Las empresas españolas actúan más irresponsablemente fuera de nuestras fronteras
Juan López de Uralde,
director ejecutivo de Greenpeace en España
22/03/2010La obstaculización de los temas ambientales o la traición de algunos líderes socialistas al espíritu antinuclear mayoritario del Gobierno; la irresponsabilidad medioambiental de algunas empresas españolas en Latinoamérica; el incumplimiento técnico del Tratado de Kioto al incrementarse las emisiones de CO2 en un 50% desde 1997 en España; o su apuesta por un modelo de transporte eléctrico renovable son algunas de las cuestiones que el director ejecutivo de Greenpace afronta en esta entrevista.
¿Cómo valora la conciencia medioambiental de las empresas españolas?
En España la conciencia ciudadana ha aumentado espectacularmente en los últimos años y eso es aplicable también a las empresas. Sin embargo, nos encontramos con la paradoja de que el medio ambiente sigue sin ser uno de los temas importantes en la acción política; es decir, desde mi punto de vista la conciencia ciudadana está muy por delante de la importancia que se otorga al medioambiente en la esfera política y diría que también en la esfera empresarial.
El año pasado se creó el Consejo Estatal de la RSE y se configuraron cinco grupos de trabajo. Ninguno de ellos hace mención del tema medioambiental. ¿Qué le parece?
Muy mal. El hecho de que el medioambiente no forme parte del menú de ese Consejo es un déficit muy importante, pero no me sorprende porque la actitud de los miembros del Consejo Asesor de Medioambiente, por ejemplo de la CEOE, está siendo verdaderamente obstruccionista. Desgraciadamente parece que no interesa que el medioambiente esté sobre la mesa por una percepción totalmente antigua de que el medioambiente obstaculiza, cuando en realidad en este momento el discurso dominante en todo el mundo es que el medioambiente y las políticas medioambientales activas son uno de los elementos clave para la dinamización económica.
¿Cómo definiría una actitud obstruccionista?
En alguna conversación con responsables de la CEOE les he dicho: “Vosotros criticáis mucho a los ecologistas porque decimos que no, pero se habla del Protocolo de Kioto y vosotros decís que no, se habla de la regulación de las sustancias químicas y vosotros decís que no….” Eso es una obstaculización de los temas ambientales.
El objetivo de uno de los grupos de trabajo del Consejo es analizar si los informes de sostenibilidad deberían ser obligatorios para algunas empresas y si debería regularse su contenido. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Deberían ser obligatorios. Si somos serios en el tema medioambiental, hay cuestiones como por ejemplo las emisiones de CO2, cuya información debería ser obligatoria, puesto que hemos suscrito acuerdos internacionales con respecto a la reducción de esas emisiones.
Debería estar regulado porque no es de recibo que empresas con una importante responsabilidad en la emisión de gases de efecto invernadero nos hablen en su memoria de sus proyectos educativos y omitan informaciones de este tipo. Eso no es responsabilidad social, es lavado de imagen, que son cosas diferentes.
Muchas empresas hacen público en el apartado medioambiental su compromiso de ahorro energético, pero la reducción de emisiones contaminantes no suele ser un dato público…
Está claro. Si se desea hacer un seguimiento serio y real de estas cuestiones hay que establecer indicadores reales y concretos, sobre los que todos deban informar, para que la comparación sea posible... Porque si no, a lo mejor nos encontramos con que una empresa petrolera cuenta en su informe de sostenibilidad que ha instalado unas placas solares en las gasolineras, pero no sabemos cómo evolucionan las emisiones derivadas de la cantidad de crudo que están poniendo en el mercado. Y ese tipo de contradicciones son inaceptables.
Se refería a los compromisos adquiridos por España en materia de reducción de emisiones contaminantes. ¿En qué situación nos encontramos al respecto?
España se comprometió en el año 1997, por el Tratado de Kioto, a no aumentar más del 15% sus emisiones de CO2 hasta el próximo 2012. En aquel momento nuestro país se encontraba por debajo de la media europea y por eso se le permitía incrementar un poco sus emisiones.
El resultado ha sido que hemos incrementado prácticamente el 50% las emisiones de aquella fecha y faltan menos de tres años para el 2012, porque desde 1997 hasta que entra en vigor el Tratado, en 2005, no se hace absolutamente nada. Ahora se están reduciendo un poco las emisiones, pero no porque se hayan llevado a cabo cambios estructurales, sino que es debido en gran parte, simplemente, a la crisis económica que padecemos.
¿Incumplirá entonces España el Tratado de Kioto?
Técnicamente se cumplirá porque el Gobierno ya tiene previsto cubrir el porcentaje de incumplimiento comprando derechos de emisión a terceros países.
Pero claro, nosotros pensamos que el objetivo final del Protocolo de Kioto era conseguir reducir las emisiones, y en ese sentido no se va a cumplir.
En el tema de las energías renovables, antes del verano Barack Obama puso el punto de mira en España como país modelo en la gestión de energías limpias. ¿Están de acuerdo con esta visión?
