ENTREVISTA

La ley debe ser más dura para evitar que los países en vías de desarrollo se conviertan en los vertederos de Europa


Andrés Martínez,

director General de Fundación ECOTIC

Andrés Martínez 28/06/2012

El pasado mes de enero Andrés Martínez asumió la dirección General de la Fundación ECOTIC, una organización privada sin ánimo de lucro cuya constitución fue promovida por las principales empresas del sector de la electrónica de consumo. La misión del SIG de ECOTIC es que los residuos que generen sus adheridos no sólo sean convenientemente reciclados, sino que, además, lo sean de la manera más eficaz y económica posible. Ya son más de 450 las empresas adheridas que confían en la labor que desempeña la organización.

¿En qué punto de desarrollo se encuentra actualmente la Fundación ECOTIC?

La Fundación ECOTIC fue creada en el año 2005, cuando salió la primera directiva en la que se exigía que los productores cumplieran con la obligación de gestionar el reciclaje del producto hasta el final de su ciclo de vida. Desde entonces, la Fundación ECOTIC ha hecho una muy buena labor de la mano del que fue anterior director General, Joan Riba.
Tenemos 475 adheridos, entre productores e importadores de marcas. El pasado año 2011 cerramos con una cifra espectacular, alrededor de 46.000 toneladas de residuos, sobre un mercado de unas 160.000, lo que significa que contamos con cerca del 30% de la participación de este mercado.

¿Cuál es el sector que presenta mayores avances en materia de reciclaje?

El mercado del reciclaje está avanzando mucho en todos los sectores. Los equipos de alta fidelidad, las televisiones, las lavadoras, los frigoríficos, los pequeños electrodomésticos e, incluso, a partir de los próximos meses, los paneles solares, están presentando grandes avances.

¿Cuál es el ciclo de vida de un aparato?

En el momento de la compra de la máquina se negocia con la tienda la retirada del aparato que ha quedado obsoleto. Normalmente, lo trasladan a un punto limpio o se ponen en contacto con nosotros para que lo gestionemos y lo llevemos a la planta. Pongamos por ejemplo el frigorífico. A través de una cadena de producción le extraen el gas, el compresor y el aceite que pueda llevar. Lo suben a cinco o seis metros de altura para que, al lanzarlo, quede destrozado y se licue el gas que tiene en las paredes. A continuación, unas cuchillas lo cortan y desmenuzan todo. Los componentes del frigorífico se disgregan por peso y densidad y pasan por otros procesos que convier ten esa materia prima en una sustancia más pequeña todavía. Lo que queda es depositado en unos sacos que o se venden o se envían a otras plantas en las que se logra una materia prima mucho más pequeña que puede ser vendida a un mejor precio. El objetivo es que no se desaproveche nada.

¿De qué manera sensibilizan y forman a los consumidores en la importancia de ser sostenibles?
Consideramos que el mejor target al que podemos dirigirnos es el de los niños, por dos razones fundamentales: porque son los consumidores del futuro y nuestra estrategia es a largo plazo, y porque el niño es el “opinion leader” de la familia. Estamos colaborando con colegios de toda España junto a otras fundaciones explicándoles que para que estos productos puedan ser reciclados tienen que llevarlos a la tienda en la que los compraron o a los puntos limpios.

¿Cree que la legislación en la materia es suficiente y está bien planteada?

Está bien planteada, pero no es suficiente. Es una directiva joven, pero el mercado ha evolucionado desde entonces. Ahora necesitamos nuevas leyes que nos ayuden a crecer y que nos permitan que el desarrollo del mercado sea sustancial. Sólo tenemos acceso a un 30% del residuo, el resto no se sabe a dónde va: por flujos de distribución no autorizados, o simplemente se pierde. Necesitamos que la ley clarifique y haga aflorar estos residuos que no van por los cauces normales.

Este sector recibe muchas críticas por el paradero en el que acaban muchos de los residuos…
La ganadora del premio de fotografía de Unicef mostraba en una instantánea a un niño de un país en vías de desarrollo con un tubo de televisión en las manos en lo alto de un vertedero. Es lamentable que ocurran estas cosas, pero para que el mercado avance necesitamos que la ley sea más dura con aquellos flujos de mercancías que circulan ilegalmente y que acaban convirtiendo a los países africanos y asiáticos en los vertederos de Europa.

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