ENTREVISTA

Ferrero no ha perdido su esencia de empresa familiar


Roberto Torri,

director de Relaciones Institucionales de Ferrero Ibérica

Roberto Torri 25/07/2018

Para el Grupo Ferrero, el término Responsabilidad Social siempre ha estado ligado a cuidar de las personas y la comunidad, principalmente de los empleados y jubilados, consumidores, familias y las comunidades donde opera la compañía. Estos principios de Responsabilidad Social guiaron los primeros pasos de Ferrero en Alba y se mantienen sin cambios a día de hoy.

 

El Grupo Ferrero basa su estrategia de Responsabilidad Social en el lema “Compartir valores para crear valor”. ¿Cómo se traduce en el negocio?

Ferrero es una empresa familiar que nació hace 72 años en una pequeña pastelería de Italia y que hoy se ha convertido en una multinacional del sector del chocolate con más de 40.000 colaboradores en todo el mundo. Pero a pesar de su tamaño, Ferrero no ha perdido su esencia de empresa familiar. Desde sus inicios, cuando no existía la Responsabilidad Social Corporativa como concepto, Ferrero ya aplicaba sus criterios porque era voluntad de su fundador desarrollar actividades dirigidas a colaboradores y consumidores, así como preservar el planeta y el medio ambiente a través de la agricultura, las materias primas, etc.

Toda esta política que Michele Ferrero desarrolló de una manera espontánea se ha mantenido a lo largo del tiempo y se materializa en una frase suya de 1957: “Quiero seguir desarrollando la actividad iniciada por mi padre y mi tío porque quiero que las personas que trabajan en Ferrero puedan tener un porvenir feliz y seguro”. A día de hoy, estas palabras siguen vigentes y no como un simple lema, sino con acciones concretas que hacen que exista un vínculo muy importante entre la propiedad de la empresa y los colaboradores.

 

Precisamente, las personas representan uno de los pilares de la RSC de Ferrero. ¿Qué acciones destacaría a nivel de los colaboradores?

En Ferrero tenemos un código ético muy estricto y la igualdad es un aspecto fundamental ya sea de género, de religión, de nacionalidad, etc. Muestra de ello es que la plantilla está formada por más de 40.000 personas de 113 nacionalidades diferentes y el empleo femenino representa un 44,2%.
Otro aspecto muy relevante es la comunicación interna. Hacemos mucho hincapié en este ámbito porque queremos que la gente sienta Ferrero y se convierta en el mejor embajador de la compañía y ello, evidentemente, requiere de una educación interna.

 

El compromiso con las personas también se demuestra a través de las actividades de la Fundación Ferrero. ¿Cuál es su principal misión?

Creada en 1983 y presidida por María Franca Ferrero, la Fundación Ferrero opera en el campo social, filantrópico, cultural y artístico con el objetivo primordial de mejorar la calidad de vida de las personas mayores, cultivando las relaciones sociales, el compromiso y los conocimientos. De este modo, además de organizar multitud de eventos culturales, como muchas otras instituciones, la Fundación Ferrero trabaja para devolver a los profesionales sénior de Ferrero, que ya se han jubilado, lo que han hecho para la compañía durante su vida laboral. Bajo este firme compromiso, todos los trabajadores jubilados del Grupo Ferrero tienen libre acceso a todas las actividades que organiza la Fundación ya sean cursos de formación, de idiomas, talleres de todo tipo, viajes organizados… El objetivo es que la gente mantenga una relación con la empresa, no laboral, y de forma gratuita.

 

El espíritu empresarial y filantrópico de la compañía encuentra su máxima expresión en el Proyecto Empresarial Michele Ferrero, presente en África y Asia. ¿En qué consiste?

Hace una década Michele Ferrero impulsó las Empresas Sociales de Ferrero con la voluntad de establecerse en territorios pobres del planeta mediante la construcción de fábricas. En la actualidad, la iniciativa rebautizada como Proyecto Empresarial Michele Ferrero cuenta con una fábrica en Camerún, en Sudáfrica y en la India que funcionan como empresas sociales. Es decir, producimos nuestros productos con materias primas locales, con personas del lugar, pero lo más importante es que todos los beneficios obtenidos se reinvierten en la comunidad local a través de cursos de formación, construcción de hospitales, de escuelas, etc.

 

En cuanto a la promoción de estilos de vida saludables dirigida a los jóvenes y a sus familias destaca el programa global Kinder+Sport. ¿Cuáles son sus principales objetivos?

La Organización Mundial de la Salud considera que la obesidad infantil es la pandemia del siglo XXI y en España el nivel de obesidad infantil supera el 20%. Ante esta realidad, el programa Kinder+Sport lleva más de una década  fomentando la práctica del deporte, contribuyendo a difundir la alegría de moverse entre los niños de todo el mundo e inspirándoles a adoptar hábitos de vida activa desde pequeños. Esta iniciativa, que se inició en Italia, actualmente se está desarrollando en 28 países. A nivel global, la compañía ha invertido 11,5 millones de euros en la organización de más de 7.700 eventos de 23 disciplinas deportivas distintas.

En España, en el marco del programa Kinder+Sport, hemos firmado a acuerdos con la Federación de Atletismo, la Federación de Voleibol y la Fundación Ecomar a través de los cuales les proveemos de todo el material didáctico para que estas entidades organicen programas de fomento de la actividad física con niños. En total, en España movemos a unos 300.000 niños y niñas al año.

 

Por otra parte, el compromiso de Ferrero con el planeta y el medio ambiente se plasma con proyectos como F-ACTS y FER-WAY. ¿Qué destacaría de estas iniciativas?

F-ACTS - Ferrero Agricultural Commitment to Sustainability es un programa que encarna el compromiso del Grupo Ferrero con el aprovisionamiento de materias primas procedentes de cadenas de suministro sostenibles. Su objetivo principal es mejorar las condiciones de las zonas rurales y las comunidades locales, así como el respeto por el medio ambiente, a través de proyectos y asociaciones, la adopción de estándares y certificaciones, y compromisos institucionales y colectivos.

Por otra parte, el proyecto FER-Way (Ferrero Environmental Responsibility Way) desarrolla, desde su lanzamiento en 2013-2014, un enfoque a largo plazo destinado a una gestión más efectiva de la sostenibilidad ambiental. El grupo tiene la  firme convicción de que la transición hacia una economía circular es el único modo de garantizar un crecimiento económico sostenible y respetuoso. El proyecto FER-Way se basa en cuatro acciones: Medir, Educar, Proyectar y Colaborar.

 

Precisamente, con el lanzamiento del proyecto FER- Way, el grupo mide el impacto de toda su cadena de suministro. ¿Cómo lo hace?

El proyecto se basa en el enfoque del Concepto del Ciclo de Vida (CCV), que tiene en cuenta las diferentes fases de la vida de los productos y sus principales impactos ambientales, evaluando también las fases que no están bajo control directo del grupo, y que se articula en cuatro áreas diferentes.

Además, Ferrero, a través de FER-Way, respalda y promueve el desarrollo de una economía circular, es decir, una economía proyectada para autoregenerarse, que está sustituyendo el modelo tradicional de consumo lineal.

Para ello, el grupo ha empezado a replantearse la gestión de algunos de algunos de sus principales recursos, específicamente los ingredientes alimentarios, la energía y los materiales de embalaje, como “ciclos” más que como cadenas convencionales de suministro lineal.

  Enviar entrevista






CAPTCHA Image