España actuó bien en relación al tema de las energías renovables, lo que permitió su despegue y ahora somos de los primeros países de la Unión Europea en energía eólica, el primero en energía solar fotovoltaica, y muy posiblemente también en térmica. El año pasado el 11% de nuestra energía eléctrica procedía de fuentes renovables. Este año este porcentaje se va a incrementar porque se ha reducido el consumo eléctrico y ha aumentado la entrada de renovables, probablemente estaremos por encima del 15%. Si contamos la hidráulica nos situamos por encima del 25%.
En los últimos meses, sin embargo, todas las iniciativas que habían llevado a que las renovables fueran para adelante están siendo obstaculizadas por el Ministerio de Industria. Esos obstáculos se han concretado en la práctica paralización del desarrollo de la energía fotovoltaica en España y se está haciendo pagar a las renovables el agujero derivado de la tarifa eléctrica.
Recientemente una gran superfície ha lanzado su campaña para la eliminación de las bolsas de plástico. ¿Están satisfechos?
El Ministerio de Medio Ambiente, con Cristina Narbona al frente, tenía preparada una prohibición progresiva de las bolsas de plástico. Esta prohibición no se llegó a aprobar por falta de voluntad política y presión del sector. Entonces una de las empresas del sector, Carrefour, se desmarca y lanza su propia campaña para diferenciarse como más verdes que los demás.
Nosotros consideramos que resultaría más efectiva una normativa que afecte a todos por igual.
¿Cuál es la posición de Greenpeace con respecto los automóviles híbridos y eléctricos?
Entendemos que el sistema de transportes del futuro no va a ser como el de hoy y la solución no viene por cambiar el combustible fósil por otro biológico porque no es sostenible, genera más problemas medioamientales que los que resuelve.
Por eso, indudablemente, hay que ir a por otro modelo, y apostamos por integración del transporte en un modelo eléctrico renovable, que permite almacenar energía para el momento de su consumo.
Greenpeace se postula claramente antinuclear. ¿Cómo valoran la actuación del Gobierno español en este ámbito?
Desde que es ministro de Industria Miguel Sebastián no se cuenta con la participación de Greenpeace para la elaboración de informes nucleares. Y seguramente se debe a que el Gobierno, a través de su Ministerio de Industria, está mucho más cercano a las posiciones de las empresas eléctricas o nucleares. Pero nosotros tenemos otras vías para hacer llegar nuestros puntos de vista al Gobierno y lo hacemos.
¿Existe una cierta confusión en la posición del Gobierno al respecto?
El Gobierno está claramente dividido en este tema. Creo que hay una base mayoritaria antinuclear y una serie de personajes influyentes, entre ellos el ministro de Industria, que son pronucleares. Considero que es una equivocación por parte del PSOE no levantar de una manera más clara la bandera antinuclear.
¿Cuáles son, a su juicio, las empresas más irresponsables medioambientalmente hablando de nuestro país? ¿Cuáles son sus denuncias más sangrantes?
Lo más irresponsable que están haciendo las empresas españolas lo están haciendo fuera. La actuación de las empresas españolas, por ejemplo en Latinoamérica, en muchos casos es muy irresponsable. El caso, por ejemplo, de Endesa con los proyectos de construcción de represas en la Patagonia chilena es un auténtico escándalo ambiental mundial que ha generado un movimiento internacional de repulsa…
La construcción de grandes centrales térmicas por parte de grandes empresas españolas en distintos países de Latinoamérica en lugar de proceder masivamente al impulso de las energías renovables como se está haciendo en España….
En nuestro país es bastante escandaloso el que se sigan haciendo concesiones mineras, aunque en estos casos suele tratarse de empresas extranjeras que operan en España. Otro ejemplo de industria bastante escandalosa en nuestro país son las minas de carbón de León.
También es muy extemporáneo que se pretenda construir una refinería en Extremadura, no sólo por la refinería en sí misma sino porque además habría que construir un oleoducto hasta Huelva de donde llegaría el petróleo a través de petroleros...
Otro tema muy sangrante, y a la vez bastante desconocido, es el del tráfico de hidrocarburos, lo que pasa en la bahía de Algeciras con todos los grandes petroleros fondeados, virtiendo residuos al mar.
Al fin, tenemos un tema general, que no es exclusivo de España, y que se trata de las emisiones de CO2 y la incapacidad de todos para reducirlas.
¿Qué ejemplos destacaría como acciones positivas a difundir de la empresa española?
Lo más interesante en España sin duda es el sector de las energías renovables y, probablemente, el de la agricultura ecológica como dos sectores de futuro y que están tirando fuerte...
POLÍTICAS RSE DE LAS EMPRESAS
- Alimentación, Bebidas y Hogar
- Automoción y componentes
- Banca y Finanzas
- Construcción e infraestructuras
- Electrodomésticos y electrónica de consumo
- Energía, Agua
- Industria Farmacéutica y Salud
- Industria Química
- Moda y Belleza
- Otras Industrias
- Retail
- Seguros
- Servicios a empresas
- Telecomunicaciones y tecnologías de la información
- Transporte y logística
- Turismo y restauración