ENTREVISTA

Nos hemos marcado dos focos de actuación muy claros: el empleo y la exclusión social


Jesús Núñez,

director de Responsabilidad Social Corporativa y Relaciones Laborales de Grupo Mahou-San Miguel

Jesús Núñez 21/05/2013

Mejorar el empleo y la empleabilidad de las personas en briesgo de exclusión social. Éste es el reto que se ha marcado el Grupo Mahou-San Miguel en su compromiso con el entorno y las personas. Para lograrlo la compañía cervecera inició, hace dos años, el proyecto “Becas de Formación en Hostelería” dirigido a personas con mayores dificultades.

Usted siempre ha dicho que la RSC de Mahou-San Miguel no llegaba a los consumidores, pero los recientes premios y reconocimientos que ha recibido la compañía parecen marcar un punto de inflexión…
Efectivamente. Recientemente nos han otorgado dos premios, el European Excellence Awards y el Silver Sabre Awards, como reconocimiento a la memoria de sostenibilidad del Grupo Mahou-San Miguel. Además, este año la compañía aparece en el top de las 25 empresas con mejor reputación de España elaborado por el Reputation Institute. Estamos muy orgullosos de estos reconocimientos; además, el ranking de las empresas con mejor reputación de Reputation Institute se hace a partir de respuestas espontáneas y no sugeridas.

¿Qué novedades aporta la memoria de sostenibilidad?
Hemos querido reducir la memoria de sostenibilidad a 50 páginas y hacerla con un formato similar a una revista para facilitar su lectura a nuestros grupos de interés. Además, la memoria se ha realizado de acuerdo con los criterios del Global Reporting Initiative y ha obtenido, por primera vez, el nivel de clasificación B.

¿Este mayor reconocimiento público se debe a un mayor esfuerzo de comunicación de la RSC o a un cambio de políticas?
A una combinación de ambas cosas. A raíz del proyecto de reputación que elaboramos preguntando a mil personas, ordenamos la estrategia de la compañía entorno a seis ejes, pero al mismo tiempo hemos tenido una mayor sensibilidad hacia la comunicación de los innovadores proyectos que estamos llevando a cabo en materia de Responsabilidad Social Corporativa.

El fomento del empleo y de la empleabilidad se ha convertido en un eje central en las políticas de RSC del Grupo Mahou-San Miguel. ¿En qué línea están trabajando?
Grupo Mahou-San Miguel son el agua y el cambio climático, la comercialización responsable, la gestión ética del negocio, el consumo responsable, el compromiso con el entorno y las personas. Precisamente en estos dos últimos ejes, el compromiso con el entorno y las personas, es donde se centran nuestros esfuerzos para trabajar por el empleo y la empleabilidad tanto de nuestras personas como de las personas que están en los entornos en los que opera el grupo.

¿Cómo es el empleo en el Grupo Mahou-San Miguel?
Si miramos el empleo desde una perspectiva interna, el Grupo Mahou-San Miguel está certificado como empresa familiarmente responsable, y este año hemos subido un nivel en cuanto a nuestra consideración de compromiso. Además, nuestros porcentajes de empleo fijo siguen siendo muy altos y estamos mejorando la presencia de la mujer. En referencia a la inserción laboral de personas con discapacidad, el año pasado contratamos a 15 personas en fábricas y seguimos trabajando para mejorar nuestros porcentajes por encima del 2% que establece la Ley de Integración Social del Minusválido, la LISMI. En este punto también cabe destacar que generamos empleo a través de compras a Centros Especiales de Empleo. En definitiva, las acciones de RSC son un foco central en el desarrollo y puesta en marcha de las políticas de Recursos Humanos de la compañía.

Y en cuanto a la empleabilidad de la sociedad…
Después de la lectura de la actualidad, de reuniones con ayuntamientos y con las ONG con las que desarrollamos nuestra relación en los distintos sitios donde operamos, nos hemos marcado dos focos de actuación muy claros: el empleo y la exclusión social y, a menudo, ambos están íntimamente relacionados. Por este motivo, cuando convocamos ayudas destinadas a ONG locales, como por ejemplo el Premio San Miguel y Málaga Solidarios, uno de los requisitos que valoramos y que está presente en las bases de los premios es que las organizaciones estén trabajando en proyectos que generen empleo y fomenten la empleabilidad en sectores con riesgo de exclusión social.

¿En qué proyectos están trabajando para conseguir esa ansiada generación de empleo que se han propuesto?
Tenemos un acuerdo con Instituciones Penitenciarias, que es cliente nuestro, y la Federación Española de Baloncesto, de la que nosotros somos partners y patrocinamos, a través del cual hemos desarrollado dos proyectos. Por un lado, hemos creado “Baloncesto sin Límites”, un proyecto dirigido a la población reclusa para la promoción de la salud a través de la práctica del deporte; para ello hemos elaborado un programa dirigido a enseñar la práctica del baloncesto y los beneficios que ofrece el deporte. En segundo lugar, hemos puesto en marcha el proyecto “Baloncesto La Salida”, en el que se dan cursos de capacitación como entrenadores de baloncesto a reclusos de tercer grado. Con estos cursos, los reclusos tienen una colocación bastante rápida al salir de la cárcel y acostumbran a encontrar trabajo remunerado como monitores de baloncesto. Se trata de un programa de generación de empleo que llevamos a cabo de forma colaborativa con un cliente y un partner.

