos. Es un problema que viene desde el colegio, las mujeres se orientan hacia otro tipo de formaciónpor lo que considero que la educación en igualdad desde pequeños es clave para realizar esta labor inclusiva. La corresponsabilidad como tal aún no existe, pero estamos dando pasos.
Actualmente existe un Plan de Igualdad, pero no deberían de existir las cuotas, aunque entiendo que son necesarias. En las compañías debería de existir la captación del talento a través de los currículums ciegos, sin atender a otros condicionantes, atendiendo a la experiencia y la formación, no a cuestiones como género o edad.
Efectivamente, con el agravante de que nos ha tocado vivir un momento complicado, en pandemia, y en los ciclos de crisis siempre le toca a los jóvenes y a los mayores de 45 años. Y si eres mujer, se complica aún más la situación. Insistiría en la necesidad de la formación, apostar por ella durante toda la carrera profesional, y buscar nuevos perfiles que no tengan tanta demanda.
No me gusta mucho esa palabra, sinceramente, aunque es cierto que la usamos continuamente. Yo hablaría más de mujer con iniciativa, proactiva, que salga de su zona de confort, que se establezca objetivos y vaya a por ellos, y que sepa poner en valor las competencias que desarrolla en todos los momentos de su vida.
Corresponsabilidad, sin duda, y está claro es cosa de todos. No tendría que haber un Día de la Mujer, como no lo hay del Hombre. Tus derechos ya están ahí, no tienes por qué justificarlos y es responsabilidad de toda la sociedad lograr la igualdad real.
El compromiso con la dignificación del trabajo y de éste como instrumento para la integración social marca la filosofía de Nortempo desde su nacimiento hace 30 años. Desde el 2005, la Fundación es el instrumento a través del cual la compañía canaliza todas sus acciones y políticas de Responsabilidad Social Empresarial. Su objetivo es desarrollar y ejecutar acciones, proyectos y programas que promuevan la empleabilidad, la formación y el desarrollo del capital humano y la integración de las personas en el mercado laboral.
La Fundación Nortempo, dirigida por Maider Blanco y presidida por Bartolomé Pidal, actúa además de intermediadora entre personas y empresas, y ayuda a las compañías a implementar sus planes de RSC y en materia de igualdad, y es un ejemplo de liderazgo femenino: el 84% de su plantilla son mujeres.