El proyecto “Becas de Formación en Hostelería” también se basa en esta filosofía colaborativa. ¿Qué peculiaridades tiene?
Nuestro proyecto de “Becas de Formación en Hostelería” se diferencia de otros en el hecho que buscamos a personas con dificultades y no valoramos tanto otros factores como la edad. En este programa trabajamos con los ayuntamientos, con las escuelas de hostelería con las que tenemos relación comercial e intentamos que los alumnos hagan prácticas con clientes de Mahou-San Miguel o con proveedores. Nuevamente aquí nos interesa mucho la relación con el organismo local, con el ayuntamiento, pues nos ayuda a elegir a gente que está en dificultades ya sea porque tenga una discapacidad, sea un desempleado de larga duración o una víctima de violencia de género. Los cursos se realizan en las escuelas de hostelería, tienen una duración de entre cuatro y ocho semanas y posteriormente los alumnos pasan a formar parte de unas bolsas de empleo que nos permiten colocar a un porcentaje de los asistentes.

¿Dónde imparten esta formación?
Hemos hecho cursos en Burgos, Málaga y Lleida con personas en riesgo de exclusión social, mientras que en Madrid hemos hecho formación en hostelería conjuntamente con Instituciones Penitenciarias. Justo antes del verano queremos lanzar unas becas de formación dirigidas exclusivamente a víctimas de violencia de género que haremos en Madrid y para ello contamos con el apoyo de la directora general de la Mujer en Comunidad de Madrid, Laura Ruíz de Galarreta. Este año también tenemos previsto ampliar las convocatorias a Tenerife y Guadalajara. De momento han pasado por las “Becas de Formación en Hostelería” un total de 150 personas.

¿Porqué le conceden tanta importancia a su relación con los ayuntamientos?
Los ayuntamientos nos ofrecen un asesoramiento técnico muy importante puesto que ellos tienen un conocimiento local muy profundo y representan un grupo de interés muy importante para nosotros. Para el Ayuntamiento de Lleida, Málaga o Burgos una fábrica de Mahou o de San Miguel es muy importante y para nosotros representa un grupo de interés importante. Además esta relación con la Administración local genera una buena reputación, son unos buenos prescriptores y nos ayudan mucho en la relación con el Tercer Sector.

¿Los trabajadores se implican en estos proyectos a través del voluntariado corporativo?
Nos hemos propuesto que tanto las acciones de RSC como de voluntariado corporativo estén relacionadas con el negocio. Por este motivo este año hemos empezado a hacer voluntariado profesional conjuntamente con Instituciones Penitenciarias a través del cual un equipo de selección del departamento de Recursos Humanos fue a una cárcel para explicar a reclusos de tercer grado cómo se hace un curriculum o cómo prepararse y afrontar una entrevista de trabajo. Además, hacemos otras acciones de voluntariado como “Navidades Solidarias” de recogida y entrega de alimentos o “Futbol para Todos” dirigido a personas con discapacidad.

Al hilo de la acción social, ¿en qué situación se encuentra la Fundación Mahou-San Miguel?
En este momento el proyecto de la Fundación Mahou-San Miguel está prácticamente ultimado y sólo está pendiente de una formalidad para que pueda empezar a trabajar. Va a tener una dotación fundacional muy importante y fundamentalmente atacará problemas que tiene la sociedad donde operamos. La Fundación trabajará bajo el lema de que seguimos pensando en las personas y todo lo que hacemos va a ser de corazón. De este modo, canalizará una parte importante de la acción social del Grupo Mahou-San Miguel y trabajará en temas de infancia, empleo, empleabilidad, exclusión social, colectivos necesitados… tenemos un objeto social amplio.

Como empresa familiar ¿qué papel está jugando la familia Mahou en el proyecto de la Fundación?
Las familias están muy ilusionadas con el proyecto y lo están impulsando personalmente. Además, Mahou es una empresa que se crea en el 1890 y hemos recopilado fotos y documentos que demuestran que en el 1900 la empresa estaba volcada en la filantropía y las familias hacían importantes donativos y se implicaban en trabajos de voluntariado para la sociedad.

La Acción Social en Grupo Mahou-San Miguel


• El proyecto “Becas de Formación en Hostelería” ha formado a 150 personas en riesgo de exclusión social en Burgos, Málaga, Lleida y Madrid.
• Con el programa “Baloncesto sin Límites”, San Miguel, en colaboración con la Federación Española de Baloncesto, fomenta la práctica de este deporte en las cárceles para mujeres.
• El Grupo Mahou-San Miguel realiza donaciones periódicas de productos sin alcohol a los Bancos de Alimentos de Burgos, Guadalajara, Lleida, Madrid y Barcelona, lugares donde se ubican los centros de producción y sedes.

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